Viernes, al fin viernes. Esta semana había sido realmente agotadora ya que, además de trabajar en el campo de Jeremy, también me pidió que lo acompañe a repartir toda la fruta y verdura al rededor del condado. No me importaba ayudarlo, al menos tendría paga extra, más para la alcancía.
Estaba cepillando a los caballos, el sol estaba algo fuerte a pesar de ser mediodía, aunque aún así, hoy hacia algo de frío. Estaba tan metida en mis pensamientos que ni siquiera escuché pasos acercándose o algo, lo único que escuche repentinamente fue aquella voz chillona, esa retorcida voz chillona que no escuchaba hacía meses.
—Ahm...disculpa, vaquera, ¿puedes decirnos donde queda la estación de servicio más cercana? Nos quedamos varados en este pueblito y necesitamos continuar—Sin poder creerlo, lentamente me di la vuelta para encontrar el rostro que menos quería ver. Tiffany se encontraba cruzada de brazos, su cabello rubio y largo caia sobre sus grandes pechos. Ella se sorprendió al verme, pude notarlo, pero no tardo en disimular su mirada y sacar su sonrisa burlona.—Mallory...así qué eres tú. Al menos sigues con vida.
—De todos los lugares adonde podías quedarte varada, ¿tenía que ser este?—Tiffany Boyer, la rubia perfecta, rica y hermosa, la cual paso por las camas de medio colegio. La cual jamás soportó que mi padre fuera más rico que el suyo en su momento. No quiero imaginar como aprovechara esta situación para burlarse y denigrarme todo lo que pueda. Mi mirada se mantuvo fija en ella, sin expresión alguna.
—Créeme, tampoco estoy feliz de estar en un pueblucho como este. De solo ver a las vacas de lejos me hace querer ir a mi jacuzzi y quedarme ahí por el resto del verano. Pero miremos el lado bueno, si no hubiera venido hasta aquí, no podría haber visto este gran espectáculo.—escuché pasos a mi espalda, seguro que era Jeremy, no quería que viera esta situación—¡Mírate Mallory!, ¡Tú!, ¡La gran chica exitosa de todo Beverly Hills, la futura empresaria, la más codiciada, la más deseada! Limpiando...popo de caballos. ¡Ja! Que irónico, creí que debía aguantar tu personalidad de sabelotodo por el resto de mi vida.
Me di la vuelta, volviendo a cepillar el caballo, de reojo pude ver a Jeremy ahí parado, observando. Si estaba él, no pensaba responderle a esta rubia hueca.—Vete, Tiffany. Este no es lugar para tí, busca ayuda en otro lado y deja vivir en paz a los demás.
—¿Te avergüenza que te vea así? Pasaste de usar un vestido Balenciaga a usar un estúpido sombrero de vaquero. Oye, si quieres puedo darte trabajo en mi mansión, ya sabes, de criada.—me di la vuelta, mirandola, estaba loca, estaba completamente loca y mi paciencia no estaba durando mucho—me preocupo por tí, Mallory.
—¿Ah si?, ¿como esa vez que tuviste que acostarte con mi novio para ver si "estaba a mi altura"? Te encantan las sobras Tiffany.
—¿Sobras? Yo no como sobras, a mi me SOBRAN las cosas, y lo sabes más que nunca.
—¡Oye Tiffany!, ¿porque tardas tanto? Era solo preguntar—una tercera voz se sumo a la conversación. Observe al delgado chico que se acercó a la rubia. Jacob, amiguito de Tiffany y perro faldero de ella. Él me observó por un momento y luego reaccionó— Wow Mallory, ¿eres tú? Espera un momento tengo que sacar una foto de este momento—sacó su celular de su bolsillo pero antes de que siquiera pudiera tomarlo con ambas manos, Jeremy habló.
—¡Guarda ese celular si no quieres conocer lo que es que te lo metan por el culo!—Levanté mi mano, señal para que guardará silencio.
—Tranquilo Jeremy, yo me encargo.—lo único que faltaba es que Tiffany le metiera una denuncia a Jeremy por quien sabe qué cosa.—Vete, Tiffany, sabes bien que ni aunque teniendo todo el dinero del mundo no puedes llegarme siquiera a los pies.
Mi mirada volvió al caballo, ella tardó en responder, mientras escuchaba murmullos de parte de Jacob.
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El amor entre la Luna y el Sol // Ian Bohen
RomanceMallory, hija única de una de las familias más ricas de la ciudad, lo pierde todo en un abrir y cerrar de ojos al tener que vender todo para poder saldar la deuda de su padre. Al quedarse sin nada, el padre de Mallory consigue una casa prestada en...