Capítulo 14

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Narra Scarlett

He llamado unas mil veces a Nate des de que me he levantado esta mañana y nada, no me lo ha cogido ni una sola vez y me siento frustrada. Me doy una ducha después de comer y cuando estoy lista cojo las llaves del coche para salir de casa.

-¿A dónde vas? – pregunta Sam cuando abro la puerta.

-No te importa – le suelto y salgo de casa dando un portazo.

-¡Sí que me importa cuando se trata de ti! – me grita cuando abre la puerta después de mí.

-¿Enserio te importo lo más mínimo? Porque si te importara me dejarías hacer lo que me diera la gana con mi vida no lo que a ti te parece.

-¡Por eso mismo joder! ¡Me estoy preocupando por ti! – Grita Sam abriendo los brazos.

-¡Pues no quiero que lo hagas si eso implica separarme de algunas personas! – Grito y creo que todo el vecindario se está enterando de nuestra pelea.

Sammy se pasa una mano por el pelo y resopla mientras camina hacia mí.

-Tu no lo entiendes – dice cuando se planta en frente.

-Ni tu tampoco.

Doy media vuelta sobre mi misma y abro la puerta de la camioneta para subir pero me agarra de la muñeca.

-Scarlett espera...

-Que me voy joder, que me dejes en paz – digo cuando noto que la ira se empieza a apoderar de mí.

Como veo que no se aparta me suelto de su agarre, lo empujo para que me dé un poco de espacio. Subo a la camioneta y arranco dejando allí a Sam, mis manos aprietan el volante y unas lágrimas descienden por mis mejillas pero enseguida las aparto.

Aparco la camioneta delate de casa de Nate y me dirijo a la entrada. Llamo y vuelvo a llamar pero nada así que decido ir por la parte trasera. Doy la vuelta a la casa hasta la valla que rodea su casa y la salto, pero como mi agilidad es nula caigo de morros al suelo haciéndome un pequeño corte en el labio. Me levanto maldiciendo al imbécil que decidió construir esa maldita valla y me dirijo a dentro de casa.

-¿Nate? – lo llamo una vez dentro.

Oigo algunos ruidos arriba y subo por las escaleras hasta el segundo piso. Camino hasta una puerta que esta entreabierta donde oigo unos golpes secos.

Abro poco a poco la puerta sin intentar hacer ruido y fijo mi vista en la espalda tensa y sudada de Nate moviéndose al ritmo de sus puños al chocar contra el saco de boxeo. Escucho como gruñe y como expulsa su rabia a través de los golpes.

Respiro hondo y me acerco a él por detrás sin hacer ruido, cuando estoy a unos centímetros de su cuerpo mis manos rodean su cintura y él se queda quieto de repente. Apoyo mi cabeza en su espalda y aprieto más mi agarre. Nate destensa su espalda y se gira sobre si mismo quedando cara a mí.

-No deberías estar aquí, veo que no pillas las indirectas – dice con una sonrisa de lado.

-Demasiado tozuda soy para querer pillar tus indirectas – respondo con una sonrisa.

-Lo sé – sonríe y se acerca poco a poco a mí juntando nuestros labios. Cuando muerde mi labio inferior hago una mueca haciendo que sé de cuenta y separándose de mí.

-¿Quién te ha hecho eso? – dice con el ceño fruncido refiriéndose al corte de mi labio.

-Yo misma intentando saltar tu mierda de valla para entrar en tu casa.

-¿Tan patosa eres? Pero si esta súper baja – dice riéndose.

-Para ti puede que sí, para mí no.

Under the sheets (Nate Maloley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora