Un ghoul en Warhammer 40000

Capítulo 17: Masacre

El caos estalló en la sala de audiencias mientras Kuro se lanzaba contra los Ultramarines y los soldados imperiales con una ferocidad desenfrenada. Su kagune se movía con una rapidez y precisión letales, desgarrando la armadura y la carne de sus enemigos con cada golpe.

Los soldados intentaban responder al ataque, pero estaban abrumados por la velocidad y la ferocidad de Kuro. Sus armas disparaban en ráfagas desesperadas, pero parecían inútiles contra la furia desatada del Ghoul de Tokio.

Kuro se movía con una agilidad sobrenatural, esquivando los disparos y las embestidas de sus oponentes mientras desataba su propia carnicería. Con cada enemigo caído, su frenesí crecía, alimentando su sed de sangre y violencia.

Mientras la batalla continuaba, Kuro comenzó a devorar los cuerpos de sus víctimas, absorbiendo su fuerza y ​​su esencia en un intento desesperado por saciar su hambre insaciable. Sus movimientos se volvieron cada vez más salvajes y erráticos, sus ojos brillaban con una luz salvaje y desquiciada.

Los soldados caían uno tras otro, incapaces de detener al Ghoul que los superaba en fuerza y habilidad. Sus gritos de terror y agonía llenaban la sala, mezclándose con el sonido de las armas y los rugidos de Kuro mientras se lanzaba contra sus oponentes con una ferocidad sin igual.

A medida que la masacre continuaba, Kuro se sumergía más y más en la locura, perdiendo todo rastro de humanidad en su búsqueda insaciable de destrucción. Sus acciones eran las de una bestia despiadada, una fuerza imparable que dejaba a su paso un rastro de muerte y desolación.

En medio del caos y la violencia, Kuro se había convertido en una fuerza imparable de destrucción, un ser desquiciado cuya sed de sangre no conocía límites. Y mientras la batalla se extendía, su locura solo parecía crecer, consumiéndolo en un frenesí de violencia sin fin.

Dando la situación por perdida Guilliman decidió poner fin a este conflicto bajo su propia mano.