☁️🍎Alas De Amor 🍎☁️[OMEGAVERSE]

🌙🍎 La primera noche🍎🌙

La sobrepoblación del infierno no era una broma, ya que cada día podían aumentar como mínimo 20 mil demonios más al día, lo cual no hacía fácil para los demonios evitar los exterminios que eran cada año sin falta, pero esta vez sin previo aviso los ángeles no planeaban hacerlo en un año sino que en la mitad.

"¡Ja! ¡Ya falta poco para ir a exterminar a esos idiotas!" dice Adam.

"Tal vez falte poco, Adam, pero debemos ser cautelosos. Nadie debe saber además de nosotros que se hace esto y menos Dios" dice Sera con una cara seria.

"Ash, Sera, ¿tú te crees que yo sería tan tonto como para chivarnos a Dios?" dice Adam bufándose de lo que había dicho Sera.

"Bueno Adam, no está de más avisar, después de todo... no sabemos qué pasaría si Dios se enterase de que hacemos esto" dice Sera sujetándose la cara.

"Te preocupas demasiado, Sera. Él no se ha dado cuenta en todo este tiempo, dudo que lo haga ahora" dice Adam antes de darle un sorbo a su batido.

"Ah... supongo que tienes razón..." dice Sera levantándose para finalizar la reunión cuando escucha que tocan la puerta.

"Amm, lo siento mi señora, pero debo avisarles que la señorita Emily viene hacia acá con Dios" dice Lute con una cara seria.

Adam y Sera no se sorprendían ni se alteraban, ya que ellos ya habían evadido muchas veces las reuniones divinas con Dios sobre el tema de la sobrepoblación y otros asuntos, por lo que Sera solo asintió y caminó hacia fuera de la sala a lo cual Adam tampoco tardó en retirarse, así entrando poco después Dios y Emily.

"Parece que... esta vez tampoco han venido, Dios..." dice Emily un poco triste por Dios que desde que castigó a Samael se encontraba cada vez más solo, pero no completamente, pues Emily aún seguía haciéndole compañía.

"Lo sé... otra reunión que evitan supongo.." dice Dios suspirando y sentándose en una de las sillas poniendo su mano en su cara. "Creo que fue un error castigar a Samael, Emily..."

Emily solo se deprimía viendo a Dios pensar de forma tan deprimente, por lo que se acercó y le dio un patito disfrazado como vestía antes Samael.

"No estés así, usted siempre es alguien de felicidad. Además..." dice Emily antes de abrazarlo. "El perdón existe, ¿no lo recuerda? Solo es cuestión de que intente remediar las cosas."

Dios le sonrió a Emily que lo abrazaba con una dulce sonrisa en su cara que lo hacía sentir mejor, pues aunque era verdad que él la había creado así, ella era una serafín bastante dulce y noble, no como su otra creación, Sera y Adam, quien cada vez se comportaba peor. Esto lo hacía sentir decepción de lo que había permitido dejar entrar al cielo.

"Ah... Emily, ¿pero tú crees que mi hijo perdonará lo que le hice...? Digo... lo dejé solo por bastante tiempo allá..." dice Dios mirando hacia la nada. "Y aun peor, le dejé sin poder ver la bondad en las personas..."

"Bueno... Dios, todos somos capaces de cometer errores," dice Emily sentándose a su lado. "Además, cuando Samael estaba aquí, era bastante bueno y bondadoso con todos. Bueno... era así hasta que todos empezaron a silenciar sus ideas..." dice Emily bajando la mirada.

Y era verdad lo que ella había dicho, pues Lucifer (Samael) había tenido bastantes ideas para el paraíso, un lugar que él quería que fuera de libre albedrío. Pero, por la proposición que a todos les pareció peligrosa y de mal gusto, trataron a toda costa de silenciar y callar sus ideas, aunque eso implicara tener que enterrarlas muy al fondo de Lucifer.

"Ah... soy un mal padre, Emily. No soy ni siquiera capaz de gobernar bien el cielo, y eso que debería ser más calmado, pero con eso que Adam y Sera nunca aparecen por aquí..." dice Dios suspirando. "Todo es complicado..."