La danza de las mariposas

Un futuro tormento.

Siempre recordaré esa expresión, y ese sollozo tan fuerte, tan estruendoso.

Se encontraba de rodillas tembloroso, yacía con su cabeza inclinada hacia el suelo, ocultando su rostro encima de mis zapatos, se aferraba a mi con fuerzas como si buscará un refugio. La tela de mi pantalón se humedecia con sus lágrimas y el solo repetía una y otra vez.

-No me veas, Goku, no lo hagas, tenias razón, la tenias. -

Mientras lo decía, más me apretaba las piernas con desesperación, como si buscará algo, hasta que levanto su rostro con timidez, aún llorando.

Al alzar su rostro me dejó horrorizado. Una parte de él estaba en un avanzado estado de descomposición, dejando al descubierto los músculos y los tendones y trozos de piel podrida desprendiendo un nauseabundo olor a saliva mezclado a sangre y pedazos de sangre descompuesta. Su mirada era de dolor de agonía y de vergüenza, sobre todo.

Eso fue lo más perturbador de su cara. No su clara putrefacción o deformidad, no lo más devastador era ver como sus ojos tristes y desesperados me gritaban por ayuda. Lo único que pude hacer fue darle una pequeña sonrisa.

-Goku, por favor..... di algo.-

Solo permanecí en silencio y es que. Ya no había nada que hacer o decir.

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La Danza de las mariposas Capítulo 8 "Un futuro tormento"

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Goku como su rutina diaria siempre en la noche en la cima del castillo se encontraba observando la luna pero esta vez no estaba solo; en su espalda cargaba la espada que Luise le había entregado, un regalo que el nunca cambiaría.

Los dos se encontraban en completo silencio siendo el viento el único sonido.

Más como si fuera un pasatiempo fue interrumpido por un llamado que proviene de abajo.

Al apartar su vista de la luna y fijar su mirada abajo se encontró con Siesta quien le encontraba llamando mientras movía su mano.

Sin más que hacer o tener opción de un salto bajo de lo más alto del castillo y con delicadeza callo y tocó el suave pasto.

-Hola Goku-San -Saludo Siesta que Goku con un movimiento de su mano respondió al saludo.

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Su encuentro pasó a estar en una banca que se encontraba en el patio, los dos en una comunicación de amigos.

-Y dime Goku‐San, ¿Tu de donde provienes? -Pregunta que surgió de la nada sin contexto alguno, aúnque a Goku se le extraño la pregunta tampoco se le complico responder.

-De un lugar lejano. -

-Muy lejano. -

Aúnque su respuesta no fue lo que esperaba no se disgusto o se decepcióno, Siesta solo estaba feliz de entablar una conversación con el Son.

-Goku-San, Gracias por todo -Sus palabras aún son fuera de contexto alguno, Goku se estaba extrañando sobre el comportamiento de Siesta no por solo agradecerle de la nada si no que su olor notaba tristesa.

-Gracias a ti, esa determinación tuya me ha dado mucho coraje, un plebeyo que venció a un Noble eso le dio más valentía a nosotros los plebeyos. -

-Gracias por no rendirte, gracias a ti, ya no tendré miedo -A medida que Siesta hablaba una sonrisa sincera hiba creciendo en su cálido rostro.