Tras terminarse su cigarro con su vaso de agua y anotar en el cuaderno todo lo que recordaba, Karen se puso a asimilar su situación para saber como moverse en ese mundo mucho mejor y no morir en el intento.
En este mundo, ella había nacido bajo el nombre de Karen Kawana, siendo la única hija del matrimonio formado por Kawana Kosei y Kajiwara Sachiko, tenía un hermano mayor llamado Misaki que estaba casado con Terashima Oyuki y juntos tiene por el momento una hija llamada Yuzuriha y en el futuro, gracias a los recuerdos del futuro, van a tener otra llamada Azami, y tenia un hermano menor llamado Katsura, que estaba casado con una tal Takahashi Tsumugi, aunque en este tiempo están recién casados, en el futuro iban a tener 3 hijos, llamados Kuroki, Karin y Hiiragi.
-(Bien... esta es mi familia de nacimiento)- pensó Karen cerrando en un círculo el pequeño árbol familiar que dibujo en el cuaderno.
Ahora, con respecto a su apariencia como cabello rubio y ojos, resulta que tenia sangre estadounidense, su madre Sachiko era hija de un tal Kajiwara Mitsuru con una chica llamada Emma García, una estadounidense, la cual fue la responsable de nombrarla, ya que la llamaron Karen en honor a su bisabuela, Karen Downes.
-(Esta es mi familia por parte de mamá)- pensó conectando ese árbol con su mamá –(Por otro lado, por parte de papá...)- pensó mirando a su padre.
Su abuelo se llamaba irónicamente Kawana Izana, que estaba casado con una mujer llamada Osaki Natsuko... ahora podía entender de donde vinieron los nombres de sus hijos Izana y Emma, era en honor a los abuelos que ella más quería y que la trataban mejor en esa familia.
-(Necesito destacadores)- pensó, dejando las cosas en la silla para ir a por cuatro destacadores, uno rojo, uno verde, otro azul y uno amarillo –(Bien... los miembros con los que me llevo bien son...)- pensó comenzando a destacar sus nombres.
Su nueva familia no era muy diferente a la que tuvo en la primera vida, aunque aquí se le agrega que eran abusadores con ella, mientras se bañaba tuvo que aguantar las náuseas al ver las cicatrices que tenía en su cuerpo, teniendo temblores al recordar... cuando era maltratada.
Bueno, gracias a sus abuelos Izana y Emma, pudo terminar la escuela, bajo el argumento que tenia que ser una esposa culta y no una ignorante... dolía eso, pero era la mejor forma de convencer a sus padres machistas.
Eran de un pueblo rural aun muy anticuada, eran una familia de agricultores muy importante en la zona, de hecho, eran como "los lideres de la aldea", tenían varias propiedades y muchos campos muy buenos que siempre daban buenas ganancias, por lo que se esperaba que ella se casara con un chico del pueblo miembro de otra familia importante.
Los únicos miembros de su familia que la trataron bien, fueron sus abuelos Emma e Izana, su hermano menor Katsura y su esposa Tsumugi, por lo que subrayó sus nombres con el destacador verde, mientras sus padres y los esposos de sus abuelos, con su hermano mayor y la esposa de él, los marco con rojo.
Gracias a la tradición japonesa que aun reinaba en su pueblo, Oyuki, al ser la esposa del hijo mayor y la futura señora de la casa, se la pasaba día y noche acosando a Karen, ya que su "rango" bajo en el momento en que ella llego como esposa de Misaki, el cual nunca fue bueno como hermano.
Los nombres de sus sobrinos los marco con amarillo, al no saber muy bien cómo se llevarían con ellas al no tener recuerdos compartidos, por lo que quedaba la duda.
-(Perfecto)- pensó ella al ver que termino –(Ahora... el primer matrimonio)- pensó ella pasando a la segunda hoja el cuaderno.
Karen estaba enamorada profundamente de un compañero de escuela que tenía, Kurokawa Akira, quien le correspondía sus sentimientos, de echo compartían una linda historia de amor, pero como los Kawana querían casar a Karen con otro chico, ambos se escaparon el día de la boda para casarse.
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Yo seré una buena madre para ellos [Tokyo Revengers]
FanficKaren Kurokawa, la mamá biológica de Emma Sano y la madrastra de Izana Kurokawa, tan poco que se sabe de ella y su vida, teniendo solo vagos recuerdos de ella, pero suficientes para odiarla. Abandonando a sus hijos sin piedad, solo apareciendo para...