Lara y Spencer habían desaparecido de la pequeña fiesta en el jardín de la mansión de David Rossi y ninguno había notado la ausencia de ellos dos, tampoco de los dos adolescentes que también habían huído de allí.
Lara fumaba en el cuarto de invitados de Rossi escondida del bullicio del jardín, Spencer la miraba en silencio notando algo diferente en ella, el brillo e sus ojos se había esfumado, algo paso en ese pozo que la había roto por dentro.
Spencer: Lara... ¿sucede algo? -se atrevió a preguntar el muchacho frente a ella-
Lara: No lo sé, Spencer... resolví todo allí en ese pozo pero... algo sigue aquí... -dijo tocando su pecho suspirando- algo aún me aprieta con fuerza, algo aún me duele...
Spencer: ¿Qué es Lara? -dijo acercándose a ella levemente para tratar de consolarla-
Después de todo el había sido su mejor amigo por muchos años, la conocía y sabía como se sentía en esos momentos, aunque era inexplicable, podía palpar el como el corazón de la chica rogaba por un abrazo.
Lara: Tu... -se atrevió a decir- eres tu quién hace que duela... -suspiró- ¿a que estamos jugando Spencer?... ¿que clase de juego macabro y mental decidimos empezar a jugar? -ella no lo miraba a los ojos porque sabía claramente que caería nuevamente en el hermoso color avellana de estos-
Spencer: Lara... -susurró cerca a ella- mírame.
Lara: No... dime Spencer, ¿Qué somos para el otro?, ¿Qué sentimos el uno por el otro?, ¿Capricho?, ¿amor?
Lara atacaba a Spencer con preguntas que él tenia con respuestas claras, el la amaba pero había sido un total idiota, su iq de 187 se había vuelto en negativo por todo lo que le había hecho a la chica de sus sueños, él amaba a Lara con todo su corazón y estaba dispuesto a demostrarlo con acciones, con palabras, con hechos.
Spencer: mírame, por favor... -suplicó con los ojos llenos de tristeza-
Lara solo pudo levantar ligeramente la mirada encontrándose con esos ojos que la atraparon cuando se conocieron, que la envolvieron en una manta dulce y nunca la dejaron escapar. Pronto fue que la distancia se hizo pesada entre ellos, anhelaban la cercanía del otro, deseaban sentirse nuevamente pero tenían miedo de culpar al alcohol aunque ambos Sabían claramente que no era eso, que era que se amaban profundamente y no importaba el como ni el cuando, ellos dos serían siempre el uno para el otro.
La distancia pronto se acortó y ambos juntaron sus labios en un beso que los llevo de un paso a otro, Lara estaba en el regazo de Spencer con sus piernas al lado de sus caderas, un beso tras otro y el calor se hacía presente, la ropa picaba y pedía a gritos ser arrancada de sus cuerpos pero ellos iban por algo más, algo más lento, más pasional, más significativo.
Spencer fue quien dió el primer paso y quitó la coleta de Lara dejando caer su larga cabellera sobre sus hombros, luego ella se separó observando los ojos del chico que la acompañaba quitando lentamente su corbata sin cortar el contacto visual.
Spencer: ¿estas segura de esto? -preguntó él deteniendo las manos de la chica para observarla mejor-
Ella asintió dejándose llevar por el momento y él le quitó el top que llevaba puesto Lara observando su sujetador de lazos rosados logrando que de sus labios escape una leve risa tierna antes de acariciar el pecho de la chica procediendo a besar sus labios nuevamente, ella le desabotonaba la camisa dejándola caer en algún lado del suelo y así lentamente con todas las prendas de ambos jóvenes quedando sueltas por la habitación que pronto estaría inundada de amor y de pasión.
Pronto fue que los roles cambiaron y ella ahora era quien estaba debajo del cuerpo de Spencer, la mano más juguetona del chico exploraba una de las piernas de la chica acariciandolas.
Lara: Dime que soy la única -pidió la chica en un susurro, más que un pedido era una suplica-
Spencer: Siempre serás la única, Lara... -dijo mirándola a los ojos- nadie podrá tenerme de esta forma... amándote locamente, haciendo que mi corazón quiera salir y quedarse a tu lado siempre. -susurraba contra los labios de la muchacha antes de besarla nuevamente-
Un gemido salió de la boca de la chica al sentir como el miembro del contrario se adentraba en su ser, los movimientos eran lentos pero profundos, sus dedos estaban entrelazados a los del contrario mientras los jadeos y los gemidos se hacían presentes.
La noche pasó y con ello el climax se hizo presente, los agentes abajo tenían una resaca muy grande, apenas despertaban y parecían estar muy cansados como para incluso existir pero el deber los había despertado aunque no quisieran.
Hotch: Vamos a la oficina -dijo levantándose de la hamaca del jardín-
Morgan: Pero faltan el niño bonito y la enana -dijo mirando a sus compañeros-
Lara estaba recostada en el pecho desnudo de Spencer, ambos dormidos y abrazados luego de la faena de la noche anterior, el joven doctor siendo el primero en despertar observó la figura de la muchacha dormida plácidamente en su pecho a lo que el solo atinó a sonreír con felicidad.
Spencer: Pequeña, tenemos que ir a trabajar -susurró despertando a la chica-
Lara: No quiero... -dijo adormilada aferrándose más al chico-
Spencer: Luego dormirás más... -susurró él dejando que Lara se despierte por completo antes de empezar a vestirse ambos-
Lara: Debería salir primero... -dijo rascando su nuca levemente-
Spencer: Si -dijo soltando una leve risa- Lara... ¿te arrepientes?
Lara: No, es solo que... aún no termino de procesar esto...
Spencer: Dame una oportunidad de conquistarte de nuevo... por favor -dijo acercándose el muchacho-
Lara: Spencer... ya hemos jugado a esto antes y sabemos como va a terminar...
Spencer: Déjame enseñarte que estás equivocada... que estaremos juntos, que nos casaremos.
ESTÁS LEYENDO
𝐕𝐞𝐧𝐮𝐬 J. Todd
RandomVenus es la diosa romana del amor y de la fertilidad, también de la naturaleza. Ahora ella es reencarnada en una adolescente de 19 años que vive en una ciudad que parece tierra de nadie y tiene un ex novio con problemas de ira que revivió entre los...