⚠️antes de empezar te vengo a decir que si este tipo de historias (omegaverse, BL, fanfic, lectorx x personaje etc) te quiero pedir con mucho cariño que no entres a esta historia y sigas de largo. Porfavor evita malos comentarios y busca algo de tu...
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⋆ ֺ𓈒 ۟ 𓈒𝆬⭒๋࣭ 🪐⭑ ֶָֺ֢ ۟ ⭒𓈒𝆬
Kenji sintió un dolor agudo en el vientre, y se llevó la mano a la barriga. Estaba en el hospital, acompañado por Lois, que lo había llevado de urgencia. El doctor le había dicho que estaba de parto, y que pronto conocería a su hija. Kenji estaba nervioso, y emocionado.
—Tranquilo, Kenji. Todo va a salir bien —le dijo Lois, cogiéndole la mano.
—Gracias, Lois. Gracias por estar aquí —le dijo Kenji, apretando su mano.
Lois era la madre de Francis, y la abuela de su hija. Era la única persona que podía estar con él en ese momento, ya que Francis estaba en la escuela militar, y no podía venir. Kenji extrañaba a Francis, y quería que estuviera con él. Quería que viera nacer a su hija, y que la abrazara. Quería que fuera el primero en decirle te quiero, y en besarla. Quería que fuera el padre que se merecía.
Pero Francis sí podía estar con él, y Kenji lo sabía. Francis había pedido un permiso especial, y se lo habían concedido. Francis había viajado toda la noche, y había llegado justo a tiempo. Francis había entrado en la habitación, y había abrazado a Kenji. Francis había dicho que lo amaba, y que lo apoyaba. Francis había dicho que estaba con él, y que estaba orgulloso de él. Francis había dicho que esperaba a su hija, y que la quería. Francis había dicho que era el mejor papá del mundo, y que lo admiraba.
Kenji se había emocionado, y le había dicho que lo amaba, y que lo extrañaba. Le había dicho que lo necesitaba, y que estaba agradecido con él. Le había dicho que cuidaría de su hija, y que la haría feliz. Le había dicho que era el mejor papá del mundo, y que lo respetaba.
Se habían dicho te quiero, y se habían besado. Se habían prometido que pronto estarían juntos, y que formarían una familia. Se habían jurado que nadie les quitaría a su hija, y que la protegerían. Se habían sentido padres.
El doctor entró en la habitación, y se acercó a Kenji. Le sonrió, y le dijo que era el momento. Le dijo que lo iban a llevar al quirófano, y que le iban a hacer una cesárea. Le dijo que no se preocupara, que todo iba a salir bien. Le dijo que en poco tiempo tendría a su hija en brazos, y que sería el día más feliz de su vida.
Kenji asintió, y se dejó llevar. Lois y Francis lo acompañaron, y le dieron ánimos. El doctor lo preparó, y le puso la anestesia. Kenji cerró los ojos, y pensó en su hija. Pensó en cómo sería, y en cómo se llamaría. Pensó en Hikari, que significaba luz. Pensó en la luz de su vida, y en la luz de su amor.
De repente, escuchó un llanto, y abrió los ojos. Vio al doctor, que le sonreía, y que le mostraba a su hija. Era una niña preciosa, con el pelo rubio y los ojos claros, como Francis. Tenía la nariz respingona y la boca pequeña, como Kenji. Era una mezcla perfecta de los dos, y era la niña más bonita del mundo.
