Capítulo 8

175 48 4
                                    

Él se dijo que era hora de arriesgarse un poco. Debía ser honesto, se prometió que ese día en particular, sin arruinar la fiesta de Jimin, debía hablar con Taehyung y ser honesto. Era lo mejor, era factible decírselo y ya, sin pensarlo demasiado.

Lo que menos quería era tratar de aparentar algo que no era.

Su tía fue clara al decirle que Hoseok debía ser fuerte y claro cuando se trataba de conseguir lo que él quería. En este caso, no sabía si lo haría, pero estaba seguro de sí mismo y estaba bien si le decía una negativa ante su declaración.

Aún cuando se estaba mintiendo para no decaer, porque sabía que sino era optimista, jamás lograría decírselo.

Pero estaba cansado. Cansado de fingir y peor que ahora todo parecía un malentendido. Podía ser muchas cosas, pero no quería que Taehyung se llevará un concepto engañoso sobre él, aún cuando sabía que jamás lo miraría con otros ojos.

Sin embargo, todo podía quedar bastante bien y claro. Destrozaría a Hoseok que el hombre no fuera recíproco, pero no tenía que perder nada con ser franco acerca de sus sentimientos, aún si este lo despreciaba.

Debía hacer el intento y luego seguir con su vida.

Aunque sabía que no se recuperaría después de eso, porque era Jung Hoseok, quien dejó que esto pasará y es tan ridículo y estupido para dejar que esto le afectará en demasía.

Aún así, no sabía porqué sentía un mínimo de esperanza de que todo cambiará.

Estaba tratando de tener fe o estaba demasiado cansado para seguir luchando en contra de la corriente.

Estaba dispuesto a tratar. Explicárselo para que el hombre no se sintiera decepcionado de él. Aunque pareciera increíble, su opinión le importaba muchísimo y le carcomía que él no estuviera a su lado haciendo sus chistes y burlándose de Hoseok como siempre hacia.

Era mejor tener eso, que no tenerlo.
Para su lamentable situación la fiesta de Jimin cayó demasiado rápido y era de muy noche cuando aún no aparecía Kim Taehyung.

Jimin le dijo que su cumpleaños debía ser especial y que muchas personas preguntaban por él. Ya que era inusual que Jung Hoseok no estuviera siendo amable con la mayoría de invitados, aún si no era una gran fiestas, habían demasiados conocidos para ser social como acostumbraba.
Se sentía fuera de órbita, dándose cuenta que una persona lo había cambiado demasiado.

Ya no era tan feliz, realmente, dándose cuenta que su verdadera cara era alguien demasiado desinteresado en hacer amigos nuevos y que preferia mil veces quedarse a un costado observando. No se había dado cuenta de lo agotador que era hasta que lo intento.

Hoseok no estaba del todo cómodo con toda esta gente, pro primera vez sintiéndose demasiado asfixiado. Hasta que el hombre apareció por la puerta, abrazando a Jimin y entregándole un obsequio de color beige.

Hoseok se paró al instante yendo a su encuentro, pero sus padres ya lo habían retenido. Estaba bien, podía hablar con él luego de eso, salvo que lo estaban guiando a otras personas y entonces Kim Taehyung estaba rodeado de gente, quien no paraba de conversar.

Hoseok se sintió más que ansioso por no poder hablar con él hombre y que fuera tan cotizado.

Lo molesto que fuera tan popular ante esta gente que no paraba de girar a su alrededor.

Después de estar sentado como por media hora esperando, supo que no iba a esperar más. Fue hacia donde el hombre, estirando su mano, pero entonces el hombre se giró hacia una mujer mayor para saludar. Hoseok aún así lo llamo y este le tendió una larga mirada, pero solo lo dejo allí, estirado para alcanzarlo, pero su atención estaba hacia la mujer.

Se sintió tan ofendido que deliberadamente lo haya rechazado cuando sabía que lo buscaba, que no le molestó interrumpir minutos después de estar colérico una charla con un par de hombres.

—Te he buscado toda la noche, quiero hablar contigo—puso su mano en el brazo del contrario y este ya estaba mirándolo con sorpresa por haberlo interrumpido.

No lo hubiera hecho si hubiera tenido su atención en primer lugar.

—Hoseok, ahora no.—y con eso quería soltarse del agarre, pero Hoseok no se lo permitió.

—Taehyung, en serio quiero explicarte…—trato de decir, pero un hombre ajeno a su reconocimiento lo interrumpió.

—¿Joven Jung?—pregunto el hombre con su mirada fija en él—No sabía que usted conocía al señor Kim.

—Lo hago—declaro demasiado desinteresado volviendo su mirada al hombre mencionado—Quiero explicarme.

—Se puede luego—recalco y ahora parecía un poco irritado—Hoseok, estoy demasiado ocupado ahora.

—Si quiere, podemos hablar luego señor Kim—declaro el mismo hombre con un tono bastante correcto, como si intentará.

—No, solo déjeme…—alargo antes de sostener la mano de Hoseok y recalcar con tono duro—Hoseok, luego hablamos, en estos momentos estoy demasiado ocupado.

—Luego me evitarás y cuándo sería adecuado entonces—resoplo Hoseok—Estas enojado y quiero remediarlo, pero tú…

—Señor Kim—hablo otra voz. Esta vez era de un hombre con canas con cara demasiado sería, rozando a lo agresivo—Lamento decirle que no estamos demasiado disponibles y los problemas ajenos que tenga no son de nuestra incumbencia, si pudiera decirnos que es lo que quiere y dejar de perder el tiempo, se lo agradecería.

—Me perdonará, señor…

—No, señor Kim. Nosotros pedimos perdón por interrumpir sus problemas, no estamos jugando si me permite decir, así que usted decida.
Kim parecía hasta este punto demasiado enojado, con la mirada penetrante hacia el hombre.

Taehyung entonces soltó su mano y dijo casi con fastidio:—Vete.

No sabía porqué le había dolido, pero tal vez tenía que ver con los hombres que estaban posados delante de él que hacía que Kim se pusiera un poco alterado. Tal vez era importante…

Hoseok se fue con una mueca y sintiéndose un poco triste por su rechazo.

Prefirio irse a su habitación y no salir de allí hasta que todos se fueran.

Estaba colérico por el simple hecho de cómo estaban saliendo las cosas y se sintió un poco mal de cómo le estaba afectando y como estaba dejando de lado el evento importante que era el cumpleaños de Jimin para literalmente renegar en su habitación como un niño de cinco años.

Aún así, Hoseok siguió sintiéndose bastante decaído y enojado que maldijo a Kim Taehyung y se prometió ignorarlo hasta que él mismo decida acercarse. Al fin y al cabo, él tenía que saber y había hecho su esfuerzo, no era su culpa que el hombre fuera tan terco.

Así era, tenía que pasar página a como de lugar.

***

No sabe cuándo se quedó dormido, pero entonces alguien estaba tocando en su puerta. ¿O era golpeando su ventana? Levanto la mirada pesada, despavilandose y dándose cuenta que pequeñas cosas golpeaban su ventana, como si fueran bolas muy duras. Tal vez eran rocas, pero quién podría hacer eso o Hoseok estaba soñando.

Cuando Hoseok decidió levantarse a tropezones y fijarse quien era.

Le sorprendió que Kim Taehyung estuviera fuera de su ventana tirando pequeñas piedras. Cuando se dio cuenta de su presencia, le hizo una seña muy rápida para que viniera hasta donde estaba él.

¿Qué hora era y por qué el hombre estaba allí? Se suponía que estaba molesto y asqueado de él.

Eso no le impidió seguir adelante y apresurarse a bajar, pero antes se puso un abrigo por el frío de la noche. Su casa estaba oscura y silenciosa, por lo que salió sigilosamente.

El hombre seguía allí cuando abrió la puerta, dándose cuenta que lucía mojado y más tarde, gotas cayeron sobre su cabeza.

—¿Qué hace aquí? ¿Por qué está aquí?—la misma pregunta, pero Kim no respondió, poniendo una mano encima de la cabeza de Hoseok, tratando de que la lluvia no pasará, imposible, pero era un gesto que no paso desapercibido por el contrario—¿Qué está haciendo?

—Quise venir a hablar contigo.—respondio de manera monótona, como si no estuvieran en medio de la noche con la lluvia y casi dormidos.

—¿Ahora? ¿Con esta lluvia?—pregunto perplejo, poniendo una mano encima de su abrigo para taparse aún más.

—Lo lamento.

La declaración lo dejo sin palabras.

—¿Cómo dice…?

—No fui el hombre más adecuado para usted y espero comprenda que estaba enojado, es por eso mi indiferencia y grosería hacia su persona. Espero que pueda perdonarme.

—¿Y vino hasta aquí para eso?—atónito pregunto Hoseok, sintiendo algo en su interior.

—Sí.

Lo dijo con tanta seguridad que Hoseok se quedó sin aire, sin saber cómo procesar todo esto.

—¿Entonces ya no está enojado conmigo?

Parecía que quería decir algo, pero se callo, aún con esa mirada que no te decía nada, sus ojos no mentían: lucían aplastados y culpables con algo más que no sabía cómo definir…

El hombre no dijo nada por un buen tiempo hasta que Hoseok nuevamente hablo:—No conocía a ese hombre y no entiendo porque hizo aquello.

Ya que estaban, de alguna forma, sincerándose y explicándole, Hoseok quería ser el que dejara todo bien, aún cuando el hombre haya hecho este gente tan hermoso de venir a buscarlo en medio de la lluvia para pedirle perdón, Hoseok sabía que no significaba nada más.

—Lo sé, yo lo supe esta mañana antes de que Roa se fuera—dijo con gotas de lluvia cayendo por su frente. Aún así, se veía impecable—. Él solo me dijo la verdad, que tú no le correspondías porque ni siquiera lo recuerdas y qué tal vez él se enamoró demasiado rápido de alguien que no podría corresponderle. Es por eso que vine, tenías que saber de mí arrepentimiento.

Hoseok se sorprendió que lo entendiera tan rápido y que Roa haya sido honesto. Aunque le hubiera gustado ahorrarse todo el disgusto y que Roa no haya hecho eso en primer lugar.

Agradecía la misericordia de la aclaración.

—Yo… no se qué decir, supongo que está mejor que lo supieras, la verdad, quiero decir…—Hoseok se cortó porque enserio tenía algo que decir, debía ser sincero ya que estaban así, pero era difícil serlo cuando no sabias como iba a reaccionar la otra parte. Aún así, lo intento—Quiero ser honesto contigo…

—No tienes por qué.

Hoseok puso una mano en el brazo del hombre a través de su abrigo.
No sabían cuando se habían acercado tanto y el cabello de Hoseok empezaba a mojarse a pesar de la sombrilla de la mano que era del contrario .

—Solo… quiero que sepas algunas cosas—comenzo diciendo con un poco de nervios—, tal vez no soy el mejor candidato posible a tus ojos, lo sé, ahora lo sé. He hechos las cosas mal. Quiero decir, he hecho cosas que no me gustaban siquiera: hablar con todo el mundo aún si no tenía ganas, tratar de ser alguien quien no soy, aparentar estar bien todo el tiempo para mantener el habla y tal vez confundir a las personas solo porque no estaba comprometido al cien por ciento con sus sentimientos. Fui bastante egoísta, lo sé, soy alguien que ha cometido errores, pero…—suspiro mirando a otra parte que no sean los ojos del contrario, sintiéndose pequeño y con el corazón estrujado—, puedo decirte que no fue mi verdadera intención. No soy mala persona. No soy alguien tan desagradable. Porque puedo asegurarte que jamás tuve que fingir alrededor tuyo.

Hubo un momento de silencio dónde Hoseok no estaba seguro si el hombre seguía con él, pero el olor del contrario le hizo saber que le estaba prestando atención.

—No he sido alguien quien no debería ser alrededor tuyo, es gracias a tu forma especial de ser conmigo que no me hace querer salir huyendo, creo que me quiero quedar a tu lado—eso último lo dijo en un hilo de voz, pendiente de la reacción que podría generar—. Tal vez sueno demasiado confuso en estos momentos y sé que tal vez no te guste del todo mi confesión, pero quiero que sepas que te he tomado cariño…—que te amo; no lo dijo.—, que confío en ti y que tienes una parte de mi corazón, aún si no quieres tomarlo.

Y termino así como así, porque sabía que si iba a proseguir, se iba a delatar. Pero estaba bien, hizo lo correcto. No había sido demasiado sutil, pero esperaba que el hombre entendiera que no estaba siendo malo a propósito y que podía cambiar, gracias a él, y que también lo apreciaba, aún si fuera de diferente forma.

Estaba demasiado silencioso y quieto, que Hoseok tuvo que alzar la cabeza preocupado por la reacción del contrario.

Le sorprendió verlo mirándolo con una mueca aprehensiva y desconcertada.

—¿Confías en mí?

Hoseok tragó saliva.

—Lo hago.—Hoseok ya no tenía nada que perder, realmente—Aun si no es lo indicado porque piensas diferente, yo enserio lo hago. Señor Kim, déjeme decirle algo—un paso peligrosamente cerca—, yo enserio puedo decirle que mi persona le deberá, aún si no está cerca, lealtad. Admiro a los hombres con su personalidad, no puede quitarme eso.

Entonces paso lo impensable.

El señor Kim Taehyung sostuvo su rostro con sus manos y lo beso.

El beso fue algo así como que la lluvia paro de repente, entonces comenzaba a salir luz brillante por todos lados y comenzaba a sentirse realmente cálido por dentro y por fuera, solo su mundo girando alrededor de ese beso. Su mundo entero guiandose a través de las manos de Kim y cómo lo sostenía con tanta delicadeza, haciendo que Hoseok no pensará en nada más que el beso apasionante que le daba.

Era su primer beso real (y no el feo choque de labios por parte de Roa) y se sintió tan bien y mágico que Hoseok temía estar soñando algo tan especial y no estuviera pasando.

El hombre que amaba lo estaba besando y todo se resumió a ese toque de labios y el olor de felicidad que emanaba el mismo.

Cuando se separó, se sintió como una burbuja a su alrededor explotaba y volvía a la realidad y la lluvia regresaba, pero no se sentía frío, hasta que Kim hablo:—Me tengo que ir.

Pero no se alejo.

Hoseok estaba con la mente brumosa y temblando aún por el beso. Jadeo cuando Kim retiro sus manos, pero Hoseok las sostuvo y no sabía que mirada le estaba dando, porque entonces Kim le dijo:—No puedo quedarme, tengo que hacer…

—No… no puedes irte y dejarme así como así…—Hoseok comenzó a sentirse amargado y desesperado por cada paso que se alejaba—¿Por qué?—pregunto sin fuerzas.

—Lo siento, cariño.

El apodo hizo que algo se estremeciera, pero entonces todo se volvió frío real cuando Kim se separó y se fue dando grandes pasos hacia su caballo que no se había dado cuenta que había estado allí.

Hoseok se quedó en medio de la lluvia preguntándose una y otra vez el porqué de todo.

Se quedó toda la noche hasta que amaneció sentado, con las piernas y brazos entumecidas, en las escaleras de la entrada. Su mirada estaba borrosa y sus pensamientos no estaban en algo concreto. Era solo una bruma por todas partes.

Se dio cuenta que así era como se sentía la soledad.

Omega perfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora