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El mar no estaba para nada mal, tenía algo de frío por su camisa sin mangas mojada que chocaba contra su pecho, pero el tenue sol ayudaba mucho.

Hyunjin y Jeongin habían estado ya bastante tiempo un poco alejados de él, se habían metido mucho más profundo en el mar para poder surfear a gusto, él se limitaba a ver desde lejos, realmente estaba completamente bien solo viendo, no le parecía buena idea intentar imitarlos, se notaba que esos dos tenían mucha experiencia y pues él no.

Así pasaban los minutos, poco a poco dejó de prestarle atención a las maniobras, risas y gritos de sus amigos para concentrarse en el suave sonido del agua que revoloteaba cerca de él y de vez en cuando lo salpicaba, en el sonido de las aves que pasaban cerca del agua buscando algún alimento o el sonido de las olas de las palmeras moviéndose contra el viento, ya no era tan temprano como antes, tal vez ya estaba anocheciendo, pero Lee Félix en ese momento estaba en su mundo, simplemente disfrutando del ambiente.

Pero las olas del mar siempre se vuelven más salvajes mientras más noche se hacía, estaba completamente al tanto de eso, el suave oleaje que en un punto le permitió apoyar su espalda en la tabla había desaparecido para darle paso al movimiento fuerte del mar, esto obviamente le asustó bastante, tenía miedo de caerse y por eso intentó llegar a la orilla para quedarse esperando ahí a los demás hasta el momento en que se vaya, pero claro algo malo, tenía que pasar.

El mar estaba cada vez más incontrolable y se le dificultaba remar hacia la orilla. Una gran ola llegó para arruinarle el plan de salir, primero se cayó de la tabla y quedó completamente hundido en el agua, intentó salir una y otra vez sin lograrlo, ya que sus habilidades para nadar no eran las mejores, pero fue peor cuando algo impacto con su cabeza, una piedra, un animal, su misma tabla, no lo sabía, pero todo eso solo sirvió para que perdiera la movilidad completamente y poco a poco cayera en la inconsciencia.

(...)

Hyunjin tenía un mal presentimiento, había escuchado un pequeño grito hace pocos segundos y no lograba averiguar de dónde había venido. Se había detenido un segundo para buscar alguna anomalía.

— ¿Qué te pasa? ¿Ya estás cansado de que sea mejor que tú? — Jeongin decía con humor.

— Escuché un grito... — el menor se quedó callado hasta que empezó a unir puntos.

— ¡¿Y Félix?! — Hyunjin negó.

— Su tabla está en la orilla, no creo que haya sido él...

— ¡¿A dónde más se pudo haber ido idiota?! — Hyunjin por fin se dio cuenta de lo que estaba pasando, el mar había llevado la tabla a la orilla, pero Félix seguía adentro y no se veía por ninguna parte.

Se suponía que la tabla tenía una especie de correa que unía el tobillo del dueño con el objeto para que no se fuera por el mar, esto era muy raro de ver.

Hyunjin y Jeongin nadaron rápidamente a la orilla para dejar sus tablas e inmediatamente se pusieron a buscar a Félix en el mar, tardaron unos minutos, pero cuando divisaron un objeto extraño flotando supieron que era él.

Lo sacaron lo más rápido que pudieron de las aguas y Hyunjin lo estuvo cargando al estilo nupcial hasta poder dejarlo tendido en la arena, Jeongin parecía completamente alterado estaba a punto de llorar seguramente.

Al igual que Hyunjin se arrodilló al lado del peli azul, acercó su oreja a la nariz y boca de Félix y se quedó completamente paralizado. — N-no respira.

Mierda.

Hyunjin lo empujó con algo de fuerza para sacarlo del camino, no lo dudó dos veces cuando tomó una fuerte bocanada de aire y pegó sus labios a los de Félix para empezar un método de respiración boca a boca, la primera y segunda vez no funcionaron, el cuerpo seguía inmóvil y cuando lo hizo por tercera vez y no había ningún cambio un gran nudo se formó en su garganta si eso no funcionaba estaban jodidos, tendrían que llamar al número de emergencias. Pero no podía parar, para la cuarta vez que le pasó aire a sus pulmones por fin tuvo una reacción.

Another Day [Hyunlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora