7

3.2K 266 478
                                    

Pero el fuerte sonido de la puerta siendo abierta con agresividad los sorprendió a ambos, el padre de Félix entró en la cocina con una cara tan indescriptible que les daba miedo, no sabían que era lo que pasaría y diría el hombre, pero seguro que no sería ningún alago.

— Lee Félix, te quiero afuera en un minuto. Quiero hablar contigo... En privado.

— ¿Para qué?

— Solo quiero saber unas cosas, apúrate antes de que me enoje. — y con esto el señor con algunas canas salió. Félix se quedó sin saber que hacer, dejó sus platos en la mesa con algo de agresividad y viró los ojos, a veces le estresaba el comportamiento de su padre.

— No te preocupes mucho por él, se ve rudo, pero no mata ni una mosca. — antes de que Félix saliera del cuarto le dejó un corto beso en los cabellos negros de Hyunjin.

— Tú puedes Lix ¡Fighting! — susurró imitando una expresión que solían usar en un programa muy famoso.

Félix rio antes de salir, apenas unos pasos después de la puerta estaba Jihoon con su expresión de molestia de siempre, era irónico, ya que él siempre solía ser muy malo para si quiera enojarse.

— ¿De qué quieres hablar papá? — empezó Félix con los brazos cruzados.

— Ayer vino tu madre en la noche casi llorando, me dijo que le contaron que casi mueres ahogado en la playa. — Félix suspiró.

— Bueno, pero estoy bien, no morí ¿Feliz? — estaba dispuesto a irse del sitio en ese mismo instante.

— ¡Félix! ¡No puedes ser así, no puedes andar arriesgando tu vida como si no valiera nada! Espero que ese niño Hwang no haya tenido nada que ver. — advirtió con una fría expresión.

— Pues él quiso que yo no intentará aprender a surfear, pero yo insistí y eso pasó, de hecho él hizo que ahorita mismo puedas seguir teniendo un hijo. — su tono de voz tenía una clara ironía que el Lee mayor odiaba y por la cual no podía hacer nada al respecto. — Bueno, agradezco tu preocupación, pero yo me voy.

— ¡Tú no te vas a ninguna parte Félix! — el chico instintivamente volteó. — ¿No crees que tu comportamiento es un tanto grosero, hijo?

Félix suspiró una vez más. — ...Perdón papá, no voy a volver a casi morirme, lo prometo. — dijo lentamente con una sonrisa en el rostro para hacer feliz a su padre, y claro que le funcionó.

— Perdonado. — el mayor le dio un fuerte abrazo a su hijo que en un inicio casi lo deja sin aire. — Ahora díselo a tu mamá, ella no te va a perdonar tan fácil como yo, está realmente enojada contigo.

— ¿Qué?

— Bueno pues, le dijeron todo y pensaba en buscarte, pero vio a Hwang entrar a tu cuarto y quiso darles... privacidad. — Félix se separó inmediatamente del abrazo con mucha fuerza.

— ¡¿Q-qué?! Él y yo no hicimos nada, lo juro, solo miramos unas películas. — su tono era de nerviosismo extremo.

Su padre soltó unas sonoras carcajadas. — Bueno... yo no hablaba de ese tipo de privacidad, pero ahí ya muy tu problema.

Félix con ambas manos cubría su muy sonrojada cara, la había cagado en grande en frente de su propio padre y seguramente ese sería el nuevo tópico sobre cualquiera de los chistes rancios que hiciera en el próximo mes, maldita sea, había cavado su propia tumba.

(...)

Félix se encontraba comiendo, obvio al lado de Hwang Hyunjin, no sabía cuánto tiempo había pasado desde que se vieron por primera vez, tal vez un mes, probablemente un poco más o un poco menos, la verdad era que ya se sentía muy a gusto en el lugar, hace unas dos semanas les llegó a los Lee la noticia que su casa tenía un pequeño problemita con las tuberías del agua y del drenaje, porque como toda el agua que llegaba era salada había empezado a dañar las viejas tuberías de la infraestructura, ellos no sabían mucho de eso entonces accedieron a que hagan una ardua y meticulosa sesión de reparaciones a lo que sea que haya pasado, también aceptaron con tanta facilidad porque ya se sentían muy cómodos viviendo en ese hostal, incluso Yehee comenzó a aprender a preparar carnes vegetales exclusivamente para Félix, unas cuantas semanas más no los iban a matar.

Another Day [Hyunlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora