🌺෴•°❁♪-𝙻𝚞𝚌𝚢 𝙶𝚛𝚊𝚢 𝙱𝚊𝚒𝚛𝚍-♪❁°•෴🌺

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——— Supongo que esto es lo llamado "una celda con estilo"

Así es como bromeaba la primera vencedora del 12 mientras se encontraba acompañada de algunos compañeros de los décimos, ahora mismo todos obligados a estar en esos cuartos de rehabilitación mientras, al otro lado del pasillo, se encontraban otros tributos que al parecer también habían sido revividos, eso si, ellos parecían saber a que estaban jugando. Lucy había visto como varios compañeros habían ido a la sala principal de entrenamiento, regresando siempre con mala cara y un "esa gente sabe lo que se hace" cuando alguien trataba de preguntar que pasaba.

Durante esos días, después de ser sacados de los laboratorios, habían reunido a los 24 seleccionados de los décimos y les habían mantenido varias horas del día en el mismo lugar, al parecer esperaban que entrenaran, quizá querían que hicieran lo mismo que los niños de los septuagésimo cuarto juegos, pero la confusión era obvia cuando entraban cada mañana y salían sin haber tocado la inmensidad de armas que les proporcionaban. Al final, ese lugar era igual que la jaula de monos del zoo del capitolio, quizá estaban bajo techo y les proporcionaban comida, pero todos se habían percatado de esos extraños balcones donde se asomaba algún que otro ciudadano curioso de ver a los "nuevos juguetes" de los juegos. La única diferencia era que una chica venía cada día para intentar ayudarles en ciertos aspectos de los juegos, les explicaba cosas de "las puntuaciones", la importancia de las entrevistas y los patrocinadores, pero ellos seguían siendo parte de un espectáculo, unos animales que estaban encerrados a su gusto. Eso hacía que la sangre de la cantante ardiera, pero solo podía observar en una de las esquinas de la sala de entrenamiento:

——— ¿Crees que no nos harán algo si nos quedamos muy quietos?

Quien ahora acompañaba su soledad era Wovey, que estaba apoyada a su lado mientras observaba con sus pequeños ojos cómo algunos tributos, como Coral y Marcus, comenzaban a tener su primer contacto con las armas:

——— No creo, solo nos miran y ya... no parece que puedan hacernos nada, menos desde los balcones...

——— ¿Y qué pasa con los que se han llevado?

Wovey se refería a los compañeros que habían separado el segundo o tercer día de entrenamiento, Hy y Dill habían sido arrastrados contra su voluntad por los soldados mientras Sol y Reaper preguntaban y gritaban por sus únicos conocidos cercanos. Les daba igual que dijeran que era para asegurarse que "aguantasen las dos semanas de entrenamiento", los compañeros de los dos comentados tosían cada poco rato, cada vez con más intensidad hasta al punto de angustiar a sus cercanos. Hy había acabado hasta con lágrimas en los ojos por luchar por respirar, el primer chequeo que le dieron dijeron algo de "asma", pero no era el mismo resultado con la distancia que se tomaban con Dill, aunque ahí todos sabían que la tuberculosis seguía apoderándose de sus pulmones:

——— No Wovey, ellos... ellos solo necesitaban estar más tiempo con los médicos.

Intentaba tranquilizar a la más pequeña que había parecido estar en calma con su presencia, pero Lucy seguía con el corazón en un puño... para su pesar al día siguiente de que se los llevaran empezaron a poner los ojos sobre Jessup, ella ya había vuelto a notar la fiebre en su aliado, y la última vez que había pasado eso él acabó atacando y soltando esa extraña espuma por la boca ¿qué le pasaba?¿Volvía a tener rabia?¿Acaso las cicatrices no se habían curado con esa locura? Al final también se lo llevaron, ahora solo le quedaba suplicar volver a verlo, no había vuelto a los laboratorios para que le atraparan y no estar con él para protegerle:

——— Ya... yo tengo miedo por Bobbin...

——— ¿Qué le pasa?

——— Lo dijo así el señor mayor que vino el otro día...

Balada de "Sinsajos sobre la nieve"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora