1 | Marvel: Sr. Presidente

Capítulo 37:Apuestas Espaciales

Antes de abandonar Italia, Héctor tenía una pequeña cosa que hacer. Conozca al Papa en el Vaticano. ¿Se debió a su religiosidad? No, fue por su ira y la necesidad de abofetear al hombre.

En la Primera Guerra Mundial, el Vaticano alquiló sus almacenes a un fabricante de armas que vendía armas a Alemania; literalmente estaban ganando dinero con la guerra. Pero luego actuaron como si no tuvieran idea de lo que estaba sucediendo. [Nota de Autor: Esta parte es sólo sobre el Vaticano de la Segunda Guerra Mundial, no sobre el Vaticano moderno. No odio ninguna religión. El propio MC es cristiano. No quiere el dinero de la Iglesia, sólo quiere que detengan sus políticas.]

Ahora llega la Segunda Guerra Mundial, y adivinen de qué lado tomó: fascistas y nazis, por supuesto, no abiertamente. En lugar de mantenerse al margen de la política y centrarse en la religión, querían ganar más dinero, el Papa se puso del lado alemán y se hizo amigo de Mussolini, a cambio de su apoyo, el Tercer Reich debía deducir entre el 8 y el 10% de los salarios a los católicos alemanes y enviarlos al Vaticano.

Sin embargo, Héctor iba a martillar cuando el hierro estuviera caliente. Todo este dinero que el Vaticano había reunido estaba guardado en bancos de Europa occidental, en países que estaban del lado aliado y odiaban a Alemania. Se podría rastrear que todo este dinero provenía de la Alemania nazi.

Sabiendo que el Vaticano intentaría salirse con la suya con todo este dinero sin que fuera congelado creando su propio banco llamado Banco del Vaticano, aunque el verdadero se llamaba Instituto para las Obras de Religión (IOR), que ya tenían, Héctor iba a tomarlo todo y usarlo para ayudar a aquellos que sufrían por la guerra. Iba a hacer la verdadera obra de Dios.

Incluso Hitler estaba haciendo depósitos directos en el banco, y dado que el Banco era el banco nacional del Vaticano sin obligación de revelar los depósitos, todo tipo de gente puede guardar su dinero allí, incluso la mafia del futuro.

El dinero del seguro de vida para los judíos también se colocó en este banco, después de la guerra, cuando los judíos vendrán a pedir dinero para sus familiares fallecidos, el banco y la compañía de seguros pedirán un certificado de defunción, algo imposible de conseguir. La OSS (Office of Strategic Services), precursora de la CIA, ya había presentado a Héctor el informe de todos estos hallazgos.

La iglesia era y sería en el futuro el mayor terrateniente del mundo, poseyendo tierras en todo el mundo que, combinadas, serían del tamaño de Francia. Héctor no tenía ningún problema con todo esto, su problema era que toda esta riqueza no se usaba en nada más que en los lujosos estilos de vida de quienes viven en los hermosos palacios del Vaticano, incluso entonces la mayor parte del dinero simplemente está en las bóvedas. 

Cuando llegó a la ciudad, fue recibido con entusiasmo por algunos cardenales. El mundo ya conocía su poder e influencia, todo lo que tenía que hacer era señalar con el dedo y los aliados los reprenderían.

El Papa Visus XII era el actual gobernante de la Ciudad del Vaticano y el líder de la fe. Dio una calurosa bienvenida a Héctor, aunque Héctor era oficialmente protestante. "Hablemos en privado, su santidad".

En sus ojos había un destello de amenaza, claro para el Papa, lo llevó a sus aposentos personales para hablar. "Gran general Washington, nos complace darle la bienvenida a esta tierra santa. Hay suficiente luz para que Dios derrame sobre nosotros, ya seamos católicos, protestantes o cualquier otro".

"No creo en la religión, sólo creo en Dios, el único, el padre, el anciano. Todas las religiones de este mundo, ya sean monoteístas o politéticas, conducen a él. Espero que no intentes convertirme, no estoy aquí por cuestiones religiosas, estoy aquí para denunciar vuestros crímenes". Héctor dijo fríamente, mientras miraba el marcador de pecado del hombre, era rojo, como todas las personas.