II - Inusual emoción, ¿por eso?

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Las clases de la siguiente hora iniciaron y ni siquiera en clase Frida y Eli se calmaron, se lanzaban papelitos continuando con su pelea mañanera.

En todo el rato no me pude concentrar en la clase por eso, algunas veces las veía mal para que se calmaran, pero ambas eran obstinadas.

Julieta y Rosy estaban atentas a la clase, apuntaban lo del pizarrón y agregaban anotaciones de la aclaración del profesor. Suspiro cansada, con sueño y fastidiada un poco, entonces todos sacamos nuestro libro de lecturas.

Vemos a nuestro profesor suspirar antes de escojer al azar a un compañero para que empezara la lectura.
Toco mi frente buscando tener un alivio, me sentía cansada, con sueño y hambre; segundos después un compañero empieza a leer.

Su voz, me quedé encantada con su forma de leer, elegante, limpia, fuerte y clara, así defino la voz de ese compañero. Incluso pasé de contar el tiempo para salir de la clase a prestarle atención a su voz.

Su pulcra forma de hacerlo, el cómo da los tiempos de pausa correctamente, todo es...

—Nikol, copia eso rápido, el profesor ya lo va a borrar— salgo de mi trance con el susurro de Julieta, sacudo levemente mi cabeza para ver el pizarrón y... ¡Ah PTM!, Es mucho apunte que tomar.

Lo copio con velocidad, rogando por más tiempo para escribir y a medio apunte un compañero por orden del profesor borra todo el contenido del pizarrón.

—¡Espérese, espérese profe! ... ¡AAH!— digo en un susurro anotando con más rapidez, Lo último lo digo elevando un poco mi voz, lo bueno fue que por el ruido en el salón no se oyó.

Pero las letras del pizarrón son borradas, suspiro cansada, no sabía en qué momento me dejé entrar en un trance con... Su voz, la voz de ese compañero.

—No te preocupes, puedes copiar mi apunte— me dice suavemente Rosy, me da su cuaderno y yo la miro agradecida.

—Se me hace extraño, hoy estás distraída— habla Eli viéndome terminar mi apunte.

—Cierto, siempre copias todo a tiempo— Frida termina de completar la idea, mientras guarda sus plumas en su estuchera.

—Sabemos lo muy distraída que eres, pero hoy estás muchísimo más— Julieta dibuja en su cuaderno atenta a la conversación hoy.

Me quedo pensando, por supuesto que soy distraída pero igual me siento hoy más distraída que nunca, con tan sólo los primeros minutos oyendo su voz me sentí diferente.

[ . . . ]

Nuestro grupo tuvo la última hora de clase libre, mis amigas y yo aprovechamos para pasear por las canchas del instituto.

El día estuvo tranquilo, el viento iba y venía con calma, incluso la luz del sol era cálida, no muy caliente además de la ausencia de nubes, todo el cielo despejado.

—Menos mal que la maestra de lógica no vino— digo a lo que mis amigas asienten.

—Sí, finalmente nos dio un respiro— Frida se estira un poco.

Definitivamente, nos ha dado un respiro después de semanas sin que falte la maestra.

Mi cabello se mueve al ritmo del viento, era tan fresco este día, como si algo bueno fuera a pasar.

—¿Ya determinaron sus predicciones?.

—No, hoy no podemos determinar bien lo que pasará— Eli contesta con cansancio.

ᵁⁿ ᵃᵐᵒʳ ᵈᵉ ᵐⁱᵉˡDonde viven las historias. Descúbrelo ahora