Capítulo 18.

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Taehyung despertó debido al aroma que provenía desde afuera de su habitación, haciendo gruñir su estómago y obligándolo a tener que levantarse busca de probar lo que fuera que estuvieran preparando. 

Desorientado, se incorporó sobre la cama y pasó ambas manos sobre su rostro, tratando de borrar la somnolencia que sentía. Observó como el reloj marcaba las siete en punto, demasiado temprano para su gusto, pero se dispuso a levantarse e iniciar su día. 

Sin preocuparse por su apariencia, salió de la habitación para encaminarse a la cocina, bostezando en el camino hasta que se detuvo al percatarse de un detalle. 

¿Por qué olía tan delicioso su departamento? Él no estaba cocinando, ¿Qué había sucedido la noche anterior? Recordaba apenas beber algo, había acostado a Jiyoung y luego... Jungkook

—Oh, mierda.—Susurró tan pronto como recordó los acontecimientos antes de caer dormido. 

Él se había besado con el azabache, demasiado. Taehyung podía recordar perfectamente la forma en que se había sentido teniendo a Jungkook frente suyo, las manos que había sostenido su cuerpo y los labios que recorrieron los suyos, como si de conocerlos se tratara. No habían parado en uno solo, después del primero siguieron muchos más que hacían sonrojar al pelinegro, ¿En qué había pensado? No, él en realidad no pensó, en absoluto. 

Cuando llegó al marco de la cocina, se detuvo abruptamente al ver la figura del azabache apilando un par de wafles sobre un plato, decorándolos con un par de frutas y miel, demasiado concentrado en ello como para percatarse de la presencia de Taehyung. No se movió de ahí, observando a detalle cada uno de sus movimientos hasta que se giró, alzando sus cejas en sorpresa. 

—Taehyung, buen día.—Sonrió, tomando el plato entre sus manos para colocarlo sobre la barra de la cocina.—¿Gustas desayunar? Preparé un par de wafles antes de irme a trabajar. 

—Hola.—Susurró, inseguro sobre qué decir. 

¿Qué debía de decir? Aún se encontraba asimilando todo, Jungkook aún estaba en su departamento y le estaba ofreciendo el desayuno, por un momento sintió la necesidad de salir corriendo y gritar, necesitando un respiro. 

—Espero que no te moleste que haya utilizado tu cocina.—Con cierta pena, desvió la mirada. 

—No, no hay problema.

Un silencio se instaló en la cocina, poniéndolos nerviosos mientras los segundos transcurrían. Taehyung no estaba seguro sobre qué decir, ¿Deberían de hablar sobre la noche anterior? O ¿Era mejor fingir que nada había ocurrido? Eso no sonaba correcto, pero temía lo que sucedería si conversaban el asunto directamente. 

Jungkook pudo ver la mortificación que sus ojos expresaban, por lo que decidió hablar primero. 

—Tengo que ir a trabajar, no tengo mucho tiempo ahora. Sé que puedes estar confundido en estos momentos, lo puedo ver, pero si quieres hablar sobre todo esto, ¿Te parece vernos más tarde? Ya que termine mi turno, si quieres claro está. 

Asintió rápidamente.—Por supuesto, está bien para mí. 

—Bien, entonces te mandaré un mensaje cuando salga de la guardería para vernos. Asegúrate de desayunar, Jiyoung despertó hace un rato pero se volvió a dormir tan pronto como lo cargué, no creo que tarde en volver a despertar. 

—Oh, está bien.—Volvió a asentir, viendo sus movimientos. 

Jungkook salió de la cocina en busca de sus pertenencias, moviéndose por la sala mientras Taehyung lo seguía de lejos, con los brazos envueltos alrededor de su estómago. Se tenían que despedir, ¿Debía de actuar normal? ¿Cómo eran sus despedidas antes? Nada de ello tenía que cambiar, ¿Verdad? Solo una despedida normal como antes lo hacían, un simple gesto de mano, es todo. 

Pero tan bien como el azabache podía leerlo, le mostró una sonrisa conforme se acercaba hasta donde se encontraba, alzando su mano para propinar una suave caricia sobre su mejilla antes de inclinarse y depositar un beso sobre su frente, separándose lo suficiente para verlo. 

—No sobrepienses las cosas, ¿Bien? Ya lo hablaremos en la noche, pero si no quieres quieres nada de esto tiene porqué cambiar, solo quiero que estés cómodo y tranquilo. 

—Está bien, solo estoy recién despertando.—Se excusó, mostrando una pequeña sonrisa. 

El azabache no dijo nada más, limitándose a su respuesta.—Mándame mensaje cualquier cosa que necesites, tendré el teléfono en mi bolsillo. 

—Ve al trabajo, no te preocupes.—Acomodando su abrigo, palmeó su pecho.—Espero que tengas un buen día, estaré esperando tu mensaje. 

Relajando su postura, asintió.—Gracias, también espero que tengas un lindo día. 

Con una última mirada, Taehyung lo observó caminar hasta la puerta, saliendo del departamento al tiempo que soltó la respiración que había estado conteniendo desde que los recuerdos invadieron su mente. Colocando sus manos sobre sus labios, amortiguo el grito que salió desde su garganta una vez que la realidad le asentó, sintiendo todas las emociones arremolinándose en su interior. 

Necesitando su celular, corrió a buscarlo en su habitación, encontrándolo entre las sábanas para poder agarrarlo y buscar el contacto de su mejor amigo, alguien debía de escuchar todo lo que había ocurrido y pensaba que esa persona era Jimin. 

No pasó mucho tiempo desde el primer timbre cuando la llamada fue contestada, gritando antes de recibir una respuesta. 

—¡Me besé con Jungkook!—Expulsó al aire, cayendo al suelo sobre sus rodillas. 

La línea quedó en silencio por un largo rato, separando su celular de su rostro para comprobar que la llamada aún continuaba hasta que escuchó un grito por el altavoz. 

—¡Yo lo sabía! Sabía que algo iba a suceder entre ustedes, no me equivoco en cosas del amor, estaba apostando todo mi aguinaldo por una relación que sabía que sucedería.—Sus palabras lo sacaron de su trance, prestando atención. 

—¿A qué te refieres? 

—Aposté con mi hermana que ustedes tendrían algo, había potencial desde el primer momento en que me hablaste de él no solo como un enfermero, sino como un amigo

—¡Esto es serio! 

—¡También lo mío! ¿Cómo sucedió el beso? ¿Cómo besa? Cuéntame todo. 

—Dios, no creo que sea bueno contarte mejor. 

—¡No, espera! Esto no puede ser contado por llamada, ahora mismo voy a tu departamento, ¿Si estás ahí? Voy saliendo de mi casa, llego en quince minutos.—Colgó la llamada sin dejarlo contestar. 

Mirando con incredulidad el celular, lo aventó detrás suyo sobre la cama mientras se mantenía en el suelo, ¿Qué estaba sucediendo esa mañana? Todo parecía estar fuera de sí, sentía que su vida estaba echa un desastre, más de lo que ya era comúnmente. 

Necesitando un poco de café para terminar de despertar, se levantó y salió de su habitación en busca de la cocina y con la esperanza de aclarar un poco su mente, ese sería el primer paso que haría. 

Sea lo que fuera que sucedería en ese momento, estaba dispuesto a enfrentarlo con una taza de café en la mano. 

That's not how this works | KVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora