(Freen)
Otro día aquí. Lo odio tanto.
-Vaya, has llegado antes mi querida Freen.-Dijo el asqueroso de Billy.
-Si...hoy había menos tráfico.
-Me alegro. Necesito resolver unos temas pendientes contigo. Acompáñame.
Se dirigió hacia la sala de reuniones, esperó a que entrara y cerró la puerta.
-Que ocurre Billy.
-Tengo tantas ganas de ti...
Billy comenzó a acariciar sus brazos lentamente mientras se relamía los labios.
Porfavor, necesito a mi ángel de la guarda.
-Mh...perdone jefe...
Rebecca...
Gracias, gracias.
-Joder...que pasa Amrstrong? Espero que sea urgente.
-Ya lo creo si es urgente. Están aquí los Martínez. Quieren hablar con usted.
-Bien, diles que voy enseguida.
-De acuerdo.
La rubia le dió una mirada a Freen y se retiró de la sala.
-Has tenido suerte. Dejaremos esto para más tarde.
Diciendo eso también abandonó la sala dejando sola a la castaña.
•••
-Juliana, podrías pedirle a la señorita Armstrong que venga? Gracias.-Pidió por el telefonillo.
-Enseguida señorita Chankimha.
Freen estaba algo estresada, necesitaba despejar la mente, y más sabiendo que luego de todo el trabajo debería ir con Billy.
-Señorita Chankimha, me ha llamado?
-Si...pasa y toma asiento porfavor.
Rebecca obedeció y tomó asiento.
-Ocurre algo serio..? Parece que me vaya a despedir...-Comentó tocando sus dedos nerviosa.
-No, como podría hacer tal cosa, no. Necesitaría de tu ayuda.
-En que exactamente señorita?
-En nuevos trabajos que nos han llegado, últimamente esto me viene grande, me vendría muy bien una compañera de oficina para repartir los trabajos y así tener más tiempo y menos estrés. Esto se recompensaría obviamente ya que para ti sería más responsabilidad y trabajo doble.
-Me encantaría ayudarla señorita Chankimha. No hay ningún problema.
-Enserio?
La rubia asintió sonriendo de lado.
-Gracias Rebecca.
-No hay de qué.
Hubo un pequeño silencio, cómodo.
-Cuando...quiere que me instale aquí señorita?
-Si puede ser lo antes posible.
-Bien, entonces me pondré ahora mismo con ello.
-Genial.
•••
-Como vas Rebecca?
-Muy bien, tenemos un nuevo acuerdo con los Cheng, de la calle de la esquina. Mañana quieren tener una reunión con el Jefe.
-Wow...cómo lo has hecho? Llevamos años queriendo hacer que acepten nuestras ofertas de trabajo juntos.
-Pues mire, ha sido muy fácil. Solamente hay que tener carisma. Cosa que con total respeto, el señor Billy no tiene.
-Esto hay que celebrarlo.
-No sé...tampoco han aceptado trabajar con ustedes todavía, solo he conseguido una simple reunión.
-Una simple reunión no es, este es un gran paso para la empresa, ellos ni siquiera aceptaron una salida para hablar bien las cosas, tú has conseguido eso en menos de dos horas. Claro que es motivo suficiente como para celebrar.
-Como usted diga señorita. Avisaré al señor Billy.
-No hace falta, le mandaré un WhatsApp. Vámonos.
-Está bien. Detrás de usted.
Salimos de la oficina y subimos a mi coche para ir a comer a algún restaurante.
ESTÁS LEYENDO
Te ayudaré a sanar
RastgeleNo permitiré que nadie más la toque sin su consentimiento.