= 𝙈𝙪ñ𝙚𝙘𝙖

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─ Estas... Estas seguro que estarás bien? ─ Pregunto un castaño de ojos mieles mientras cruzaba la ventana agarrándose de una cuerda para bajar, mirando a su amigo que sostenía la soga sonriéndole.

─ Tu estate tranquilo yo estaré bien, tu anda y diviértete ─ Le respondió el chico de ramera amarilla mientras bajaba despacio la soga con el menor en ella para que tocara tierra, el oji miel veía un tanto preocupado al mayor. 

─ No pongas esa cara Aquinin, estaré bien... lo juro  ─ Le respondió con seguridad, viendo como el chico alzaba a verlo con ojos asustados, conocía esa miraba, el también... pero, era hora de que el contrario también vea el mundo exterior y no estar encerrado en aquel lugar llamado ''hogar'' 

Cuando Aquino toco el piso, se soltó de la cuerda y esta fue jalada para arriba rápidamente, el menor vio al chico heterocromático despidiéndose con una sonrisa de confianza.

El castaño nervioso miro al piso, pero sabia que solo este era su única oportunidad de ver lo que había más allá de aquella casa denominada ''hogar'', sin perder el tiempo en su mente se había jurado volver lo mas rápido para que no le pasase nada a su amigo, camino alejándose poco a poco de la casa, mientras el heterocromático lo miraba irse...

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Aquino se sentía nervioso había llegado a un punto donde había dos senderos, sin saber cual elegir puesto que era la ''primera vez'' que saldría del bosque, cerro los ojos y escogió al azar con su dedo, eligiendo el camino de la derecha.

Poniéndose en marcha por el camino, que se le hacia un poco largo pero agradecía que todavía era temprano, después de una hora y media de caminata el menor termino saliendo del bosque cerca de una carretera, miro a los dos lados, era una calle en medio del bosque? no había carros, pero suponía que en cualquier momento pasaría uno, sin conocer nada camino de frente de la calle, con la esperanza de tener suerte de encontrar algo...

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Un azabache iba conduciendo viendo la carretera vacía, ya que a esa hora no pasaba mucho auto asi que podía estar tranquilo, una pequeña niña de pelo castaño iba en los asientos de atrás mientras jugaba con sus muñecas cerca de la ventana (la ventana se encontraba cerrada)   

─ Hermano, puedo abrir la ventana?  ─ Pregunto la pequeña niña, mirando a su hermano que estaba atento a la carretera.

─ Para que quieres abrir la ventana, Mictia?  ─ Pregunto dudoso el chico de mechas moradas mirando a su hermana que estaba haciendo puchero, sin remedio a eso suspiro y luego asintió, la menor celebro no si antes escuchar a su hermano decirle que no la bajara tanto.

─ Oka   ─ Sonrió la menor, el mayor dio vista nuevamente a la carretera.

Con la perspectiva de Mictia, la pequeña baja un poco la ventana del auto sacando media cabeza, mientras su largo cabello era soplado por el viento provocado por la velocidad del automóvil (una velocidad decente) Mictia iba viendo el paisaje y riendo, por descuido de ella saco su mano votando a su muñeca por accidente en medio del camino.

La oji morada solo se queda viendo a su muñeca que había tirado por accidente, nerviosa, quería informarle a su hermano de aquello, pero al ver que estaba ocupado en una llamada no dijo nada, mirando por la ventana trasera del auto como se alejaban poco a poco había provocado arrepentimiento por no haber dicho nada, alejándose de aquel punto.

─ Ahg... creo que, estoy un poco mas cerca del lugar de aquel letrero que vi hace dos minuto  ─ Había dicho un castaño, que salía de los arbustos y se sacudía la ropa, mientras se sacaba pequeñas hojas de su cabello y lo acomodaba.

[ 𝐍𝐚𝐭𝐪𝐮𝐢𝐧𝐨 / One shorts ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora