Carlos y su Jefa P. 1

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Carlos es un empleado de Daniela, ya se han encontrado en varias reuniones en este día. Daniela se ha asegurado que él se dé cuenta de su vestido corto y sus medias de liguero.

Ella lo ha provocado todo el día, y cada vez que puede va al baño privado de su oficina y toma fotos cada vez más sugerentes para su subalterno. Con la última foto de su chocho mojado le ha causado una gran erección a Carlos. Daniela ama jugar con el pobre empleado!

Como puede trata de abrir las imágenes en su celular, ella sabe lo que causa en él. De pronto en su computador hay una notificación. Ve al archivo y trae la carpeta del proyecto, la dejas en el escritorio de mi secretaria.

Grrr.. Carlos tiene que levantarse y ahora todos los compañeros se darán cuenta de las consecuencias de las fotos de su jefa.

Desde su oficina Daniela observa al pobre Carlos caminando incómodo, tratando de taparse con la carpeta. La secretaria ni siquiera lo mira y Carlos se escabulle lo más rápido que puede. La sonrisa socarrona de Daniela es inevitable.

Carlos como puede camina hacia los baños.Saca su verga y se masturba. Salen unas gotas de semen, aprovecha y toma una foto y se la envía a Daniela. Esta es una pequeña venganza.

Suena la notificación del celular. Revisa que la puerta esté cerrada. Baja la tapa de su portátil y se recarga bien en su silla. Abre un poco las piernas mientras toma el teléfono. Abre la conversación con Carlos y lo primero que ve es esa verga dura y venosa. Brillante por el líquido pre seminal. Amplía la foto para detallar aún más, mientras su mano inconscientemente baja a sobar la tela de su panty, sintiendo cómo su clítoris se va estimulando.

Abre más las piernas y de pronto el teléfono vibra, llega un mensaje de Carlos. Te espero a la salida. Recuerda que la tanga va en mi bolsillo y debe estar bien mojada. No te vas a salvar de tu castigo PUTITA.

Daniela sonríe, corre la tanga a un lado y empieza a acariciarse más duro, imaginando, soñando. Su vagina empieza a producir fluidos divinos. Lleva sus dedos a la boca, humedece sus labios, saborea, disfruta de sus jugos de hembra caliente. Recuerda la orden, se sube un poco la falda, baja la tanga y la pasa por su chocho empapado. La mete un poquito para asegurarse de que queda bien mojada. Finalmente pellizca el clítoris con las yemas de los dedos y siente ese dolor que la lleva al placer. La tanga termina guardada en su bolso. Y apenas falta media hora para terminar la jornada.

 Y apenas falta media hora para terminar la jornada

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Continuará..

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