10.

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Enzo Vogrincic.

Matías estaba mal, algo le pasaba. Estoy seguro de que no estaba bien y simplemente me estaba metiendo un verso. Pero, ¿habré hecho algo mal, o simplemente está de mal humor?
Estábamos mantienendo un silencio, uno que raramente no era incómodo, si no, pacífico. Disfrutando éste, y sin darme cuenta me apoyé sobre el hombro de Matías. Éste me dedicó una mirada, confundida, pero alegre. Y así estuvimos un rato bien largo, hasta que nos dimos cuenta de que eran pasadas las 9, así que decidimos subir a buscar nuestras cosas para poder irnos a el aeropuerto.
Ésta vez no había pasado nada en el ascensor debido a que no éramos los únicos presentes ahí, también estaban Kuku y Blas que iban a hacer lo mismo que nosotros.
Al llegar a la habitación, Matías y yo no nos dirigimos la palabra, solo nos miramos, y cómo desde hace unos días estábamos durmiendo juntos, Mati tenía sus cosas ahí, cuáles un día antes había preparado.
Cómo por tercera vez, cruzamos miradas, pero ésta vez me acerqué a Matías, para poder dejarle un pequeño y suave beso. Éste correspondió a mi gesto y así empezamos a besarnos bruscamente. En un abrir y cerrar de ojos, ambos estábamos abrazados absolutamente sin nada de ropa acostados en la cama.
Agarré mi teléfono, para ver la hora y me quería morir. Eran las 10:00 en punto. Los chicos nos iban a matar si no bajamos ahora.

— Chiqui, tenemos que bajar. Son las 10 de la mañana.

Mati me miró, hizo puchero.

— Pero yo me quiero quedar un ratito más, acá con vos.

— Sabés que si fuera por mí me quedaría todo lo que quieras con vos. Pero ahora no podemos, tenemos que irnos. 

Matías simplemente suspiró y asintió con la cabeza, levantándose de la cama para poder vestirse.

Ya estábamos en el aeropuerto, a punto de viajar. Me tocó sentarme con Esteban, cuál era cómo mi mejor amigo. Realmente habíamos tomado muchísima confianza en tan poco tiempo, y eso era  muy agradable ya que podía confiar en el, y el en mí.
Por otro lado, Matías estaba adelante nuestro, sentado con Juani. No sé por qué, pero siempre que lo veo con el siento una extraña sensación, ¿serán celos? no lo sé, Matías y yo no somos nada. Aunque me encantaría ser todo con el.

Es todo o nada.

Una vez llegamos a España, ahí eran las 4 de la tarde. Bayona nos había mandado nuestras piezas, las cuáles iban a ser de a 4. A mí me tocó con Juani, Pipe y por suerte, Matías. Entramos y nos percatamos de que raramente, habían dos camas matrimoniales. Es decir, tendríamos que dormir de a dos. Igual a mí no me molestaba, de hecho, hace días vengo durmiendo con Matías y duermo perfectamente. Lo que no sé es que van a decir los chicos. Pipe y Juani eran mejores amigos, pero ambos tenían una "relativa pareja" y con ésto me refiero a que según lo que se vé, Fran y Juani son algo, también Pipe y Blas. Yo pensaba que éste último estaba con Esteban, pero parece que no, simplemente intentaron algo que no funcionó y decidieron seguir cómo amigos y compañeros de trabajo. Obviamente, Felipe que ya desde hace un tiempo venía enganchado con Blas, aprovechó la situación.

— ¿Que hacemos? — Preguntó Matías.

— Por mí, no hay problema. Somos todos amigos, no va nada más allá que eso. — Respondió Pipe.

— Opino igual que Pipe. — Añadió Juani.

— Por mí no hay problema. ¿Pero cómo vamos a dormir? — Pregunté.

— Yo duermo con Enzo, pero solo porque es el único que no tiene "pretendiente" y no me van a poder tomar de un "rompehogares". — Dijo Matías.

Obviamente, nosotros dos sabíamos que esa no era la razón por la cuál Matías quería dormir conmigo, pero simplemente solté una risa y me quedé callado.

— Bueno, dale. Yo duermo con Pipe, pero te voy avisando, me tocas y grito que me están violando, eh. — Dijo Juani, burlándose.

Todos nos empezamos a cagar de risa, nos tentamos demasiado.
Estuvimos desempacando toda la tarde, pero no fué nada aburrido. Nada es aburrido cuando están los chicos, con el poco tiempo que llevaba de conocerlos ya me había encariñado muchísimo, y eso que soy de las personas que tardan en agarrar confianza.

Una vez terminamos de acomodar todo, se nos ocurrió mirar una serie. Mientras Juani y Pipe bajaban a buscar unas pizzas y bebidas, Mati y yo nos quedamos en la pieza intentando conectar la cuenta de Netflix de Juani, con los datos que éste nos había dejado anotados.
Matías solo me miraba, no hacía otra cosa más que eso. Hasta que se sentó arriba mío. Me miró y dejó un hermoso beso en la comisura de mis labios.
Yo aproveché el momento y lo tomé de la cintura para besarlo. El correspondió a mi acción. No íbamos a hacer nada, sabíamos que en cualquier momento nuestros compañeros iban a regresar. Pero no les voy a mentir, me lo comí a besos.

"Hablamos a besos,
porque las palabras se quedan cortas. "

Al escuchar que la puerta se abría, rápidamente nos separamos e hicimos cómo si nada hubiera pasado. Matías se acercó a mi oído para surrarme algo.

— Te amo, Enzo.

Mi corazón estaba a punto de estallar. Las conexiones existen, surgen solas y no se dan con cualquiera.

— Yo también te amo, Matías. — Respondí.

Los chicos entraron y simplemente no dijeron nada, dejaron la pizza sobre la mesa y empezamos a ver la serie que tanto queríamos y que tantas veces habíamos visto. Rebelde Way.

¿Saben? yo también quiero quedarme para cosas buenas.

🧉🧉🧉🧉🧉🧉

Helouu, ¿me extrañaron?
¿Cómo están, qué cuentan?
discúlpenme, yo no soy de las personas que se sienten cómodas escribiendo un +18. Pero si ustedes realmente quieren ver una escena así, dígamelo y yo lo hago.

En fin, es de madrugada, éste capítulo es gracias a que no puedo dormir así que si hay alguna falta de ortografía, discúlpenme.

Sin nada más que decir, los amo, BAYSSS🤍

(Yo leo los comentarios, no saben lo feliz que me ponen. Si puedo, les respondo 🤍)

Una luna para cada noche de París |•Matías x Enzo•| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora