☁️🍎Alas De Amor 🍎☁️[OMEGAVERSE]

❤️🔥📻¡¿Una Opción Correcta?!📻🔥💔

Antes de que entrara Dios a la sala, todo iba medianamente bien. Bueno, así era hasta que se llegó al punto donde Charlie empezó a cuestionar a los ángeles sobre qué se tenía que hacer para ganarse el cielo, lo cual molestó a Sera, la cual evidenciaba que no sabía cómo era que exactamente un alma llegaba a ganarse el cielo y subir hasta él, pues como ella y todos los ángeles solo los veían llegar y ya. Pero Emily, al ver la actitud de Ángel, vio que realmente sí merecía el cielo, pues se había redimido de muchos de sus pecados cometidos. Por lo tanto, trató de convencer a los presentes, los cuales no se veían muy convencidos y mucho menos Adam, quien estaba dispuesto a hacer lo que fuera para arruinar la idea de Charlie, aunque eso costara revelar los exterminios. Y así fue, pero eligió el peor momento para revelarlo, pues fue en ese momento que Dios entró en la sala junto a Lisandro, quienes obviamente escucharon lo que Adam dijo.

"¿Qué... fue lo que dijiste, Adam?" gruñó Dios, clavando la mirada en Adam, que se sobresaltó.

"Eh... eh... ¡mi Dios! Yo... yo... puedo explicar mis palabras", dice Adam, viendo a Dios, que se le notaba la furia en sus ojos, mientras que Lisandro se encontraba con su apariencia de querubín.

"Vaya, alguien está en problemas", bufó Lisandro con una pequeña sonrisa.

"¡Esta audiencia termina en este momento! ¡Y tú, Adam, vendrás conmigo!" gruñó Dios casi gritando y señalando a todos para que salieran de la sala, pues realmente estaba furioso por lo que estaba pasando.

"Sí, mi Dios", dice Adam, bajando la cabeza.

Y así fue, todos abandonaron, o bueno, casi todos, pues cuando Sera trató de salir también, Dios la detuvo, lo cual hizo que Sera se sobresaltara y se pusiera nerviosa, pues según Dios no sabía de su colaboración con los exterminios, o bueno, eso suponía.

"¿Eh... sucede algo, mi Dios...?" pregunta Sera nerviosa al ver la expresión extremadamente seria de Dios.

"Sí... sucede algo que al parecer ustedes dos me estuvieron ocultando desde hace mucho..." dice Dios fulminando con la mirada a Sera, quien traga en seco.

"¿Por qué... le ocultaría algo a usted, mi señor...?" dice Sera viendo a Dios.

"No lo sé, querida... díganmelo ustedes..." dice Dios frunciendo el ceño, pero no sin antes voltear a ver a Lisandro. "Ya te puedes retirar... y por favor... ve con la hija de Samael, quiero hablar con ella después..." dice Dios sonriendo levemente.

Lisandro, al escuchar la orden de Dios, asintió con una leve sonrisa y se retiró, dejando solo a Dios junto a Adam y Sera, los cuales tenían la mirada baja, pues les era casi imposible verle a los ojos a Dios al ser que habían traicionado y faltado al respeto a sus espaldas.

"¿Y bien... no me piensan explicar qué es esta tontería de la exterminación?" gruñe Dios gritándoles de lo enojado que se encontraba.

"Bueno... es que era solo una pequeña idea, mi Dios... así los de abajo no se podrían revelar..." dice Adam con la mirada baja.

Dios, al escuchar la palabra "pequeña idea", bufó soltando una leve risa para luego sonreírles con hipocresía a los dos, pues no podía creer que incluso en ese momento no le dijeran la verdad.

"¡Ja! ¿Una pequeña idea!? ¿MATAR? ¿TE PARECE ALGO IRRELEVANTE?" gruñe Dios viendo a Adam, quien baja más la mirada.

"No, mi señor... pero..."

"Pero nada, Adam... y tú, Sera... no puedo creer que realmente estés de acuerdo con una masacre" gruñe Dios volteando a ver a Sera, quien desvía la mirada.

"Solo pensé que sería bueno para proteger a los del cielo, mi señor..." dice Sera frunciendo el ceño.

Dios suspiró al escuchar lo que dijo Sera, riendo un poco adolorido y llevando una de sus manos a la cara, pues se sentía mal al ver que sus creaciones realmente ni siquiera conocían la gravedad de sus acciones, además de que no las reconocían como algo malo.