La danza de las mariposas

Condenado a estar juntos.

Tengo frío de mí. Me he desorientado entre la nieve donde mi abrigo ya no protege y la linterna ya no alumbra, me enfrio de dolor; he perdido el valor y la llama que protegía a mi corazón.

El único camino que me llevaba a casa se ha vuelto un lugar inhabitable donde ya no hay atajo. Aquellas cuatro paredes habían dejado de protegerme y yo de cuidarlas; he perdido la casa y el hogar también.

No intento decorar mi cuerpo con adornos ostentosos, ya no siento ese placer en resaltar la belleza; una manera de esconder mi tristeza. He perdido la vergüenza, me he abandonado en el desorden de mi ser.

Las tres comidas del día se han limitado a ser cena cuando el apetito se marchaba y la sed regresaba. El hueco de mis pensamientos se hacía presente dentro y fuera del cascarón; me he perdido en la vida vacía de mi.

He perdido de distintas maneras, en diferentes lugares y diversas fechas; no puedo asignar un valor mayor o menor porque cada una de ellas importan.

Dicen que perder es hallar y a pesar de no reconocerme espero poderme encontrar.

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La Danza de las mariposas Capítulo 10 "Condenado a estar juntos".

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Ya han pasado unos días desde que Goku se fue, las paredes que en la habitación que Goku y Luise compartían sigue igual; Los marcos adornando las paredes, una manta adornando la mesa, y una vela encendida para combatir la oscuridad.

El único cambio es en Luise. En media noche, la luna está en su máximo punto pero ella no podía dormir.

Cuando dormía, siempre lo hacía con Goku, dormía con el que se convirtió en costumbre que el día en el que se fue no podía dormir. Lo busco por días pero no lo encontraba, preocupación también es una de las cosas por las cuales aun no podía dormir y como consecuencia unas pequeñas ojeras adornaban su bello rostro.

De todo lo que pasó y la huida de Goku, Luise le echo toda la Culpa a Siesta. Goku dio todo para savarla y solo le recompenso con mirada de odio y desprecio.

La puerta de la habitación de Luise estaba abierta, no por que se le olvido si no por que; esperaba que el último que entrará por esa puerta fuera el Son.

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En las afuera del castillo una Kirche como Tabitha se encontraban frente al Dragon familiar de Tabitha.

Tabitha con una seña de su mano el dragon su fue volando por los cielos a dirección al Bosque donde a la distancia se perdió de vista.

–Espero y lo encuentre pronto, Luise a estado muy triste que nisiquiera he podido hacer chiste sobre ella. –Dijo Kirche mientras expresaba preocupación hacia Luise, aunque no fueran amigas como tal se preocupaba mucho por ella.

Con un leve asentimiento Tabitha compartió la misma preocupación que Kirche, solo esperaba que todo estuviera bien y que Goku se encontrara bien.

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–Compañero enserio tienes que dormir, has estado por días despierto –Su espada Derfilnger preocupado por la salud de su portador le sugirió descansar. A estado bagando por el bosque por días sin dormir, desde lo que ocurrió en la mansion del Conde Goku no ha vuelto a dormir. Hay veces que tambalea al caminar, su mirada se pierde y sus piernas ya casi no le quieres responder; porque suplican por descanso.