cuatro (⁠◍⁠•⁠ᴗ⁠•⁠◍⁠)

123 21 19
                                    




Tres días después, está en la estación de tren con su maleta, tomando un helado con sus amigos a la espera de la hora de salida.

Al ser los seis de Busán, normalmente estos viajes de fin de semana los solían hacer juntos para ir a visitar cada uno a su respectiva familia, pero esta vez Minho viajaría solo con Hyunjin. El fin de semana largo era sólo de tres días y sus amigos decidieron quedarse en Seúl a la espera del próximo fin de semana largo, que duraría cinco días. Pero Minho, pudo terminar unas clases antes y podría tomarse dos días de la universidad para quedarse más tiempo con sus padres, y Hyunjin, que estudiaba artes plásticas, tenía horarios más flexibles por lo que podría hacer este viaje sin problemas.

—Por favor, cualquier cosa que sepas, estaremos disponibles Minho —le dijo Felix—, a la hora que sea sólo llámanos.

—Sí, por favor —pidió Changbin—, no puedo más con la ansiedad.

Todos se rieron porque realmente sus amigos tenían las mismas dudas que él y estaban a la espera de cualquier información. Todos querían saber quién era Nini, o si existía siquiera.

Se despidieron una vez que el tren llegó, con la promesa de mantener a todos al tanto de la situación, y subió al tren con Hyunjin. En tres horas llegaría a Busán y todavía no sabía cómo iba a abordar ese tema con sus padres.

—Llegaremos a las 9 de la noche —comentó Hyunjin luego de acomodarse en su asiento—, ¿Qué harás una vez que llegues?

—No lo sé realmente… no quiero ir directo a preguntar porque tengo la esperanza de que sea una charla larga, o sea, si me dijeran que no tienen idea de lo que hablo el tema acabaría ahí y pasaría los cinco días encerrado en mi habitación tapado hasta la cabeza.

—Entiendo, tienes miedo de la respuesta.

—Lo tengo, claro que tengo ese miedo. Pero a la vez tengo la sensación de que es algo que hablaremos por varias horas, así que ésta noche me limitaré a descansar y mañana temprano lo hablaré con ellos.

Hyunjin acarició su brazo como muestra de apoyo.

—Sabes que mi casa está cerca por cualquier cosa ¿Sí?

—Cómo no voy a saberlo —Minho sonríe mirando a su amigo—, tantas veces me habré escapado a mitad de la noche sólo para ir a verte, podría ir hasta tu casa con los ojos cerrados.

—¿Todavía recuerdas eso? —Hyunjin se ríe alto, contagiando a Minho.

—Claro que sí, estábamos descubriendo si nos gustaban los chicos y quisimos probar entre nosotros —Minho suspira, recordando esas noches de besos y toqueteos, tenían tanto miedo de hacerlo a la luz del día que se encontraban a medianoche en casa de Hyunjin, ya que tenía una ventana más fácil de alcanzar para Minho que entraba sin que nadie se diera cuenta.

—Nos hacíamos los misteriosos y en realidad tanto tus padres como los míos sabían todo porque te veían salir de noche.

—No me hagas acordar, ¡qué vergüenza!

—Mi mamá me contaba que apenas salías de tu ventana, la señora Lee le mandaba un mensaje pidiéndole que le avise cuando llegaras a nuestra casa.

Minho no puede dejar de sonreír, Hyunjin había sido su primer beso. En el colegio eran bastante populares y sólo ellos dos aún no sabían qué les gustaba, porque jamás les había gustado alguien. Cuando supieron que sus amigos ya habían dado su primer beso y que Changbin había recibido un trabajo manual de un compañero, no quisieron quedarse atrás.

Idearon todo un plan de pasos que seguir. Los primeros días sólo debían darse besos, primero algunos picos y después quizás agregar lengua. Y lo iban puntuando todo en un cuaderno compartido, para saber si les había gustado o no. Si las puntuaciones eran altas, iban a pasar más allá, quizás tocarse entre ellos o intentar una felación.

