Las lágrimas le caían de forma agresiva por las mejillas. Escleras que antes habían sido de blanco ahora se teñían en un rojizo agresivo que daba evidencia del maltrato que llevaba rato sufriendo, un maltrato injustificado, violencia que solo se había generado por ser él mismo.
–¡Te dije que te vistieras bien, hija de la chingada!– la mujer gruñó furiosa, en su mano sujetaba el cabello azabache mientras mantenía de rodillas al jovén que lloraba de impotencia. Lo había zarandeado y golpeado contra el tocador cuando por error entró sin tocar la puerta, viendo las evidencias de la primera decisión importante en la transición del chico.
No toleraba saber que su niña, era un chico.
–Déjame en paz.– sollozó bastante cansado de la situación, le hería que ni siquiera su propia madre, la mujer que le había dado la vida, lo aceptara.– Solo... Sueltame, basta.
Pero aún cuando la mujer le vio llorar y rogar con dolor no lo soltó, porque no era suficiente el desprecio. Aún tenía que humillarlo y recordarle "quién era".
–Debiste quedarte con tus tíos, estoy harta de ver tu jodida cara en mi casa. Manchando nuestra imágen con tus juegos de machito maricon.– escupió las palabras como dagas, una tras otra enterrandose en su pecho.– Eres una abominación.
Y Alex solo pudo bajar la mirada, estaba tan cansado que simplemente aceptó lo que le decía. Lo era, era una abominación que no se quería ni a él mismo, estaba harto de no poder ser felíz siendo quien realmente quería.
–Voy a vestirme bien.– dijo con la voz quebrada, le daba asco siquiera imaginar el ponerse la ropa que usaba antes, no era propio de él. El agarre en su cabello se aflojó dándole la oportunidad de "volver a intentar".
De encajar al menos unos días en aquel infierno llamado "casa".
–Te espero en la sala.
-❤️-
Se acomodó por milésima vez el corto vestido blanco que apenas cubría sus muslos, había sido lo más "cómodo" que había encontrado y aún así era bastante incómodo de usar. La parte de arriba tampoco ayudaba pues las mangas estaban a los hombros, se sentía expuesto. Estaba exponiendo un cuerpo del cual no estaba orgulloso.
Se pasó el dorso de la mano por la mejilla limpiando una pequeña lágrima que había bajado sin querer. Un poco del maquillaje se fue en esa acción por lo que tuvo que revisar su imágen en el pequeño espejo que cargaba en un bolso. Una mueca de dolor le atravesó el rostro, las rizadas pestañas cargadas en un rimel negro resaltaban sus "femeninos" y coquetos ojos—palabras de su madre—, junto a unos labios entintados y cargados de un gloss que sabía a cereza. Su cabello iba recogido con pequeños moños blancos.No era él.
No se parecía en nada a él.
–¿Bro? ¿qué te pasó?– Cochi, uno de sus primos se había sentado junto a él en medio de su "retoque".
–Mi madre pasó. Me obligó a cubrir el moretón que me hizo en el ojo con maquillaje.– murmuró en voz baja, apenas empezaba a formarse el hematoma y dolía bastante.– Sabes que odio estas cosas.
–Es increíble que mi tía sea la única enferma que no te acepta cómo eres.– el chico se estiró mirando con lástima a su primo, era uno de los pocos "amigos" cercanos y el haber estado tanto tiempo lejos le había hecho olvidar lo mucho que lo extrañaba.
–Te extrañé cabron.
Cochi sonrió acercándose para abrazarlo.
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Amar(T) en el Alfabeto | Luckity - Chaosduo.
FanficQuackity vive solo en un departamento en conjunto a otro. Su rutina cambia cuando por accidente, en medio de una app de ligue termina haciendo match con Luzu quién casualmente es su vecino. Se ve envuelto en un trio amoroso y una red de sentimientos...