El amor entre la Luna y el Sol // Ian Bohen

《Capitulo 2》

Aun no entendía bien como papá podría adaptarse a un lugar como este. Paso de ser un empresario que jamás se ensució los pies, a trabajar en una fábrica de leche, con vacas.
Mientras tanto, mamá estaba disfrutando el momento. A diferencia de mi padre, ella se crío junto a su hermano en una granja con el abuelo. Conocía lo que era tratar con animales, ensuciarse con barro, tierra o incluso materia fecal de distintos animales. Se había levantado a la hora que se fue mi padre a trabajar y ha estado limpiando y acomodando la casa desde entonces.
En cambio yo, no pude pegar el ojo en toda la noche, tenía mucho miedo de que algún insecto entrará a mi habitación, otra cosa es que aún no tenia cortinas, por lo que la habitación quedaba extremadamente oscura de noche, con muchos ruidos extraños sonando afuera.

No podía seguir en este lugar, de hecho, no podía seguir en ESTE LUGAR. Tenía que irme de aquí lo antes posible, pero ¿como? No tenia dinero, ni trabajo, ni nada, ni aquí ni en la ciudad. No podía volver a la ciudad así como así, las universidades son pagas, por lo que debería trabajar, pero a la vez necesito ahorrar para poder alquilar algún departamento. Debería estar trabajando casi todo un año para poder siquiera pagar la universidad. Y allí, ya no tenía nada.

Ni siquiera mis amigas me han llamado o mandado un mensaje para saber como estoy, o que fue lo que sucedió. Debo ser el chisme favorito de muchas familias de la alta sociedad en este momento. Tal vez, si encontrara un buen trabajo aquí, podría ahorrar algo de dinero e irme otra vez a la ciudad. La simple idea me entusiasmaba mucho, por lo que me cambié y baje las escaleras, dirigiéndome a mi madre.

—Oh, buenos días cariño, tu desayuno esta sobre la mesa.
Me senté en la pequeña mesa redonda en el medio de la sala, la cual ya estaba aquí cuando entramos a la casa.

—¿Cafe?

—Mientras irrumpian en nuestra casa  guarde absolutamente todo lo comestible que encontré en una bolsa. Así que tenemos para comer por unos cuantos días hasta que le paguen el primer sueldo a tu padre.
Tome el café, recordando todo lo sucedido ayer, una profunda tristeza me invadía, pero no podía hacer nada, y tampoco me iba a dar el lujo de llorar, era lo último que quería hacer frente a mis padres.

—Por cierto, mamá...quiero trabajar.—mi madre soltó la bandeja de plástico que sostenía en sus manos, sorprendida.

—¿T-trabajar?

—Bueno...creo que sería una buena forma de ayudarlos a ustedes y...de ahorrar un poco. Vamos mamá, dentro de unos días cumplo los veinte, no me prohibirás trabajar ¿no?

—¡No!, no, solo...estaba pensando en algún trabajo bueno para ti, digo, aquí solo trabajas en fábricas, cosechas, o animales. Y tu jamás has trabajado en nada, tal vez puedas comenzar atendiendo alguna tienda de por aquí, se te da bien para hablar con la gente y memorizar cosas.

—¿Siquiera hay tiendas aquí?—como respuesta recibi una mirada de reproche de parte de mi madre.

—Ten—ella me tendió un pequeño papel con indicaciones a como llegar a un lugar—ve a esa tienda a preguntar, yo fui hoy a comprar un limpiador para el suelo.

—¿Tienes dinero?

—Solo tenia treinta dolares, ahora tengo diez. Ve, no tienes forma de perderte así.
Termine mi café y salí camino a esa tienda, según mamá, tenía que pasar la fábrica lechera de papá, seguir por el camino hasta salir a la carretera, doblar a la derecha hasta encontrarme con un enorme tacho de agua rojo. De ahí, doblaba otra vez hacia la derecha, encontrar la calle llamada "manchester" y doblar hacia la izquierda.

Gracias a las detalladas indicaciones de mamá, encontré la tienda a la que se refería. Me adentre a esta, parecía más bien un mini mercado, de esos que son tienda y supermercados a la vez, y me dirigí a la caja donde había una señora de tal vez unos cuarenta años.