Venus es la diosa romana del amor y de la fertilidad, también de la naturaleza. Ahora ella es reencarnada en una adolescente de 19 años que vive en una ciudad que parece tierra de nadie y tiene un ex novio con problemas de ira que revivió entre los...
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JASON POV:
Jason Todd despertaba en una casa grande y al lado de Venus una vez más, ella estaba allí con su cabello largo y rubio sonriéndole al verlo despertar de su sueño profundo
Venus: Hola, cariño -dijo sonriendo mientras se acercaba dejando un suave beso en sus labios- me alegra que ya despiertes, dormilón.
Jason: ¿Qué sucedió?
Venus: Pues... Hicimos el amor, muchas veces -dijo riendo mientras se colocaba sobre el- Los chicos salieron, estamos tu y yo solos -dijo acariciando su pecho desnudo con una sonrisa-
Jason: Es cierto -dijo sonriendo embobado- aunque me refiero a donde está Rachel... Alukah... Ella nos noqueó a todos, ¿Dónde estamos? Esta no es la Torre... ¿Dónde están tus tatuajes?
Venus: ¿Quién es Alukah?, ¿Qué torre?, Rachel está en la universidad desde hace un mes... -dijo ladeando su cabeza con confusión- ¿Qué tatuajes? Nunca he tenido tatuajes.
Jason: Si amor, lo siento... De seguro estoy cansado, lo siento -dijo sonriendo levemente-
Venus salió de encima de Jason y se puso la camiseta del chico junto a sus bragas
Venus: Iré a prepararte el desayuno, cariño -dijo sonriendo-
Apenas la chica salió de la habitación Jason supo que aquella persona no era su chica, el como se comportaba tan sonriente y tranquila, como la habitación no estaba rodeada de plantas ni tenía sus tatuajes característicos, incluso tenía el cabello rubio sin sus mechones verdes, sin duda se enfrentaba a una maldita y estúpida ilusión.
Jason: Carajo, que jaqueca -dijo bajando por las escaleras- ¿Dónde está mi traje?
Venus: ¿Qué traje? Cariño, ¿Estas bien? -dijo desde la cocina mientras terminaba de darle los detalles a sus panqueques-
Jason: Oh nada cielo, seguro es solo el dolor de cabeza -habló el disimulando mientras tenía una sonrisa en el rostro-
Fue ahí cuando antes de entrar a la cocina sintió una onda que se expandía a través de su cuerpo como si su alma saliera de este y fuera poseído por otra persona.
Una sonrisa se formó en su rostro y abrazó a su novia por detrás llenando de besos su mejilla, hombro y cuello.
Jason: Que rico se ve el desayuno, mi vida.
Venus: Me alegra que te guste mi amor, ve a poner la mesa -habló la chica a lo cual Jason obedeció sin chistar-
El desayuno fue servido y ambos estaban charlando antes de darle el primer bocado a los panqueques, pero en cuanto el chico de ojos azules comió de estos por primera vez su piel se erizó reconociendo al instante que ese no era el sabor de los panqueques de su chica, ella hacía unos panqueques deliciosos y los decoraba con fresas, estos eran secos y simples que no llevaban el toque de amor que la chica tenía en su comida.
