That's not how this works | KV

Capítulo 03.

Taehyung observaba toda la cafetería, sin enfocar su mirada en el azabache delante suyo que esperaba entablar una conversación. El señor Lee les había dado la oportunidad de conocerse y estar seguros sobre la clase de relación que estarían teniendo una vez que aceptaran el contrato, pero el pelinegro se sentía tan tenso que no sabía por dónde iniciar.

Jungkook notó aquel comportamiento reacio del contrario, por lo que dió un pequeño trago a su café antes de hablar.—Dígame, ¿Cómo es su hijo? Así podré darme una idea.

—No es mi hijo.—Soltó sin siquiera medir sus palabras, sorprendiendo al otro.

—¿No es su hijo?—Cuestionó, desconcertado.

Negó.—No lo concebí.

—Pero no es necesario que lo haya concebido, hay otras maneras de tener un hijo.

El pelinegro mordió su labio, fijando su mirada sobre su bebida.—Es más complicado que ello, no estoy seguro de que lo pueda entender.

—Señor Kim, no pretendo molestarlo ni mucho menos, pero me parece extraño debido a que el señor Lee es muy estricto con el reglamento que tiene, y parte fundamental de ella es que solo los padres pueden inscribir al programa a los niños, no terceras personas.

—Lo entiendo, pero por ello hablé con él de manera personal para contarle de mi situación. Jiyoung no es mi hijo, es el hijo de mi mejor amiga, pero ella se fue y me dejó la custodia de él sin siquiera consultármelo, pero al tener veracidad el papel y su consentimiento para la ley soy su nuevo padre, como si lo hubiera adoptado.—Con un suspiro, cerró los ojos antes de empuñar sus manos sobre la mesa.—No pretendo que mi situación quede clara, solo estoy pidiendo ayuda mientras pueda acomodar mis horarios porque tener a un bebé como Jiyoung ocupa toda la atención posible, aún es muy pequeño y debo de estarlo cuidando todo el tiempo, pero también estoy corriendo el riesgo de perder mi trabajo y si lo hago no tendré sustento para proveer a él y a mí. No estoy seguro de cuánto tardaré, pero prefiero iniciar ahora porque de lo contrario mañana mismo me quedaré sin trabajo y no sé a quién más recurrir para que pueda ayudarme.

Jungkook parpadeó, perplejo ante sus palabras. Jamás había escuchado un caso como aquel en todos los años que lleva trabajando, pero no le pareció sumamente loco porque había leído de casos particulares como ese. Pudo observar la postura rígida de Taehyung, no solo por la incomodidad que estaba sintiendo en ese momento al estar frente a él, sino por el hecho de necesitar ayuda y sentir la desesperación que el pelinegro demostraba. Para él estaba bien trabajar y cuidar del bebé, al final de cuentas era su trabajo y a él le gustaba lo que hacía, el detalle era la confianza que el contrario debería de depositar en él para tal labor.

—No se preocupe, puedo entender la situación por la que está pasando, y debo ofrecer una disculpa en caso de que lo presionara a explicar sus razones. Esta reunión tiene el propósito de poder establecer las bases del contrato para ver si ambas partes están convencidas de aceptar, en mi caso lo estoy porque amo mi trabajo y siempre doy lo mejor de mí para que los padres se sientan cómodos en confiarme a sus hijos, sé que no es una tarea sencilla pero trato de buscar la comodidad para los dos. Es cuestión de saber sobre lo que usted requiere específicamente, si está completamente convencido de aceptar y lo que llegará después de ello.

—Necesito ayuda, de mi parte estoy de acuerdo.—Murmuró en un tono bajo, levantando su mirada hasta lograr conectar con sus ojos. Si bien persistía una nota de duda, el azabache lo entendía al pasar situaciones parecidas con otros padres. 

—Está bien, viendo que los dos estamos de acuerdo, es importante poner en claro las bases más allá del consentimiento mutuo. Necesitaré saber los horarios que tenga, de usted como de Jiyoung, necesitaré saber todo lo esencial respecto a los cuidados especiales que pueda tener, todo lo indispesable que crea que necesite para poder cuidar de su bebé.

El pelinegro se sintió desconcertado ante sus palabras. Escucharlo decir "su bebé" había sonado más extraño de lo que jamás imaginó, ¿Cómo podría adaptarse a esa realidad si había mentalizado por años de que no podía concebir? Sintió la necesidad de tomar aire, pero no quería asustar al azabache frente suyo, por lo que agarró del vaso de agua con una mano temblorosa, tomando un sorbo.

Jungkook observó con ojos curiosos sus movimientos, ¿Acaso dijo algo malo? También deberían de ver eso, lo último que quería era incomodarlo de alguna manera, debía de saber de qué forma referirse a su persona y qué temas no tratar, aunque por inercia lo supo.

—Claro, puedo hacer una lista, pero ¿A dónde puedo hacérsela llegar?

—Oh, déjeme ver eso.—Con una sonrisa apenada, sacó su celular de su bolsillo, desbloqueando la pantalla antes de tendérselo.—Si esto es seguro, lo primordial es compartir nuestros contactos. Teniendo mi número puede contar con que tendrá una respuesta inmediata, siempre procuro tenerlo conmigo y a volúmen alto, así que cualquier cosa puede llamarme o mandarme mensaje.

Taehyung agarró el aparato entre sus manos, tecleando su número en silencio antes de entregárselo.—Aquí está.

—Perfecto, gracias.—Marcó el número, provocando que el del pelinegro sonara con una música divertida antes de colgar.—De esa manera podrá agendar mi número.

Asintió, sacando su propio celular.—Entonces le mandaré la lista en cuanto la tenga.

—Estaré esperándola, ¿A partir de cuando necesita de mis servicios?—Tamborileo los dedos con entusiasmo.

—Bueno, si mañana podría ser estaría perfecto para mí, vuelvo al trabajo mañana así que lo necesito lo más pronto posible.—Confesó con un leve rubor.

—Está bien, entonces estaré esperando por usted para que me dé las primeras indicaciones del día. Mi turno comienza a las siete, pero suelo venir con mucho tiempo de anterioridad, así que estaré aquí a la hora que necesite.

Taehyung aflojó la bufanda que cubría su cuello, sintiéndose levemente aborchonado por el entusiasmo del hombre. Se estaba acoplando a esta idea, sin embargo el azabache parecía más que dispuesto para cualquier cosa que le pusieran enfrente. Con un suspiro, trató de sonreír antes de seguir con la conversación y alistarse para irse del lugar.

—Trataré de mandarle todo antes del anochecer, así puede prepararse. Ahora tengo que irme, Jiyoung probablemente no tarde en llorar por comida, así que debo de apurarme antes de que haga un berrinche, pero estaré en contacto.—Se levantó de su asiento, alzando su mano en su dirección.

El azabache la tomó, estrechándola.—Estaré esperando por usted.