One

2.2K 228 11
                                    

Las cadenas sonaban por el pasillo de la FEMF, todos permanecían su distancia o se abrían paso ante los soldados que traían a una mujer de cabello negro sedoso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las cadenas sonaban por el pasillo de la FEMF, todos permanecían su distancia o se abrían paso ante los soldados que traían a una mujer de cabello negro sedoso.

¿Qué hace ella aquí? ¿Por qué trajeron a alguien como ella? ¿No debería estar en Iron Walls? El ministro la trajo.

Esos eran unos de los muchos comentarios que resultaban por esos pasillos, la mujer solo emitió una diminuta sonrisa que borro casi de inmediato.

— No te detengas — Parker interrumpió empujandola por la espalda con su arma.

— Yo tendría cuidado si fuera usted capitán Parker — Lo observó de reojo ocasionando tensión en el ambiente.

— No me asustas Irina — Parker pisó la cadena del cuello que se arrastraba por el suelo haciéndola irse hacia atrás.

— Irinia — Corrigió — Sigues siendo tan ardiente — Irinia río sin importarle el dolor en su cuello — Dime Parker ¿Ya haz superado a tu hermanita por estar en Afganistán?

La burla fue demasiado clara. Parker se le fue encima dándole un golpe con su arma en el rostro tirandola al suelo, los soldados de inmediato interfirieron.

— Ya basta. El ministro dijo que la lleváramos sin demoras.

La risa de Irinia resonó por el lugar poniéndose de pié sin ayuda. — Veo que no lo haz superado. Fue un buen golpe de cobardes, quita las cadenas de mis manos junto al pañuelo y te haré pedazos.

— He dicho que camines. — Masculla Dominic empujándola nuevamente.

Irinia volvió a reír siguiendo caminando cada que una teniente caminaba cerca ella las asustaba con solo hacer el amago de correr a ellas aún a sabiendas que tenía cadenas por casi todas sus extremidades.

La puerta se abre dándole paso a Irinia entre todos los malditos en la sala quienes de inmediato llevaron sus manos a las armas por seguridad.

— Que cálida bienvenida. — Saluda Irinia sin tener una sola expresión en su rostro pues a pesar de tener una venda en sus ojos de color negro podía ver a través por lo delgada que era. — Todos se volvieron personas de 1869. — Se burla.

El ministro hace una seña con desagrado quitandole la venda de los ojos, Irinia parpadea un par de veces para acostumbrarse a la luz dejando ver sus ojos rojos profundos.

— Gracias por venir. — Alex Morgan la observa fijamente.

— Nadie me dio opciones. — Irinia patea el asiento de Gema tirandola al suelo ocasionando que todos le apunten con sus armas sacandole una risa. — ¿Por qué tan tensos? Solo voy a sentarme. — Tomó asiento de forma tranquila.

— Que mierda hace esta maniática aquí.

— Christopher Morgan. — Irinia saboreo el nombre del coronel para girar su cuello con dificultad por la cadena en su cuello.

Blood red Donde viven las historias. Descúbrelo ahora