-Buenos días, soy su profesora de música durante este año. Me llamo Roseanne Park pero me pueden decir Rose- Dice finalizando con una sonrisa de oreja a oreja.
-No puede ser, ¿ella es la profesora?- Susurré.
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Llamada
-Jennie estoy afuera, abre- No había tocado el timbre porque creí que los padres estaban durmiendo.
-Voy- Dijo colgando.
Fin de la llamada
Luego de unos segundo la puerta se abrió dejándome ver a esos ojos cafe, aunque no estaba muy feliz que digamos.
-Jennie, ¿qué pasa? Estas muy seria, me asustas- Fruncí el ceño.
Ella no respondió solo se movió para dejarme pasar, cerró la puerta detrás de mi y nos dirigimos a la sala donde había una chica de piel muy blanca, delgada, muy delgada, cabello negro por los hombros y con muchas ojeras.
-Hola- Le dije a la chica amablemente.
Ella sólo sonrió de medio lado y bajó la mirada.
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-¿Qué está pasando?- Le pregunté a mi amiga en susurro.
-Te queria presentar a una amiga, se llama Lee Yoo-mi , tiene veinte años- Se sentó junto a ella tomando su mano como muestra de apoyo -Anda, cuéntale porqué estas aquí- Dice Jennie a Lee Yoo-mi.
-Yo... yo, ammm... Yo estudiaba en el colegio Redentorista y ammm..
-Espera- La interrumpí -Ese es el colegio donde daba clases Rose- Apenas mencioné el nombre de Rose noté como esa chica cerraba sus ojos con fuerza al igual que sus puños -Jennie, ¿qué demonios está pasando?- Pregunté sentándome en el sofá que está enfrente de ellas.
-Lisa cálmate, dale tiempo para hablar- Su mirada transmitía preocupación y al mismo tiempo preocupación y al mismo tiempo cariño, ¿cómo es eso posible? -Lee Yoo-mi, sigue cuando puedas- Dijo la ojicafe acomodando un mechón de su cabello detrás de su oreja.
-Dime que no caiste- Habla la chica dirigiéndose a mi -Dime por favor que no fuiste igual de imbécil que yo- Su voz se estaba quebrantando, Jennie sólo veía la escena atenta.
