Trece

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Era ya casi costumbre que estos dos se dieran besos.

Obviamente no era algo malo, no lo hacían con doble intención, solo eran pequeños besos que con el tiempo se volvían más largos y amorosos.

Eran escasos besos en los labios, picos, aunque en ocasiones especiales eran más largos.

Por ejemplo, el día en el que Iván se sacó un diez en matemáticas, cosa que fue casi un milagro del cielo, Rodrigo lo felicitó con un beso, y largos abrazos.

Él invierno había pasado, el calor se hacía presente, y no era un calor exagerado, pero si un poco molesto como para querer refrescarse a veces.

La casa del árbol era el lugar perfecto, siempre entreba mucho viento fresco, y tomaban helados

— ¿Me das un poco de tu helado?

Preguntó Rodrigo, Iván tenía un helado de chocolate, se veía muy rico.

— Si, tomá

Iván le pasó su helado a Rodrigo, el cual lo tomó sin problemas. Iván solo lo miraba espectante, esperando que su helado fuera devuelto.

Hasta que de repente, Rodrigo mordió el helado, sus dientes se congelaron, lloriqueó levemente

— ¿Cómo vas a hacer eso Rodri?

El pelinegro se preocupó y estampó un beso en sus labios, los movió rápidamente, haciendo que a Rodrigo se le fuera todo rastro de frio, la boca caliente de Iván lo envolvía

— Gracias

Dijo cuando se separaron, un leve chasquido los acompañó

Iván solo se rió, Rodrigo estaba muy sonrojado

— Que boludo sos

Ambos rieron, ahora tomaron sus helados más calmados, luego se acostaron en la madera, Rodrigo había puesto muchas almohadas en ese lugar, haciendo una especie de colchón, dónde durmieron un buen rato

Persiana Americana ! RodriVan (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora