18. La daga kunai

1.8K 258 166
                                    

Jealous - Nick Jonas

Jealous - Nick Jonas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Jamie


La casa de Daniel Neveu era el último lugar en el que querría estar hoy y, sin embargo, aquí estoy, siendo arrastrado del brazo por Kaoru hacía la cueva del monstruo.

No es que no me gusten las fiestas, pero no tengo ganas de ver a Neveu, no después de lo que pasó entre nosotros en la ducha, a pesar de que dije que no iba a actuar extraño, no puedo evitarlo. ¿Cómo miras a la cara a una persona que te chupó la polla sin ser nada? Ya sé que es mi supuesto novio, pero eso es una mierda, no cuenta.

Además, también creo que voy a vomitar si lo veo, de manera literal y figurada, y es que no he podido dejar de pensar en él y estoy pensando seriamente en decirle que se cancela toda esta mierda, y sé que el muy imbécil no me dejaría renunciar, y entonces se me saldría la verdad de porqué estoy tan asustado al respecto, y eso, es lo que menos quiero que sepa.

La casa está a reventar, hay música sonando y alcohol por todas partes, y lo único bueno de todo esto es que Luke está aquí, debido a que Jean Pierre invitó a todos los otros candidatos. Me separo de Kao y Nick para buscarlo, aunque sea para mirarlo de lejos de forma agonizante, eso igual mejoraría mi noche un 200%.

Llevo vagando unos cinco minutos cuando encuentro la cocina, y al fin lo veo, apoyado en la barra conversando con ¡Me lleva la verga! El puto de Neveu.

Este ser infame está sentado en un taburete de la cocina conversando con Luke, quien tiene en las manos un paquete de pretzels y le mira con un poco de preocupación, y entonces toda la escena se pone rara de cojones. Luke le toca la frente a Neveu, con el entrecejo fruncido, y le mueve la otra frente a los ojos, para llamar su atención.

—¿Qué está pasando aquí, Daniel? —Pregunto acercándome, esto no me gusta.

Siento la cabeza hervida, y me molesta ver cómo interactúan y cómo Daniel está sonrojado y con cara de soñador, mirando a Luke como si fuera un tesoro. No, ¿vale? Esa mirada es la misma que me dio a mí en las duchas y me hace sentir un retorcijón tener que compartirla con el niño orgánico, aunque sea precioso y se merezca que lo miren así. Que lo mire así Adam, no el estúpido este.

Y entonces el muy aprovechado se inclina y apoya su cabeza en el hombro de Luke, escondiendo la cabeza en su cuello. Na-ah, no en mi guardia, engendro. Siento como se me contrae la cara con la rabia que me invade. Necesito que deje de tocarlo, definitivamente no pueden tocarse así, no cuando esas manos tatuadas me pertenecen a mi.

—Oh, hola, Jamie, creo... Oh, sí que pesa... Creo que se desmayó, ¿me ayudas?

¿Cómo dice este otro? Me muevo hacia su lado y enderezo a Daniel para que dejen de tocarse, Luke no se lo merece. El engendro tiene los ojos cerrados, pero una sonrisa boba en el rostro.

Guía de cómo (no) conquistar al chico de tus sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora