Sin tener que abrir los ojos, Aziraphale y sabía que hora era, se despertaba segundos antes de que su despertador hiciera su trabajo, son cosas que le pasan al cuerpo cuando lo acostumbras por años y años a dormir antes de las 10:00 PM y a despertar a las 6:00 AM.
Era levantarse, orar, hacer la cama, organizar todo en su lugar sin olvidar el mínimo detalle, en 10 minutos exactos, su madre subiría a revisar a profundidad su recámara mientras él se bañaba, para cuando saliera de la regadera su pijama ya habría sido recogida y solo estaría una bata de baño limpia, a veces se imaginaba como sería caerse y partirse la cabeza o cualquier hueso, quizá por fin le pasaría algo interesante, pero sentía mucha culpa de pensar "cosas malas" y trataba de no imaginar eso.
En la puerta de su habitación ya estaba su madre, afortunadamente sin nada en las manos, solo asintió aprobando la inspección, le dijo que tenía 20 minutos para vestirse y bajar a desayunar, si tardaba más nadie lo iba a esperar y se iría a clases con el estómago vacío. Gracias a eso había desarrollado un sistema de organización tremendo con su ropa.
A pesar que cualquier adolescente consideraría su guardarropa como algo demasiado aburrido o vintage, Aziraphale era muy amante de la ropa formal o semi formal, tenía un montón de suéteres, pantalones sastre y cardigans, Dios sabía que su fantasía era usar una corbata de moño de tartán pero también Dios dijo "Ayúdate que yo te ayudaré" y prefería evitar las golpizas que le iban a dar si llegaba a la escuela con eso. También tenía algunas prendas más casuales como jeans, camisas polo y zapatos deportivos, no los usaba mucho pero a veces tenía humor para combinar un poco de cada cosa.
Ese día necesitaba mantenerse positivo, por lo que eligió su camisa y converse amarillos. Le gustaba mucho ese color, brillante, cálido, vivaz y alegre, no podía pensar más que en cosas hermosas si se trataba del amarillo.
Menos de 20 minutos habían pasado así que su desayuno aun estaba en la mesa, estaba tan feliz de que ninguno de sus hermanos viviera ya en casa o se hubiera encontrado con sobras, mucha sal, todas las verduras o cosas que ellos no querían comerse, sobre su plato. Pero era su culpa por nacer después de todos.
Había que orar otra vez, por alimentos, al terminar el desayuno tendría que lavar los platos, ir por su mochila, revisar que su recámara se quedara en perfecto orden y dejarla sin llave, luego bajaría y haría una última oración antes de salir de casa. Hacían muchas oraciones ¿A Dios no le molestaba que estuvieran hablándole todo el día? Pero esas eran preguntas por las que podrían pegarte con una vara.
Aziraphale Fell era el compañero religioso al que ya sabes que si invitas a una fiesta no va a ir, no entendía los chistes, nunca decía groserías y aunque ers muy amable y todos lo trataban de la misma forma, niguno era su amigo, por eso a nadie le preocupo cuando dejó de asistir a la clase de Historia o cuando regreso a medio curso.
Le había estado pidiendo a Dios que le diera fuerzas y valor para poder soportar la clase, o bueno, al profesor. Estaba confiado y esperanzado, no duró mucho.
-Buenos días, saquen el libro vamos a ver... Ah vaya que es un milagro verlo en mi clase, señor Fell ¿hoy no va a esconderse en la cafetería o el baño de damas? Como sea ya es tarde para usted, ya reprobó mi clase, pero si de algo sirve tome notas para su examen de recuperación-.
Aziraphale no decía groserías, pero a veces si las pensaba y estaba maldiciendo con todas las que se sabía, inmediatamente se arrepintió y suplicó perdón a Dios por maldecir.
Todas las clases duraban 40 minutos pero es parecía nunca terminar, entre los estúpidos comentarios del profesor y lo aburrido que era ver temas que se sabía de memoria (Antes de poder tener sus propios libros, devoró uno tras otro cada libro en su casa, la mayoría de historia universal o enciclopedias) sólo esperaba a que el timbre le indicara que era hora de irse de una buena vez.

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Malas influencias
أدب الهواةAziraphale y Crowley son dos adolescentes en medio de la búsqueda de su propia identidad y valores. Creciendo en un hogar estricto y religioso, cada uno ha tomado diferentes caminos: "el correcto y el descarriado" pero al conocerse ambos terminan in...