• CONSTRASTES DE EMOCIÓN

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Te encontrabas atendiendo al soldado de siempre en tu consultorio de la base militar.

Mientras realizaba su trabajo con diligencia y profesionalismo, el soldado comenzó a coquetear contigo de manera descarada, ignorando los límites de la relación paciente-profesional.

-Como has estado preciosa?- dijo el soldado con una linda sonrisa

-Bien un poco cansada pero dentro de lo que cabe bien- sonreiste ya que te gustaba mantener una  conversación con tus pacientes para más comodidad de ellos y tuya.

-y eso preciosa?- dijo el soldado

-pues problemas personales que no puedo decir

-Mmmmm...está bien eres una mujer fuerte y bastante atractiva - dijo mientras rozaba tu antebrazo.

Tu te empezabas a sentir incómoda ante la situación y te apartaste ligeramente de el.

-estemmm...ya estás te voy a dar de alta puedes continuar con tus actividades normales solo ponte está pomada para que siga cicatrizando -

-Okey preciosa muchas gracias lástima que no te veré tan seguido - dijo mientras se levantaba de la camilla

Tu no dijiste nada al respecto te quedaste callada mientras le entregabas la pomada.

El soldado se acercó un poco más a ti, tu retrocedias pero llegó un punto en donde te esquino.

-Dejame invitarte a salir - dijo mientras se acercaba más a ti a un punto de invadir tu privacidad.

-no gracias por favor aléjate- decias mientras ocultaba tu cara.

Ajeno a la situación, köning observaba desde lejos, sintiendo una mezcla de celos y preocupación.

Sus ojos se posaron en la escena con creciente incomodidad, viendo cómo el soldado intentaba seducir a su pareja frente a sus propios ojos.

Los celos comenzaron a arder en el corazón de köning, llenándolo de una mezcla de ira y desconfianza.

¿Cómo podía su novia permitir que otro hombre la coqueteara de esa manera? ¿Acaso no valoraba su relación lo suficiente como para poner un alto a esa situación inapropiada?

A medida que la escena se desarrollaba ante sus ojos, köning tuvo que luchar contra la urgencia de irrumpir en el consultorio y enfrentar al soldado.

Sin embargo, sabía que debía contener su ira y abordar la situación de manera más calmada y racional.

Mientras tanto, en el consultorio, te veías atrapada en una situación incómoda y comprometedora.

A pesar de tus intentos por mantener la profesionalidad, el soldado persistía en sus avances, poniéndola en una posición difícil y vulnerable.

-Eres tan hermosa como puedes salir con ese hombre?- dijo

Eso te molesto mucho querías agarrarlo a golpes como pudo hablar descaradamente así de tu novio.

Köning  decidió intervenir y se acercó al consultorio con determinación.

Entró en la sala con paso firme, mirando fijamente al soldado y a ti con una mezcla de enojo y tristeza.

El soldado se apartó con rapidez de ti, tu te acomodaste el pelo y bajaste la mirada.

Köning vio con enojo al soldado y se acercó con las firmesa, te empezaste a sentir bastante nerviosa y preocupada ya que pensabas que se iban a agarrar a golpes

Pero köning se acerco a ti, le dio la espalda al soldado y te beso como si no hubiera visto nada, quería demostrar que eras suya.

El soldado solo observo como te agarraba y como se besaban y le provocó celos a pesar de no ser tu novio.

Köning- 𝙳𝙴𝚂𝚃𝙸𝙽𝙾 𝙴𝙽𝚃𝚁𝙴𝙻𝙰𝚉𝙰𝙳𝙾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora