Persiana Americana ! RodriVan (CANCELADA)

Doce

2008 !!

Ya había pasado un año desde que la amistad de Rodrigo e Iván había comenzado.

Seguían siendo muy pequeños, aunque un poco más maduros.

Iván no era tan tímido, había dejado un poco de lado la timidez, cuando tenía a Rodrigo al lado se sentia muy seguro.

Y digamos que no eran tontos, era obvio que cada vez se acercan más uno al otro, la timidez era muy presente cuando estaban juntos.

Hoy no fue la excepción, se encontraban en la casa del árbol de Rodrigo, pintando unos dibujos, un silencio abordaba aquella casita.

En su escuela habían tocado el tema del amor, como materia, y con ello, estaban aprendiendo de los sentimientos y parejas, no era un tema muy interesante, pero si dejaba mucho de que pensar.

— Ivo, ¿te puedo hacer una pregunta?

Iván asintió mientras seguía dibujando, sin mirar a Rodrigo.

— ¿Vos entendiste eso de los besos?

— Un poco, igual es raro.

Rodrigo asintió, era muy raro todo eso de las demostraciones de afecto; Es decir, Rodrigo siempre fue cariñoso, pero no de esa manera.

— Es que, tipo, mi mamá me da besos en la frente, pero cuando dos personas se quieren mucho sin ser familiares es distinto.

Dijo Iván, como si estuviera soltando sus pensamientos y dudas al aire.

— ¿Vos ya diste un beso, Iván?

El pelinegro negó con la cabeza.

— Me da un toque de miedo, seguro es re raro todo eso de dar besos, cuando sea más grande quizás de muchos besos.

Siguieron pintando, todavía habían muchas dudas. ¿que se sentirá besar? ¿cómo son los besos?

Eran algunas preguntas que se hacían los pequeños.

— Tenés que darle un beso con alguien que querés mucho. La profesora dijo que cuando sentíamos unas mariposa en el estómago era porque nos gustaba alguien.

Dijo Rodrigo, aunque eso no hacía que sus dudas se revolvieran.

— Yo siento cosas cuando tengo hambre, y cuando estoy con vos.

Soltó Iván derrepente, sin tomar mucha importancia, estaba muy concentrado en su dibujo.

— ¿Sentis mariposas cuando estas conmigo?

Preguntó Rodrigo, e Iván abrió sus ojos como platos.

— ¿Q-que? Porque decís eso?

— Vos lo dijiste, dijiste que sentías cosas cuando estabas conmigo.

Iván ni se había dado cuenta, se sonrojó completamente.

— E-eh, no, no dije eso, debió haber sido un error. Igual ya me tengo que ir, mi mamá ya me esta llamando para comer.

— Iván, pero si hoy te ibas a quedar a comer.

El pelinegro se levantó de su asiento, y el castaño lo siguió, queriendo darle un abrazo de despedida.

Iván retrocedió dos pasos, quedando estampado en la pared, como si se estuviera acorralando a él mismo.

Se sintió fallecer cuando Rodrigo lo abrazó.

— ¿Que pasó Ivo?

No hubo respuesta, Iván miraba hacia otro lado.

Rodrigo se separó de él, esta vez lo miró a los ojos.

Iván estaba perdido en sus pensamientos, su cabeza daba muchas vueltas, hasta que la voz de Rodrigo lo desconcentró.

— ¿Que opinas?

— Eh, ¿sobre qué?

— ¿No me escuchaste Iván?

Negó con la cabeza.

— Te estaba diciendo que me di cuenta de que nosotros dos podemos saber cómo son los besos.

Iván levantó una ceja, no sabía cómo lo harían.

— ¿Pero como podemos hacer eso? ¿no somos muy pequeño...

Y no pudo terminar al sentir los esponjosos labios de Rodrigo sobre los suyos, haciendo una leve presión.

Ni él ni Rodrigo sabían besar, pero se dejaron llevar, haciendo que la tensión del ambiente disminuyera.