El estruendo de un disparo resonó en la sala de audiencias, seguido de un silencio mortal. Todos los presentes se giraron para ver a Celestine, que yacía inmóvil en el suelo, protegiendo a Kuro con su propio cuerpo.
Los ojos de Kuro se abrieron con sorpresa y horror al ver a su compañera herida. Sus instintos tomaron el control mientras se movía para socorrerla, pero era demasiado tarde.
El Inquisidor, con su arma aún humeante, permanecía en su lugar con una expresión de satisfacción retorcida en su rostro. Era una traición que cortaba profundamente, una violación flagrante de la confianza y la diplomacia que habían sido invocadas en esa sala.
Guilliman, en un instante, se puso de pie con indignación y furia. Su rostro, habitualmente sereno, se distorsionó con una ira justa mientras dirigía una mirada fulminante hacia el Inquisidor.
"¡Traición!" rugió Guilliman, su voz resonando en la sala con autoridad. "¡Esto es un acto de traición contra el Imperio y contra nuestros aliados!"
El Inquisidor no mostró signos de arrepentimiento. En su lugar, mantuvo su arma en alto, listo para disparar de nuevo si fuera necesario.
Kuro, con un semblante endurecido por la determinación, se puso de pie junto a Celestine. Sabía que debía actuar con rapidez y decisión para proteger a su compañera y a sí mismo de cualquier amenaza adicional.
Con un gesto rápido, desplegó su kagune, dispuesto a enfrentarse al Inquisidor y defender a sus aliados. Era una batalla que nunca habría deseado, pero una que no podía evitar.
Con un estallido de furia y determinación, Kuro se enfrentó al Inquisidor, atravesándolo con su kagune mientras sus subordinados irrumpían en la sala.
El Primarca Guilliman, con semblante sereno pero lleno de consternación, trató de calmar la situación, pero sus intentos fueron en vano. Los Ultramarines, sus propios hijos, se unieron al fuego, y la sala se convirtió en un caos de violencia y traición.
Adamas, con un gesto rápido, levantó a Celestine en sus brazos y corrió hacia la nave en un intento desesperado por salvarla. Mientras tanto, Kuro se sumergió en una furia descontrolada, desatando una masacre indiscriminada contra todo ser viviente a su alrededor.
El conflicto había alcanzado un punto crítico, y Kuro, consumido por la ira y la desesperación, había perdido por completo la razón. Sus acciones desencadenaron una cadena de eventos catastróficos, y ahora se encontraba en el centro de una espiral de destrucción y caos.
Mientras la violencia se intensificaba y el caos se apoderaba de la sala, el futuro se volvía cada vez más incierto. ¿Podrían Kuro y sus aliados encontrar una salida de esta situación desesperada, o serían consumidos por la oscuridad que habían desatado? Solo el tiempo lo diría.
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Un ghoul en Warhammer 40000
FanfictionNuestro Kuro sera transportado de manera espontanea al universo de warhammer 40000 lo que no se podía esperar es que el es perfecto para este lugar