𝑬𝒍 𝑹𝒆𝒈𝒓𝒆𝒔𝒐

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𝗡𝗮𝗿𝗿𝗮 𝗔𝗴𝘂𝘀𝘁𝗶𝗻𝗮.

Estaba acomodando todas las cosas mías y de mi mamá para volver a Fuerte Apache y estaba bastante nerviosa. ¿Qué iba a hacer cuando lleguemos? ¿A quién iba a visitar primero? ¿Me recordarán todos? Digo, había cambiado bastante desde aquella vez que me fuí de ese lugar. Muchas preguntas rondaban en mi mente hasta que un grito me sacó de ese transe

- ¡Pendeja de mierda, dale, nos tenemos que ir ahora! - Era mi mamá, como había dicho antes ella desde que murió papá está todo el tiempo drogada, desde que el se fué me trata mal y actúa como si no me quisiera... 𝑂 𝑝𝑟𝑜𝑏𝑎𝑏𝑙𝑒𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑛𝑜 𝑚𝑒 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑒 𝑑𝑒 𝑣𝑒𝑟𝑑𝑎𝑑.

- Ya voy ma, ahí bajo - Le dije bastante emocionada, por fin iba a volver a mi verdadero hogar.

(...)

El viaje fué un poco largo, tardamos unas 5 horas y fuimos en auto, obviamente, manejaba mi tío, el nos había ido a buscar para volver al barrio. Todo el trayecto estuvimos callados, nadie se atrevía a decir ni una palabra, hasta que mi tío rompió el silencio con una charla bastante cómoda entre nosotros dos.

- ¿Y cómo te iba en la escuela, Agus? - Preguntaba con un poco de vergüenza ya que no hablábamos desde hace 4 años.

- Bastante bien, aprobaba todo y era la más inteligente de todos - Mentía, no podía decirle que me iba mal y que no tenía amigos, era muy vergonzoso que una Álvarez no tuviera amigos.

- Me alegro muchísimo, sos el orgullo de la familia - Lo dijo sarcásticamente y con una sonrisa en el rostro. Yo solo me reí y asentí con la cabeza.

-Bueno che, ya llegamos - Dijo mi tío con una sonrisa en la cara bastante notable.

Yo estaba más que feliz, todo seguía igual que antes y eso me ponía bastante bien, aunque me da pena a la vez por ver que sigue habiendo pobreza por todos lados.

Apenas bajamos del auto le pregunté a mi mamá si podía ir a dar unas vueltas por ahí a lo que me dijo que sí, y con una sonrisa me fuí a caminar un poco.

A lo lejos ví como dos chicos desde la terraza de un edificio le trataban de escupir a un viejo, y ese era el Cachucha, un viejo verde asqueroso. Me detuve a ver bien y eran Danilo y Carlitos, estaba caminando para ir a ellos hasta que escuché un grito y puteadas del viejo verde de Cachuca.

-¡La concha de dios! ¡Pendejo del orto! - Gritaba Cachucha al haber recibido un garzo de aquellos chicos, ellos solo se reían mientras el viejo los insultaba en 80 idiomas distintos.

- ¡Te voy a prender fuego, eh! ¡Te voy a prender fuego a vos y a tu hermano! - Gritaba nuevamente el mismo señor.

- ¿A quién va' a prender fuego vo'? ¿Qué hace' acá molestando? ¡Dale, viejo pervertido! Vení dale, tomatela' de acá - Decía el Pincha al escuchar cómo gritaba el Cachucha.

- Eh mirá Carlo', esa no e' la Pochi? - Preguntaba aquel chico de piel clara y ojos marrones.

-Eh, Pochi! Acá arriba - Escuché cómo me gritaban esos dos chicos. Claramente los saludé y les dije que bajaran.

- Qué onda, Pochi? Hace bastante que no te aparece' por acá - Me decía y saludaba el Pincha con un abrazo al no verme por casi 3 años.

- Todo bien, ¿Y vos Pincha? Hace bocha que no te veía wachito - Le dije mientras le devolvía el abrazo.

- Después tenemo' que juntarno' Pochi, así me conta' todo lo que hiciste ese barrio de cheto', veo que seguí' igual, no cambiaste nada wachina -

- ¿Qué voy a cambiar yo? Si ese barrio era puro chamuyo. Adema' yo lo' extrañaba a todo' ustede' - Le decía yo con una sonrisa.

𝑻𝒉𝒂𝒕 𝑮𝒊𝒓𝒍 ; D. SanchezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora