Capítulo Veintiuno

2 1 0
                                    


Camila

— Tienes una cara de no haber dormido nada.

Tomo un sorbo de mi café antes de responderle a Sofía, una compañera de clases.

— He tenido bastantes sueños algo extraño.

— Vi en unas entrevistas en línea que explicaban que soñar es equivalente a estar en vela, por eso es que debes sentirte más agobiada.

Si supiera que hubiera preferido estar despierta a tener todo tan enredado como lo tengo en este momento. No ha pasado más de un mes, podría decir que ni siquiera tres semanas y mi vida ha dado un giro totalmente incierto.

— Bueno, ojalá hubiera estado despierta así hubiera logrado completar algunos pendientes.

— Te entiendo, yo necesito que terminemos este semestre o él terminará conmigo — agrega.

Le sonrío. Bajo mi mirada a mi cuaderno abierto mientras escucho como se acomoda en el asiento detrás de mí. Hojeo lo que he escrito pero no le encuentro ningún sentido. ¿Sueño o realidad? Ya no puedo distinguir una de otra.

Empieza a ver mas movimiento en el aula por lo que el profesor debe de estar llegando. Dejando en lo más profundo de mi mente los sueños, con todas mis fuerzas intento prestar atención al día de hoy...


Christian

— ¿Tendremos que pagar una multa por terminar el contrato de esta forma? — repito.

— Hay que tomar en cuenta que la empresa sigue alegando que no ha realizado ningún acto ilegal mostrando sus libros contables para su revisión — Thomas me acerca el informe que estan presentando.

— Sabemos que esos libros han sido modificados.

— Eso lo sabemos nosotros pero cómo esperas demostrar lo contrario desde otro país.. El presidente no va a aceptar tu versión tan fácil. Y desde aquí se me complica demostrar todo.

— Manda a Angela.

— Explicame entonces como va hacer ella para conseguir información al respecto. Conoces perfectamente que no la van a atender...

Suspiro.

— Porque trabaja para mi - completo.

— Correcto — murmura —. Conocemos muy bien la situación, y en este momento está muy tensa. Falta muy poco para que el presidente decida un sucesor.

— Por lo que me estás sugiriendo...

— Regresar. Y desde allá lograremos solventar un poco ésta situación. El Presidente ya sabe que nuestro deber aquí terminó hace unos días. Tenemos ventaja señor, su hermano aún sigue en negociaciones que creemos que no van a ir a ningún lado.

— Thomas. Acabo de encontrarla — enfatizo, intentando en vano hacerlo cambiar de opinión. Pero él y yo sabemos que es lo correcto.

— No es una decisión fácil, yo más que nadie sabe que es así. No eres el único que encontró una joya en este lugar. Pero en este momento tengo que ser tu consultor, no tu amigo.

Observo la habitación del hotel para pensar en las opciones que tengo, para cuando mi mirada se topa con la de Thomas, la decisión está tomada.

Hago un leve movimiento de cabeza.

— Empezaré con los arreglos, encontraré el vuelo para mañana a más tardar — me dice mientras va recogiendo sus libretas y su portatil — Te envíe al correo toda la información sobre el accidente, leela primero. Otra cosa Christian; puede ser que vuelvan a estar en distintos países, pero ya no es como el principio. Lo resolveremos.

Alma GemelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora