El maestro que se enamoró de un papá soltero | BSD • Soukoku

Conflicto paternal

Estacionó su auto lejos del preescolar, pero lo suficientemente cerca para poder observar las puertas y el pasar de los niños; ajustó sus lentes de sol en cuanto las personas que buscaba se hicieron presentes en su campo visual: Chuya daba un beso en ambas mejillas de su pequeña niña y procedía a despedirse con prisa.

La mujer soltó una risita, —No ha cambiado —pensó.

Decidió quedarse un rato más, la niña no entró al instituto tan pronto como se fue su padre porque fue detenida por un niño que le jaló suavemente del brazo.

Kyoka se acarició el brazo, quizá su compañero había sido un poco brusco con el movimiento. El niño se inclinó una y otra vez, mientras miraba a ambos lados como si temiera que lo estuvieran observando.

Ambos niños platicaron por un lapso de cinco minutos, en realidad, fue el pequeño Dmitri Dostoyevsky quien habló todo el tiempo. Luego de recibir la orden del maestro que custodiaba la reja, ambos niños desaparecieron de la vista de la mujer que seguía observando desde su auto.

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El ánimo en la sala de reuniones estaba tensa, porque a la persona que llevaba las finanzas de la empresa se le había ocurrido quejarse del reporte de gastos tangibles e intangibles del proyecto informático del que Chuya estaba a cargo. El punto: no cuadraba el informe de gastos que se estaba deduciendo.

En pocas palabras...

—Es un desvío de recursos, señores —se quejó el encargado administrativo.

—¿Hah? —Tachihara y Chuya cuestionaron al mismo tiempo.

—No reportan el pago de un servidor, pero su sistema está funcionando con uno para el almacenamiento de los datos del cliente y usuarios. ¿Hasta cuándo planeaban reportar ese dinero?

El equipo intercambió miradas y su confusión.

—Creo que hay un error. El proyecto no ha finalizado y usted lo sabe —se defendió Chuya ante su acusador—, utilizamos sesiones de prueba que se otorgan al compilar el sistema en el programa de ejecución. Me parece que es normal que usted, un administrador, no comprenda algo tan complejo como esto; así que voy a darle la oportunidad de que se disculpe con mi equipo por la ofensa.

—¿Ofensa? ¿Está bromeando, ingeniero? —el administrador arqueó la ceja, un tantito prepotente—. Jefe, creo que los documentos hablan por si mismos —golpeó las hojas del folder con la palma de la mano.

—Chuya-kun —soltó un suspiró, aturdido, luego prosiguió—, te pido que revises los informes. Tu proyecto tiene mucho potencial y nos están pagando una gran suma por él, sería una lástima tener que cancelarlo por pequeños "mal entendidos" como estos —una sonrisa ilegible se hizo presente en su rostro.

El equipo miraba con sospecha al administrador.

La reunión se dio por terminada.

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La cabeza le dolía, ¿por qué justamente tenía que pasar algo así cuando el proyecto estaba en su mejor etapa? No importaba cuantas veces revisara y reingresara datos en la hoja de cálculo, los resultados seguían siendo los mismos.

Todos y cada uno de los gastos del proyecto eran reportados por Tachihara, y como Chuya había explicado, la ejecución del programa era compilada en el mismo entorno del lenguaje de programación con las librerías necesarias entre el compilador y la base de datos.

¿Cómo es posible que nos conectemos a un servidor si los datos son de prueba?

Buscó en alguna línea de código, no había conexiones a servidores externos; revisó en sus correos electrónicos, quizá Tachihara había adquirido la renta de un servidor y olvidó reportarla, pero tampoco encontró nada.