-Buenos días, soy su profesora de música durante este año. Me llamo Roseanne Park pero me pueden decir Rose- Dice finalizando con una sonrisa de oreja a oreja.
-No puede ser, ¿ella es la profesora?- Susurré.
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POV. LISA.
-Chicos perdón en serio, pero hoy no me siento nada bien y no quiero atenderla de mala manera, ¿por qué no vienen otro día?-. ¿Qué tienes? Estas pálida- Dice Kai preocupado.
-Seguro estoy resfriada, chicos en serio lo lamento, pero los acompañó a la puerta, no quiero que ustedes también se enfermen-Me dirigí a la puerta con ellos detrás de mí, me despedí de Kai, pero Jennie solo me miraba con cierta duda.
-Sé que algo escondes Lisa Manoban y adivina quién lo averiguara- La ojos cafe me abrazó y se fue junto con al castaño.
Sabía que Jennie haría todo lo posible por saber que es lo que escondo, solo espero que no lo logre. Respiré aliviada porque en un rato sucedieron varias cosas así que subí a mi habitación.
-Abre, soy yo- Esperé unos segundos y abrió, creo que estaba durmierndo ya que su cabello se veía un poco despeinado y su cara algo adormilada -¿Estabas durmiendo?- Traté de no reír pero me fue imposible.
-Duraste toda una eternidad ahi abajo- Dice falsamente enojada.
-Fueron 10 minutos, no seas exagerada- Reí aún más alto.
-Ya basta, deja de reirte- Dice cruzándose de brazos.
-¿Y si no qué?- Repetí su acción.
-Te irá mal- Alzó su ceja y me miraba seria.
-Mira como tiemblo- Le dí la espalda para buscar mi teléfono pero ella me lo impidió, me acercó a ella y me miró fijamente.
-Te puedo castigar señorita Manoban- Estábamos tan cerca que notaba su respiración agitada cada vez más.
-¿Y como me castigará profesora Park?-Dije retandola.
-Hay muchos castigos, pero uno en particular es mi favorito- Se muerde el labio inferior -Te los diré y tú decides, así no seré tan mala.. Uno podria ser no dejarte ir al museo, otro dejarte en castigo toda la semana hasta tarde- Dice acomodando un mechón que estaba en mi rostro -Podría dejarte mucha tarea, o...- Dice mirándome con cierto temor.
-¿Ooo?- Estaba nerviosa, pero no podía dejar de ver sus labios.
-Podrias, mmmm- Vuelve a morderse su labio -¿Podrías besarme?- Estaba apunto de acercarme pero ella se alejó de repente -Esto, esto está mal, me tengo que ir- Dice tomando su abrigo y celular.
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