CONSPIRACIÓN

CAPÍTULO 20

La chica de cabellos rojos dejó caer una especie de bandeja que sujetaba entre las manos y se dispuso a gritar. Pero Ander reaccionó a tiempo y le colocó la mano en la boca rápidamente para silenciarla. Tiró de ella hacia el interior de la sala de donde, momentos antes, la chica había salido. Izan los siguió y la puerta se cerró tras ellos.

- Tranquila, ¿vale? No te vamos a hacer nada. ¿De acuerdo? -intentó tranquilizarla Ander. La chica asintió y el chaval retiró la mano.- Somos reclutas y...

- Ya sé lo que sois y no deberíais estar aquí. -le cortó ella.

- Así que era cierto. -comentó Izan, aún atónito al descubrir que lo de la chica era verdad.

- ¿Qué? -responde ella confusa.

- Nada. Escucha, sé que no tendríamos que estar en este lugar. Pero estamos buscando a nuestro profesor y creemos que puede estar por aquí.

- ¿Está enfermo? -sigue la chica, con dudas.

- Se supone, -continúa explicando Ander.- pero creemos que el imbécil del General tiene algo que ver con su desaparición...

¡Zas! Un tortazo, proveniente de ella, entra en contacto con la mejilla de Ander e Izan se sorprende.

- ¡Ese "imbécil" es mi padre! -ambos chicos quedaron boquiabiertos ante las palabras de la chica.- Y sí, es un imbécil. Pero no creo que tenga nada que ver, os lo aseguro.

A Izan le entraron ganas de soltarle todo lo ocurrido antes de la llegada de Ander, pero al mismo tiempo pensó que si era la hija del General, podría estar ella también involucrada y eso no sería nada bueno. Ander, por otro lado, ser rascó un poco la cara por la zona del impacto e hizo un gesto de dolor y, a continuación, colocó la mano para que ella se la estrechase.

- Creo que hemos empezado con mal pie. Me llamo Ander.

- Yo... -ella le mira extrañada.- Soy Amanda. -pero le devuelve el gesto, dándole la mano.

-Yo... Soy Izan.

- Vale. Y ahora que nos hemos presentado... ¿Qué haces aquí? -pregunta Ander, para así despejar algunas dudas.

- Estaba cogiendo unos medicamentos para mi...

- No me refería a eso. Preguntaba que qué haces en estas instalaciones.

- Ah... Aquí en "El Hormiguero" Pues me vine con mi padre para estar con él, pero pasa tanto tiempo dedicándoselo al trabajo que apenas puedo verlo. A veces me pregunto si debería haberme quedado en la ciudad.

- Espera, ¿qué has dicho? -pregunta Ander intrigado.

- Has dicho: "Aquí en el hormiguero". ¿Qué significa eso?

- Pues es el nombre de este lugar, de estas instalaciones. ¿No lo sabíais?

- No. -comenta Izan.

- Pues lo llaman así debido a que está bajo tierra. -responde ella.

- No nos cuentan nada. Tu padre oculta muchas cosas a los reclutas. Nadie sabe que esto está bajo tierra. Hay una especie de mecanismo que simula que estamos en el exterior. -afirma Ander.

- ¿Cómo? -pregunta Amanda.

- Lo que oyes. Por las ventanas se ven proyecciones de un paisaje muy realistas. Aunque nosotros lo... -pero el chico no quería revelarle demasiado así que decidió no continuar.

- ¿Qué?

- Nada.

- Oye, ¿tú cuántos años tienes? -suelta Izan, de improvisto, cambiando de tema.