Anthony había sido encantador y educado pero Crowley era bastante temperamental e impulsivo, desde que puso un pie en la escuela trató de encontrar a Aziraphale, estaba molesto con él por mencionar que le hablaba a sus plantas y porque sabía eso. De su taller solo sabían Beelz y sus compañeras del mismo, que nisiquiera le hablaban porque les daba miedo, todas pensaban que estaba ahí para saber plantar marihuna.
El problema era que no sabía el horario de ese chismoso, solo la clase que tenían juntos (a la que no entraba) y su tonto taller, por lo que debía terminar antes del descanso y fue a buscarlo ahí. Avanzando por el pasillo se dio cuenta que había algunos chicos afuera del salón.
-¡Ja! miren, otro- Mencionó uno que estaba contra la pared.
Crowley se mostró confundido, no entendía a qué se refería, no sabía que hacían ellos ahí tampoco.
-Ah debe ser la primera vez que te hace venir tu novia ¿no?-
-¿Que?-
-Nuestras novias están en éste taller y cuando van hacer algo "especial" nos quedamos aquí a esperarlas para poder comer-
-A veces conviene, otras veces te dan cosas quemadas-
Todos rieron menos Crowley que quiso irse porque tuvo un sentimiento muy extraño de que algo iba a salir muy mal, solo que ya era tarde, el timbre sonó y la puerta se abrió, entre muchas risas salió un grupo de señoritas cada una cargando sus recipientes y otras cosas, algunas fueron directo con sus parejas para darles los bocadillos prometidos y otro grupito aún guardaba sus mandiles y limpiaba sus mesas dentro.
-Uhh ¿quien es novia de ese chico malote?-
-Pues yo podría serlo, está lindo-
-Ese es... si fuera ustedes no me le acercaría, lo he visto con esos dos que venden drogas-
-¿A quien espera entonces? ¿alguna de aquí se droga?-
Las chicas siguieron mirando discretamente, solo quedaban ellas y su único compañero varón, que seguía limpiando los recipientes. El tipo alto de lentes lo miraba desde el marco de la puerta.
-No no no, de todas las personas que conozco Aziraphale sería la última persona de quien podría pensar que se droga-
-Ya sé, es adorable además es muy religioso no creo siquiera que fume o algo así-
-Tampoco lo creería pero nunca sabes-
-Ay no, no digas eso... aaah ¿y si lo molesta o le roba? Digo, Aziraphale es tan suave que probablemente se aprovechan de él los bullies-
Mientras ellas trataban de armar una idea, Aziraphale se dio cuenta de la presencia de Crowley y dejó de hacer lo que hacía para acercarse muy alegre a él. Crowley le dijo algo y le hizo una seña de que se fueran pero Aziraphale le dijo que esperara, fue a su lugar y sacó del recipiente un rollito de sushi que acaban de preparar, sin ninguna vergüenza lo metió a la boca de Crowley y luego regreso con el lavado de trastes.
Obviamente todas notaron aquello y se reagruparon con las cabezas bien juntas.
-¿Todas vimos eso?-
-No no, volvemos a lo mismo, Aziraphale es cristiano, algo afeminado pero no es...-
-Claro que no, mi hermana se le declaró el año pasado pero le dijo que no debe tener novia si no va a casarse con ella... fue muy amable-
-¿Eso que tiene que ver? Hay un montón de chicos gay en las iglesias, solo que no pueden decirlo-
-Eww ¿y por qué saldría con un malandro así?-
-¿No creen que es como de película? El chico bueno y el rufián-

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Malas influencias
FanfictionAziraphale y Crowley son dos adolescentes en medio de la búsqueda de su propia identidad y valores. Creciendo en un hogar estricto y religioso, cada uno ha tomado diferentes caminos: "el correcto y el descarriado" pero al conocerse ambos terminan in...