Un ghoul en Warhammer 40000

Capítulo 10: Un Desacuerdo Fundamental

Capítulo 10: Un Desacuerdo Fundamental

En la penumbra de la sala de estrategia, Kuro rompió el silencio con una propuesta firme.

"Debemos encontrar una forma de contactar al Imperio", declaró, su voz resonando con autoridad. "Necesitamos aprovechar sus recursos y su poder para limpiar este sector de las fuerzas caóticas que lo asolan."

Celestine asintió en acuerdo con las palabras de Kuro, pero Adamas permaneció en silencio, su expresión impasible.

"No podemos confiar en el Imperio", intervino Adamas, su tono tranquilo pero firme. "Sus intereses son a menudo egoístas y no siempre actúan en beneficio de los ciudadanos del Imperio."

La mirada de Celestine se volvió hacia Adamas, una chispa de frustración brillando en sus ojos.

"¿Cómo puedes decir eso?" preguntó Celestine, su voz resonando con indignación. "El Imperio es nuestra mejor esperanza de derrotar a las fuerzas del Caos. Ignorar esa oportunidad es un error."

Adamas mantuvo su postura, su mirada firme y decidida.

"No se trata de ignorar una oportunidad, Celestine", respondió Adamas con calma. "Se trata de proteger nuestra independencia y nuestra integridad como culto. No debemos comprometer nuestros principios por el bien de una alianza conveniente."

Celestine frunció el ceño, su mente luchando con las palabras de Adamas.

"Pero si no buscamos ayuda, ¿cómo esperas que podamos enfrentarnos a las fuerzas del Caos?" cuestionó Celestine, su tono desafiante.

Kuro permaneció en silencio, observando la discusión con una calma imperturbable.

"Tenemos nuestras propias fuerzas y nuestros propios aliados", respondió Adamas, su voz firme. "No necesitamos depender del Imperio para luchar por lo que creemos."

Celestine apretó los puños, su determinación intacta.

"Entonces dime, Adamas", desafió Celestine, su voz resonando con firmeza. "¿Qué clase de aliados tenemos que puedan enfrentarse a las hordas del Caos y sobrevivir?"

Adamas se tomó un momento antes de responder, su mirada fija en Celestine con seriedad.

"Hay aquellos que han resistido los embates del Caos y han encontrado su propia fuerza en la adversidad", comenzó Adamas. "Nosotros, como culto, seguimos a un camino distinto, pero eso no significa que estemos solos en nuestra lucha."

Celestine frunció el ceño, intrigada por las palabras de Adamas.

"¿A quiénes te refieres?" preguntó con cautela.

Adamas exhaló lentamente antes de responder con solemnidad.

"Hablo de aquellos que adoran al Dios del Cambio, Tzeentch", dijo Adamas. "Nuestro culto, caótico por naturaleza, comprende las fuerzas de la disformidad y las aprovecha en nuestra búsqueda de conocimiento y poder."

Celestine se quedó sin aliento ante la revelación, su mente girando mientras absorbía la sugerencia de Adamas. Sabía que hacer tratos con los seguidores del Caos era peligroso, pero en medio de la guerra contra las hordas del Caos, tal vez no había más opción que considerar todas las posibilidades.

El silencio pesado llenó la sala mientras cada uno reflexionaba sobre el camino que se avecinaba, conscientes de que habían llegado a un punto crítico en su lucha contra las fuerzas del Caos.