Capítulo 15

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Narra Scarlett

Estoy en la cama de mi dios griego mientras él se está dando una ducha después de haber hecho ejercicio sano conmigo, ya me entendéis. Como me aburro me empiezo a hacer fotos con su móvil y a cambiarle los fondos de pantalla ya que eso sé que le molesta mucho. Abro sus mensajes y rebusco un poco como cotilla que soy. Veo una conversación con una tal ''Nicole'' y la abro.

Nicole: ¿Cuándo repetimos?

Me aguanto la risa, que desesperada.

Nate: Cuando quieras nena...

Nicole: Pero esta vez yo arriba ;)

Me empiezo a descojonar de la risa después de leer el mensaje de la tía esta, no puede haber dicho eso joder seguro que ya tenía las bragas en los tobillos. Miro la fecha y se me borra la sonrisa de mi cara, hace dos semanas de esto. Hace dos putas semanas ya estaba conmigo o como se le pueda llamar a lo nuestro. Me siento recta en la cama leyendo los últimos mensajes. Aprieto los puños y mi respiración se empieza a agitarse, se ha tirado a una guarra estando conmigo. Me levanto de la cama y miro por la ventana intentando tranquilizarme para no entrar en el baño y ahorcarlo con la ducha.

Entonces la puerta se abre y sale un Nate sonriente y se tira en su cama.

-¿Y esa cara de perros nena?

-Compruébalo tu mismo gilipollas – le tiro el móvil a su lado y me mira con cara de extrañado.

Entonces lee lo que pone y aprieta la mandíbula.

-Scar...

-No, ni Scar no hostias Nate vete a la puta mierda.

Me dirijo a la puerta de su habitación pero me coge del brazo para que no de otro paso más.

-Joder déjamelo explicártelo vale – dice pasándose una mano por el pelo.

-Que me tienes que explicar que no sepa ya, te has tirado a otra mientras estabas conmigo punto.

-Si joder pero que no fue mi intención. Ese día me peleé con mi madre por problemas familiares y me fui al bar de la esquina a tomar algo para relajar la tensión...

-Y al final fue la mamada de Nicole la que te la relajó – lo interrumpo

-Scarlett estoy intentando explicártelo. Bueno el caso es que bebí mucho más de la cuenta, una chica se unió a mí... yo no pensaba con claridad y...

-Te la follaste – termino por el

Mira hacia el suelo y como no dice nada me suelto de su agarre otra vez.

-Gracias por la explicación, ahora me voy – pero se interpone en mi camino obstruyéndome el paso.

-Que no joder no te vayas.

-Apártate Nate.

-No

-Nate...

-Lo siento joder no pensaba en nada estaba muy borracho casi ni me acuerdo.

-Me das asco – digo mirándolo a los ojos y sé que eso le ha dolido porque veo como aprieta los dientes.

-No decías lo mismo cuando estaba debajo de mis sabanas.

-Claro... porque no sabía que con el tío que lo estaba haciendo era un puto alcohólico de mierda que se tira a las tías estando con otra, pero como ahora ya lo se te puedo decir que me das mucho asco.

Dicho esto me hago un lado pero él se vuelve a poner delante de mí.

-¡QUE ME VOY DE ESTA PUTA CASA JODER! – grito tan fuerte que creo que me han oído hasta los vecinos.

-Primero de todo, tú no te vas. Segundo, ¿seguro que yo he sido el único? Porque yo creo que yo no he sido el único tío al que te has tirado eh preciosa, que seguro que tienes una cola esperando para que te los tires de uno en uno como puta que eres – mi mano se estampa contra su mejilla tan fuerte que hasta me escuece a mí.

Nate me agarra de las muñecas y se acerca a mi cara haciendo que nuestras respiraciones se mezclen.

-No vuelvas a hacer eso niñata o...

-¿O qué? - lo interrumpo - ¿Vas a tirarte a otra tía? Mira ¿Sabes qué? Tírate a todas las guarras que te dé la gana porque lo que sea que tengamos se ha terminado y por cierto tan puta que dices que soy, pues ahora me voy a tirar a unos cuantos tíos a tu salud, imbécil.

Me suelto de su agarre y lo empujo para poder salir de su habitación. Salgo de su casa y cuando llego a la camioneta le pego una patada que hace que casi me ropa todos los dedos del pie. Subo y antes de poder poner la llave para encenderlo me desmorono y mis lágrimas empiezan a caer sin control.

Ya va la segunda vez joder, la segunda.

Enciendo el motor y me dirijo a casa entre sollozos. Cuando llego aparco y entro en casa dando un portazo y haciendo que Sam se gire a verme des del sillón.

-Te lo avisé Scarlett – me dijo en plan ''hermano mayor responsable''

-¡Que te calles joder! – le grito, gilipollas.

Voy a dirigirme a mi habitación para poder llorar en paz pero me topo contra un pecho, Gilinsky.

-Scar... - me mira preocupado sacándome las manos de la cara.

-Jack ahora no por favor – digo y subo las escaleras corriendo.

Entro a mi habitación y me tumbo en mi cama soltándolo todo.

Antes de poder empezar a maldecir a todo el mundo escucho como la puerta de mi habitación se abre.

-¡Que te vayas a tomar por culo Sam! – grito con la boca pegada a la almohada.

Siento mi cama hundirse a mi lado y una mano acariciando mi pelo.

-Soy yo – dice Jack – tranquila no va a subir.

Se lo agradezco por dentro, a pesar de que Jack es amigo de mi hermano siempre ha sido como un hermano mayor para mí.

-Ven aquí – dice y me giro poco a poco para abrazarlo y empapar su camiseta de lágrimas – no llores preciosa y cuéntame lo que ha pasado.

Después de contarle a Jack lo sucedido entre sollozos e hipo por fin me he desahogado y estoy más tranquila.

-Voy a matarlo – dice el negando con la cabeza.

-No te metas, no quiero que rompáis vuestra amistad... además ese ya es mi trabajo – digo con una pequeña sonrisa.

Se levanta y entra en mi baño, después sale con un paquete de toallitas y se vuelve a sentar en la cama. Coge una y me la pasa por los ojos y las mejillas.

-Estas hecha un asco – se ríe.

-Y tu un nenaza mírate – le saco la lengua.

-¿Quieres palomitas? – me pregunta

-Si por favor.

-Ahora vuelvo con un bol bien grande.

Sale de la habitación y mi espalda toca la cama mientras empiezo a mirar el techo. Intento no darle vueltas a todo pero es imposible el imbécil de Nate no sale de mi cabezota.

Me vuelvo a sentar y cojo mi móvil desbloqueándolo y para rematar una foto de fondo de Nate y yo en la playa.

-Yep – dice Jack quitándome el móvil de las manos – no hace falta torturarse a lo tonto – dice dejándolo a una lado de la mesita y entregándome las palomitas – de mantequilla, tus favoritas.

-Como te quiero – le digo y empezamos a comer como dos cerdos.

Después de dos paquetes de palomitas y uno de regaliz estamos los dos tumbados en mi cama mirando al techo en silencio. Poco a poco los recuerdos se vuelven a amontonar a mi mente y las lágrimas vuelven a descender por mis mejillas. Jack me mira y me abraza sin decir nada un buen rato.

-Gracias Jack, sabes que te quiero mucho.

-Lo sé.

Under the sheets (Nate Maloley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora