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Félix había vuelto a la habitación después de su pequeño ataque de ira, ya estaba más calmado e incluso se empezó a sentir mal por haberlo hecho, pero en fin, el plato ya estaba roto, no hay manera de traerlo de vuelta.

Hyunjin ya no estaba acostado en la cama hecho un pequeño ovillo, ahora estaba sentado en ella con las piernas colgando de la parte que no estaba pegada a la cama, miraba el piso como si fuera el centro del universo mientras sus ojos cristalinos goteaban, ya era algo a lo que Félix estaba acostumbrado si se podría decir algo.

— Perdón. — habló en voz alta Hyunjin después de mucho tiempo de no haberlo hecho.

— ¿Por qué te disculpas, cariño? — Félix rápidamente se acercó a dónde estaba el chico de cabello negro, lo tomó de las mejillas para que pudieran mirarse de mejor manera, pero aun así Hyunjin ignoraba sus ojos.

— ...Porque no quiero comer. — esta vez salió como un susurro de un niño regañado. — Yo sé que tengo que comer, p-pero no puedo, Lix, no puedo hacerlo y sé que te enoja mucho eso, pero yo no puedo hacerlo, perdón, pero no puedo, simplemente no puedo hacerlo, por favor discúlpame Lix. — Hyunjin lloraba en su pecho al mismo tiempo que hablaban rápida y erraticamente.

El peli azul en ese momento empezó a sentir una culpa inmensa por lo que había hecho, claro, no lo había hecho con la intención de que Hyunjin se sintiera así, pero ya daba igual. Lo hecho, hecho está.

— Ya, tranquilo, ¿sí? — intentaba consolar a un chico que simplemente estaba cayendo en el fondo de su vida y eso era muy difícil para él. — Mejor vamos a dormir, eso te hará sentir mejor y tal vez te abra el apetito para cuando despiertes.

Hyunjin asintió débilmente, se acostó del lado de la pared con la vista nuevamente pegada a la ventana, si Félix podía decir algo sería que estaba secretamente decepcionado porque tenía la ligera esperanza de que Hyunjin por primera vez en mucho tiempo lo abrazara para dormir, y claro, eso no iba a pasar ni en sus sueños, por lo menos en ese momento.

Intentó dormir, pero no podía, sentía la fría mirada de Hyunjin en cualquier parte de la habitación, aunque no soltara ningún sonido y no se moviera en absoluto. En algún momento donde estaba harto de esto, se volteó para lograr ver a Hyunjin y la luz de la luna le permitió ver los pequeños ojos de este mirando el cielo.

Soltó un suspiro antes de decir cualquier cosa. — ¿Ah? ¿Así que no puedes dormir?

— Estoy bien.

— Es muy tarde, un poco de sueño no te hará mal. — intentaba convencerlo mientras quitaba esos rebeldes cabellos negros de su cara.

— No quiero dormir ahora.

— Bueno... Déjame pensar en algo... — el menor se paró y comenzó a buscar en los cajones de la mesita de noche, finalmente del más alto que estaba con llave sacó unas pequeñas pastillas azuladas. Sirvió un vaso de agua y se lo pasó a Hyunjin junto a una sola pastilla. — Tómala, te vas a sentir mejor.

Hwang tomó con algo de duda. — ¿Qué son? — revisó las pastillas de arriba para abajo como si estuvieran escondiendo algo.

— Pastillas para dormir. Tómala, vas a dormir muy bien y mañana despertarás con mucha energía. — lo animó y Hyunjin solo la tragó rápidamente junto a un solo trago de agua.

No tardó mucho para poder ver a Hyunjin con los ojos finalmente cerrados, se sentía victorioso, tal vez al día siguiente le vaya mejor.

Ver a Hyunjin calmado le daba años de vida, se veía sereno, sin preocupaciones, sin nada de lo que tenía que cargar en esos momentos, sin tristeza. Cuanto daría por verlo así todos los días, su deseo de todas las noches era verlo feliz y tenía una leve esperanza de que desde el siguiente día ese anhelo se pudiera cumplir.

Another Day [Hyunlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora