⚠️antes de empezar te vengo a decir que si este tipo de historias (omegaverse, BL, fanfic, lectorx x personaje etc) te quiero pedir con mucho cariño que no entres a esta historia y sigas de largo. Porfavor evita malos comentarios y busca algo de tu...
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⋆ ֺ𓈒 ۟ 𓈒𝆬⭒๋࣭ 🪐⭑ ֶָֺ֢ ۟ ⭒𓈒𝆬
El viento gélido de Alaska soplaba a través de los rascacielos mientras Kenji, Francis y su hija Hikari disfrutaban de su nueva vida en el penthouse. Para Kenji, era un cambio emocionante mientras se dedicaba a sus estudios de derecho y se sumergía en el mundo de la abogacía. La perspectiva de seguir los pasos de su abuelo, un respetado abogado, lo motivaba cada día.
"¡Mira, Hikari! Este será nuestro nuevo hogar", dijo kenji, sosteniendo a su hija en brazos mientras miraban por la ventana del penthouse. "¿No es emocionante?"
Hikari balbuceó con entusiasmo, extendiendo sus pequeñas manos hacia la vista que se extendía ante ella.
Mientras tanto, Francis se sumergía en su trabajo en un rancho. El paisaje impresionante de Alaska le encantaba, aunque la jefa de su trabajo era una bruja.
"Kenji, ¿has visto los glaciares hoy? ¡Son impresionantes!", exclamó Francis una tarde mientras regresaba del trabajo.
Kenji asintió, sonriendo. "Sí, definitivamente tenemos que llevar a Hikari a verlos este fin de semana."
Hikari, con sus brillantes ojos curiosos, exploraba el mundo que la rodeaba con asombro. A sus 10 meses de edad, su risa y sus balbuceos llenaban el penthouse con una energía contagiosa. A veces, Kenji la llevaba consigo al trabajo o a la universidad, disfrutando de la compañía de su hija. Si bien hikari tenia una niñera kenji preferia llevar se la al trabajo o a la universidad cuando sus horarios eran largos.
"¿Estás listo para ir a la universidad con papá?" preguntó Kenji una mañana mientras se preparaba para salir.
Hikari respondió con balbuceos y extendiendo los brazos hacia él.
"Aww, creo que eso es un sí", dijo Kenji, recogiendo a Hikari en sus brazos. "Nos vemos más tarde, cariño", se despidió de Francis antes de salir.
Aunque tenían una niñera para ayudar en ocasiones, Kenji prefería pasar el máximo tiempo posible con Hikari, compartiendo momentos especiales juntos. Desde paseos por la ciudad hasta tardes en el parque, padre e hija creaban recuerdos inolvidables. Hoy kenji llevo a hikari a dar un paseo al parque.
"¡Papá!" exclamó Hikari balbuceando, sosteniendo una hoja caída en el parque.
Kenji sonrió mientras se agachaba para mirarla. "¡Eso es genial, Hikari! ¿Quieres guardarla como recuerdo?"
Hikari respondió con más balbuceos y una sonrisa radiante.
La vida en alaska, les ofrecía nuevas experiencias y desafíos, pero juntos, Francis, Kenji y Hikari formaban un equipo fuerte y unido. Cada día era una aventura emocionante, llena de amor, risas y aprendizaje mutuo. Y en el penthouse, rodeados de vistas impresionantes y el cálido afecto de la familia que crearon, sabían que estaban en el lugar adecuado para construir un futuro brillante juntos. El viento de Alaska soplaba con fuerza contra los cristales del penthouse, pero dentro, el calor de la familia lo hacía un refugio acogedor. Kenji, con libros de derecho esparcidos ante él, estudiaba con la determinación de quien tiene un legado que honrar. Su abuela, una jueza de renombre, había dejado una huella profunda en su camino, y Kenji estaba decidido a seguir sus pasos.