Eran tan inocentes e ignorantes del tema los dos, que primero buscaban alguna película en internet e iban copiando lo que veían. Al principio quedaron un poco traumados con lo que vieron, pero su plan iba en buen pie, los puntajes eran buenos para los dos.

Al final, mantuvieron esta relación de amigos con derecho por un año, creyendo que nadie lo sabía. Y estaban tan equivocados, al parecer no eran nada sutiles ni callados y todos estaban enterados de sus revolcadas.

—Intentamos salir luego de eso ¿Recuerdas?

—¡Sí! Fue desastroso —responde Minho—, nuestra primera cita fue tan incómoda.

—Sólo funcionábamos sobre la cama —dice Hyunjin.

—O sobre la encimera de la cocina —responde Minho, coqueto.

Hyunjin estalla en carcajadas, recordando que se sintió tan culpable por haber profanado la cocina de sus padres, que luego de que Minho se fue limpió toda la encimera y el piso con lavandina y al parecer se excedió con el limpiador porque el olor a lavandina no se fue de su casa por tres días.

Minho se sintió tranquilo, porque pensó que iba a pasar las tres horas de viaje angustiado y en vez de eso, no dejó de reírse con Hyunjin recordando su adolescencia y las salidas con sus amigos.

Se despidieron en casa de Hyunjin, los padres de Minho habían ofrecido a los señores Hwang llevar a su hijo hasta su casa para que no tuviesen que ir a la estación.

—Suerte, Minho —dijo Hyunjin antes de bajar del auto y Minho se sintió esperanzado.

Había extrañado a sus padres, sobretodo a la comida de su mamá y los abrazos de su papá. Estaba feliz de volver a su casa, de sentir ese olor familiar que lo relajó al punto de quedarse dormido en el sillón mientras veían una película en familia luego de la cena.

(...)

—Hijo, despierta, Minho.

—Nini, haz tu cabeza hacia arriba, te sangra la nariz.

Estaban en la habitación, su amigo estaba recostado mientras Minho le contaba lo que hicieron en el patio antes de venir a verlo.

—No me dejes Minmin —dijo, asustado, sosteniendo su nariz mientras hacía la cabeza para atrás.

—Llamaré a Sor Hyuna, vendré en un momento Nini, lo prometo —dijo antes de salir corriendo por el pasillo en busca de ayuda.

—¿Minho? Hijo, despierta ¿Qué ocurre?

Ahora Minho estaba en el comedor, cabizbajo, comiendo sólo porque Nini no estaba con él.

—Sor Hyuna, ¿Nini estará bien?

—No te preocupes pequeño, sólo es una revisión médica, ya volverá.

—Está teniendo una pesadilla Kyungsoo, ¡hay que despertarlo! ¿Minho? Despierta hijo, estamos aquí.

Ahora estaban en el patio, otra vez, Nini sostenía su peluche de chococat en sus brazos, mientras Minho le acariciaba el cabello.

—Perdón por no poder correr contigo hoy, Minmin —dijo, tosiendo un poco ante el esfuerzo para hablar.

—No te preocupes Nini, inventaré muchos juegos en los que no tengamos que correr hasta que te recuperes —le respondió sonriendo.

Sintió la manito de su amigo tomar la suya antes de recostarse en su hombro.

—Eres el mejor amigo del mundo, Minmin, lo serás para toda la eternidad.

Se lanzó llorando a los brazos de su madre apenas abrió los ojos, sentía todo su cuerpo transpirado y la angustia se había extendido en su pecho aún más.

—Aquí estamos, hijo —dijo su papá, Kyungsoo, acariciando su cabeza.

—Estaba enfermo, mamá —dijo Minho, con la voz entrecortada, no podía parar los sollozos. Sentía que estaba llorando por toda una vida sin Nini a su lado.

—¿Quién estaba enfermo, amor? —dijo su madre, separándose un poco de él para limpiarle las lágrimas que caían como cascadas de sus mejillas.

—Nini, mamá, Nini estaba enfermo.

Y Minho pudo ver como sus padres se miraron con sorpresa  y no pasó un segundo antes de que sus miradas cambiaran a una de preocupación.

























bueno ya
actualizo en estos días besito

kuromi keychain     [  jeongho  ]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora