Capítulo 14: En Tierras Imperiales

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La nave descendió lentamente hacia el suelo del planeta imperial, suavemente acunada por la atmósfera protectora. Al aterrizar, fueron recibidos por un destacamento de soldados imperiales, liderados por un comisario austero pero digno.

Kuro, Celestine y Adamas fueron conducidos a través de las vastas estructuras de la ciudad imperial, sus pasos resonando en las calles empedradas mientras se dirigían hacia el palacio que se alzaba majestuoso en el horizonte.

Al entrar en el palacio, fueron escoltados hacia una sala de audiencias, donde el Primarca Roboute Guilliman, con su imponente presencia, los aguardaba junto a un inquisidor de mirada penetrante.

"Kuro, bienvenido", dijo Guilliman con una voz profunda y resonante. "Me alegra que hayas decidido venir ante nosotros en busca de ayuda."

Kuro asintió en señal de respeto hacia el Primarca. "Gracias por recibirnos, señor", respondió con cortesía.

Guilliman miró a los otros dos presentes con curiosidad. "Y estos son... ¿quienes acompañan al enigmático Kuro?"

Celestine dio un paso adelante con confianza, su armadura brillando a la luz de la sala. "Soy Celestine, una Adepta Sororita al servicio del Emperador", se presentó con dignidad. "Estoy aquí para apoyar a Kuro en su búsqueda de aliados en esta lucha contra las fuerzas del Caos."

El inquisidor asintió en reconocimiento, su mirada escrutadora evaluando a Celestine con atención.

Finalmente, Adamas se adelantó, su presencia imponente a pesar de su falta de armadura. "Y yo soy Adamas", declaró con firmeza. "Soy miembro de un culto caótico, pero estoy aquí como consejero y aliado de Kuro en esta empresa."

Guilliman arqueó una ceja, sorprendido por la revelación de Adamas. El inquisidor, por su parte, frunció el ceño con desconfianza.

"Interesante", dijo Guilliman, su voz llena de curiosidad. "Parece que tenemos un grupo muy diverso reunido aquí hoy. Pero eso no nos impide trabajar juntos por un objetivo común."

El ambiente tenso llenaba la sala de audiencias mientras Kuro, Celestine, Adamas y el Primarca Roboute Guilliman se sentaban para discutir su situación. Kuro miró fijamente a Guilliman, su expresión seria y determinada.

Capítulo 14: Enfrentamiento en la Audiencia

El ambiente tenso llenaba la sala de audiencias mientras Kuro, Celestine, Adamas y el Primarca Roboute Guilliman se sentaban para discutir su situación. Kuro miró fijamente a Guilliman, su expresión seria y determinada.

"Permítanme explicarles nuestra situación", comenzó Celestine, su voz firme pero respetuosa. "Nuestro sector está siendo asolado por las fuerzas del Caos. Necesitamos la ayuda del Imperio para enfrentar esta amenaza y restaurar la paz."

Guilliman escuchó atentamente, su semblante imperturbable mientras absorbía la información. Sin embargo, antes de que pudiera responder, Kuro intervino con una voz llena de amargura.

"Pero ¿qué hay de todo lo que el Mechanicum me hizo?" dijo Kuro, su tono lleno de resentimiento. "Fui despedazado y experimentado, tratado como una mera herramienta por su búsqueda de poder."

El inquisidor, visiblemente molesto por la acusación, se puso de pie de un salto, su rostro enrojecido por la ira. "¡Cómo te atreves a insultar al Imperio con tus mentiras blasfemas!" exclamó, desenfundando su arma y apuntándola directamente hacia Kuro.

Pero antes de que pudiera disparar, Kuro reaccionó con una velocidad sorprendente, desplegando su kagune con un movimiento fluido y envolviendo al inquisidor en un agarre letal. Con un giro repentino, estampó al inquisidor contra la pared, dejándolo inconsciente y desarmado.

La sala quedó en silencio, el sonido del conflicto reverberando en el aire tenso. Guilliman miró a Kuro con una mezcla de asombro y preocupación.

"Esto es inaceptable", dijo con voz grave, su autoridad resonando en la sala. "Pero entiendo tu ira, Kuro. Debemos resolver este asunto de manera pacífica y diplomática."

Kuro asintió en silencio, su kagune disolviéndose lentamente mientras se calmaba. Sabía que sus acciones habían complicado aún más la situación, pero estaba decidido a hacer lo que fuera necesario para proteger a su gente y enfrentar la amenaza del Caos.

El estruendo de la confrontación alertó a los Ultramarines que custodiaban las cercanías, y en un instante, entraron en la sala, sus armaduras resplandeciendo bajo la luz.

"¿Qué está sucediendo aquí?" preguntó el Capitán de los Ultramarines, su voz resonando con autoridad mientras evaluaba la escena con rapidez.

Guilliman se puso de pie con calma, su presencia imponente irradiando serenidad. "Hemos tenido un pequeño desacuerdo", explicó con calma, tratando de minimizar la situación.

El Capitán de los Ultramarines frunció el ceño al ver al inquisidor tendido en el suelo, evidentemente herido. "¿Quién es el responsable de esto?" preguntó, su mirada fijándose en Kuro.

Kuro permaneció en silencio, su postura tensa pero controlada. Sabía que había cometido un error al permitir que su ira lo dominara, pero también sabía que no podía retroceder ahora.

"Lo siento, Capitán", interrumpió Celestine, su tono lleno de urgencia. "Hubo un malentendido, pero estamos aquí en busca de ayuda para enfrentar la amenaza del Caos."

El Capitán de los Ultramarines asintió con comprensión, pero su expresión seguía siendo severa. "Entiendo", dijo. "Pero no podemos permitir que la violencia se interponga en nuestros esfuerzos por mantener la paz y la estabilidad en el Imperio."

Kuro asintió en silencio. Sabía que había cometido un error, pero estaba determinado a enmendarlo y hacer lo que fuera necesario para proteger a su gente .

Con la situación bajo control, Guilliman se dirigió a los presentes con calma. "Ahora, volvamos a nuestro asunto original", dijo. "Tenemos mucho de qué hablar y resolver."

Los presentes se sentaron nuevamente, preparados para continuar con la discusión sobre cómo abordar la creciente amenaza del Caos y encontrar una solución que beneficiara a todos.





Un ghoul en Warhammer 40000Donde viven las historias. Descúbrelo ahora