Jamie Stone es el capitán del equipo de waterpolo y un adicto a los datos random.
Daniel Neveu, el del equipo de básquetbol y su pasión es ligar con lo que haga sombra.
No tienen mucho en común, salvo su amor por Luke Jones (el chico más adorable qu...
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Daniel
Me siento tan jodidamente feliz que... Es extraño.
En cualquier otro momento, estoy completamente seguro, no hubiera querido hacer nada por mi cumpleaños. Pero, la verdad, es que no he tenido tiempo de procesar el hecho de que la próxima semana tenemos la semifinal del campeonato y yo estoy fuera del equipo titular. Que, básicamente, todos mis planes universitarios se deben haber ido a la soberana mierda, si mi único plus era presentarme como el capitán de la selección de baloncesto.
—¿Estás bien, Dani? —me pregunta mi novio, mientras que yo estoy pegado, tratando de hacer un nudo al globo que tengo en las manos—. Tienes esa cara que pones cuando algo te preocupa.
¿No decía yo? Es imposible procesar nada, si él me mira así.
Es demasiado adorable.
Trato de cambiar un poco mi expresión, por una más juguetona.
—¿Ya te sabes mis caras, Jamie Stone? —eludo, sonriendo, para luego entrecerrar los ojos y repasarlo con la mirada, descaradamente—. ¿Y esta de qué es?
Su rostro se sonroja casi en el acto.
—Mi favorita —dice.
—Joder —gruño—. Ven aquí.
Dicho esto, lo jalo de la camiseta y lo siento en mis piernas, olvidándome del maldito globo, que se desinfla ruidosa y aleatoriamente, detrás de nosotros. Él me rodea el cuello con los brazos y yo suspiro, sintiéndome más en calma.
—Solo estoy un poco preocupado —aclaro, después de un momento, sin querer dejarlo fuera de lo que me está pasando—. Ya cumplí diecinueve y la universidad se ve un poco complicada, ahora que estoy fuera del equipo. Mis padres están bastante decepcionados, pero aun así, consiguieron una entrevista con el director, ya que tuve contarles todo... No les gustó para nada que fuera a robar una prueba para incriminar a alguien, sin indicios concretos de que sea el creador del perfil de Instagram. Le pedí a Kao que me mandara los pantallazos y todo eso... Ahora siguen cabreadísimos, pero al menos ya no conmigo. Me ayudarán a que Stevens reconsidere. —Arrugo un poco el ceño—. Mi padre es persuasivo y un patán. Viajará desde Francia solo para esto.
—¿Y cómo pretende convencerlo?
—Es abogado. Con eso lo digo todo.
Jamie parece no dar crédito a la información que le estoy revelando.
—Espero que salga bien, entonces —murmura, sobándome la espalda como para darme apoyo—. Me parece increíble que te apoyen así, por lo menos.
Me encojo de hombros.
—Saben que no tengo mucho futuro en otra cosa. —Antes de que Jamie pueda replicar, continúo—: No es conmiseración, es la realidad. No soy muy bueno en nada más y si esto opaca mi posible reclutamiento a un equipo universitario, mis padres saben que las posibilidades se acortan. Yo no soy como Jean Pierre.
