Balada de "Sinsajos sobre la nieve"

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Del camino de la estación hasta el edificio de entrenamiento se estaba haciendo imposible... Era normal que con la llegada de tributos todos se pusieran como locos, pero al tratarse de vencedores ya reconocidos y con un público más "fiel", todo parecía un caos.

Aún tenía tomada de un brazo a la hija del alcalde del 12, esta parecía aterrorizada hasta al punto de estar mareada, normal si estaba acostumbrada a la calma de la zona comercial. Intentaba animarla un poco con alguna palmadita en el brazo, no quería que Katniss luego comenzara a decirle de todo por no poder cuidar a una cría. Pero en mitad de ese camino tan tortuoso vio que una nueva chica hizo acto de presencia con golpe de tacón, él le miraba con confusión ya que no la reconocía. Vestía con un traje sencillo pero a la moda de Panem, con pelo pelirrojo recogido en unas trenzas que daban algo más de inocencia a la figura arreglada con algo de maquillaje... pero él no le ponía más de veinte:

——— Perdone señor Abernathy, soy Aurora Riversea...

No, nada le venía a la cabeza en ese momento, pero la joven de los distritos que se mantenía a su lado le miraba con curiosidad, al parecer más calmada al poder fijar su atención a solo una persona. La fémina se percató de la obvia desinformación que tenían, por lo que extendió su presentación:

——— Estoy como ayudante de estilista y estoy al servicio del 12, vine aquí para recibir a los vencedores pero... ———miró por encima a todos los ciudadanos que estaban por la zona——— Me da que tendré que esperar, también se me informó que había una invitada pero ya me perdí ¿una ayudita para llegar a la penthouse del 12?

Todo se confirmó cuando dijo que era estilista y ese nombre... ¿Cinna no le había hablado de una ayudante así? Simplemente suspiró al recordar, al parecer hoy todos le veían con cara de niñero o algo así... Él le dio una pequeña mirada para luego buscar de reojo a Madge, notando que seguía aferrada a el mayor por la incertidumbre de sus acciones:

——— ... Creo que vamos por el mismo camino, pero no te confíes demasiado, yo y los estilistas somos algo distintos cuando se trata de "amabilidad"

Quien avisa no es traidor, su mal humor no era reconocido por nada, y no esperaba una charla amable hasta el piso donde encontraría la paz. Rascó su nuca con algo de mala gana, la cabeza aún le daba vueltas por la bebida pero... "¡Haymitch!" Un susurro de alerta llamó su atención, pero al mirar hacia las dos jóvenes que le acompañaban solo notó su confusión por la reacción. ¿Acaso había llegado al punto de estar tan borracho que escuchaba su nombre cuando nadie le llamaba? Pensaba que el subconsciente le estaba jugando una mala pasada hasta que notó un golpecito en la cabeza. Se quitó un papelito que se había quedado enganchado en los mechones rubios, y cuando se puso a buscar a un culpable de su paranoia tuvo un sobresalto. Quizá sus acciones acabaron asustando a la chica de los distritos, pero más se asustó él cuando encontró medio escondido al chico que habían maltratado a latigazos hacía unos días en el 12:

——— ¿¡Gale, qué mierda haces-!? ———esas palabras salieron con un susurro al saber dónde estaba, tenía tantas preguntas, pero... todo empeoró cuando un pelo rubio peinado con dos trenzas se asomó al lado del varón. ——— Esto tiene que ser una broma...

Tomó el brazo de la chica que se encontraba bajo su protección, interrumpiendo la conversación de la pelirroja con un dedo en alto para acercarse a sus "nuevos problemas" para susurrar:

——— ¿Qué diablos hacéis aquí? Es peligroso que alguien de los distritos esté aquí sin autorización, más con la faena que nos diste con los guardias de la paz... Y tú...

Miró con rabia a la niña apellidada Everdeen, que le miraba entre temerosa y orgullosa de estar ahí, o al menos eso demostró cuando sus pensamientos salieron a la luz: