Capítulo 5

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—¿Qué sucedió con Clarke?—le preguntó Lincoln mientras reparaban la camioneta.

—No lo sé—respondió Lexa revisando el motor, limpiándose el sudor de su frente con su brazo—. Piensa que nuestra amistad no es realmente una amistad… No lo sé…

—Pero todo parecía ir bien.

—Eso pensaba… Ugh… Vamos aflójate…

—Déjame a mí—le dijo su hermano, cuando le pasó la llave para que aflojara un bulón— ¿Crees que esté celosa?

—¿Celos? ¿Acaso crees que me hizo una escena?

—No lo sé hermanita… Ugh… Listo—respondió el moreno, tomando un trapo para secar el sudor de su frente—. Noté cómo te miraba.

—¿Entonces por qué nunca me lo dijo?

—Tal vez no está lista.

—¿Lista? ¿Le gustó a Clarke?

—Eres algo lenta, hermana…

—Pero ¿Cómo podría gustarle? Quiero decir… Mírame—dijo señalando su cuerpo sucio por la grasa, y luego su mente pensó en Clarke, logrando que sonriera—. Si ella es tan….

—¿Tan?—le preguntó su hermano, sonriendo— ¿Te gusta Clarke, cierto?

—N… No.—respondió siguiendo con el motor del vehículo—. Hazte a un lado.

Lincoln rió por lo bajo apartándose un poco, y observando a su hermana, le dijo.

—Creo que deberías preguntarle qué le sucede…

—¿Estás demente? Además, Clarke me lo negará.

Lexa cerró el capó de la camioneta, y luego de que su hermano guardara las herramientas apagó las luces. Ambos se quitaron los monos de trabajo, y cerrando el taller, caminaron rumbo a casa.

Lincoln pasó un brazo por los hombros de su hermana, y ella lo abrazó aún pensando en su charla.

—Ya dime ¿Qué tanto piensa ese cerebrito?

—Idiota…

Lincoln rió cuando Lexa le golpeó el hombro, y le quitó la gorra colocándosela con la vicera hacia atrás.

—Anda. Dime.

—Es sólo que… No lo entiendo ¿Por eso se comportaba de forma extraña?

—¿Has visto a Clarke decirte algo más?

—No… Pero al acercarme a ella… No lo sé…—dijo abriendo la puerta, encontrándose a su padre con hielo en su pie— ¿Papá?

—Hey ¿Qué te pasó?

—Hola… Yo… Sólo me doblé el pie, pero estaré bien…—respondió Titus poniéndose de pie—. Auch… Diablos.

—Te llevaremos al hospital.

—No es necesario. Se me pasará con el hielo.

—Deja de decir tonterías. Anda, Linc ayúdame.

Ambos ayudaron a su padre a ingresar al vehículo y lo llevaron al hospital.

Al llegar, el médico revisó a Titus y le vendó el pie.

—Se ha quebrado, señor.

—Mierda…

—¿Se pondrá bien?

—Debe tomar estos medicamentos—dijo el hombre anotándolos—. Y hacer reposo durante un mes.

Road Trip - Clexa AU (Re - Edit)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora