-Buenos días, soy su profesora de música durante este año. Me llamo Roseanne Park pero me pueden decir Rose- Dice finalizando con una sonrisa de oreja a oreja.
-No puede ser, ¿ella es la profesora?- Susurré.
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-Supongo que dormiste muy bien- Dice la enfermera con una sonrisa.
-Mejor que nunca, pero creo que ellos no piensan lo mismo- Los miré con una mueca ya que la mitad del cuerpo de Booboo estaba afuera de la cama y como lo suponía Rose se había ido a acostar en el sofá de la forma más incómoda.
-Deben de quererte mucho, tu novio no te suelta y tu mejor amiga no ha dormido ni una sola noche- Ella estaba viendo unas cosas en el monitor y agregando varías cosas en la bolsita que guindaba a un lado de mi cama.
-Lo dijiste todo al revés...- La miré para que me dijera su nombre.
-Jung-suk- Dijo sonriendo -¿Entonces esa chica es tu novia?- Preguntó divertida.
-Exacto, esa hermosa chica es mi.. Bueno aún no somos novias pero si, estoy con ella- Estaba demasiado orgullosa de poder presumir a esa hermosa chica, pero no duró mucho ya que Booboo despertó un poco alterado, parece que había tenido una pesadilla.
-Lisa vámonos, ya es hora. Pasó mucho tiempo y tu ya estás bien- Estaba muy alterado logrado asustarnos y despertando a Rose.
-Boobo0 no me puedo ir, ayer hablé contigo.
-Te dje que nos vamos y punto-Dijo golpeando una mesa a su lado. Miré a Rose y ella lo entendió de inmediato.
-Booboo vamos afuera, necesito hablar contigo- Mi chica sonó muy segura, Booboo sólo asintió y salió de la habitación para luego Rose salir detrás de él.
-Supongo que no lo tomó nada bien- Dijo Jung-suk con un tono de preocupación.
-Ayer lo tomó muy bien, pero supongo que fue por la hora que era. Sabia que esto iba a pasar y por eso se fue Rose con él- Estaba preocupada, muy preocupada.
-Quieres que vaya a ver que está pasando? Puede que Rose no pueda sola- El chico estả muy alterado.
-Yo sé que él no es capaz de hacer algo contra una mujer, pero si alguien más llega puede que explote. Sería buena idea que fueras pero que ninguno de los dos se dé cuenta de que estas ahi.
Ella sólo asintió y salió de la habitación dejándome por fin totalmente sola. Quité las sabanas y me senté en la orilla de la cama, ya habían pasado cinco días y no me gustaría saber que aún no puedo hacer algo útil. Aunque me seguía sintiendo débil pero no iba a dejar que eso me detuviera.
Ya había dado unos cuatro pasos apoyándome en la cama, quería llegar más lejos, por lo menos al baño, pero al parecer mis piernas no querían reaccionar más y caí, traté de levantarme pero en eso se abrió la puerta dejándome ver a Booboo y a Rose un poco serios, más de lo que me gustaria. Cuando me vieron en el suelo de inmediato corrieron a ayudarme.
