1 | Marvel: Sr. Presidente

Capítulo 140:Un multiverso aparte

"¿Guau?" Moony le ladró a la mujer inconsciente. ~Papá, ¿No es esta esa . . . mujer? ¿Mujer errante?~

Héctor se rió, "Jaja, bueno, ésta ciertamente es una deambulante. Pero se ve triste. ¿Qué está haciendo? Ella también parece vieja".

"Está buena", murmuró Jean.

"Vamos, Jean, no seas grosero. Y dile a ese pajarito que necesito hablar con él". Solicitó.

Jean permaneció en silencio por un segundo antes de continuar: "Oh, déjame tomar tu mano; conectará nuestras mentes".

*GUAU*

Héctor se encontró parado frente a un pájaro gigante de fuego. Éste era sólo de un rojo cálido y parecía pacífico. "Fénix, ¿Qué has hecho? Te dije que trajeras de vuelta el Universo tal como era. ¿Por qué un ser de un multiverso completamente diferente está varado aquí?"

"Yo no la traje. Ella siempre estuvo aquí, solo que no en esta dimensión. No la conozco, ni sé qué pasó. Ni siquiera yo puedo tolerar las cosas fuera de este Multiverso".

*Suspiro* "¿Puedes enviarla de regreso?"

"Como dije, no puedo moderarme con las cosas fuera del Multiverso. Tampoco sé de dónde es ella".

"Joder, otro dolor de cabeza. Mujer Maravilla, uno viejo. Hmm . . . Supongo que le preguntaré qué pasó cuando despierte. Por cierto, presta atención a mi advertencia; lo diré solo una vez. Si te atreves a tomar el control del cuerpo de Jean otra vez, acabaré contigo. Ahora existes como su pequeña mascota, como su fuente de energía". Amenazó al Fénix.

Honestamente, no podía hacerle nada al Fénix normal ya que no tenía nada oscuro relacionado con él. Pero no había nada de malo en fanfarronear un poco.

"No apruebo ninguna violencia", respondió Fénix, diciendo indirectamente que no haría nada de eso.

Héctor asintió y voló hacia el pájaro, luego le dio unas palmaditas en la cabeza gigante, "Bien, me iré ahora".

Al salir, Jean lo miró extrañado: "Abuelo, eres tan misterioso. Escuché todo lo que le dijiste al Fénix Oscuro. El Inquisidor del Infierno, el Omniverso y ahora esta Mujer Maravilla. Tantas palabras extrañas".

Héctor miró hacia otro lado, silbando: "¿En serio? Bueno, esas fueron sólo algunas palabras en clave. Estoy seguro de que no le dirás eso a nadie, ¿Verdad?"

Ella lo miró fijamente y movió las cejas, "Ohoho . . . ahora sé el secreto de mi abuelo. Me pregunto qué puedo conseguir por mantener la boca cerrada. Hmmm . . . "

"¿Weweee?" Moony también se puso del lado de Jean. ~Quiero cien galletas~

(•ˋ _ ˊ•)

Héctor estaba más sorprendido por las tonterías de Moony: "¿Por qué diablos me estás chantajeando? Mis secretos son tus secretos".

Pero él cedió; no hubo ningún daño, "Bien, Moony, recibirás diez galletas".

En respuesta, el buen chico rápidamente le estrechó la mano. Luego llegó el turno de Jean: "¿Qué quieres?"

"Quiero quedarme contigo en el espacio. Estoy harto de la Tierra y de los asuntos terrestres. Todo el mundo parece tan tonto". 

"¿Incluyendo a Scott?" Preguntó, entrecerrando la mirada.

Ella resopló, "Hmph, especialmente Scott. ¿Cómo puede engañarme sólo porque no lo dejo en mi cama? Dios, desearía que todos los hombres fueran como tú, abuelo, tan pacientes y autocontrolados". 

⚆_⚆

*Suspiro* ~Hija, nadie quiere ser virgen por elección.~ Murmuró Héctor para sí mismo. Su dolor nadie podía entenderlo. Como era un hombre con viejos pensamientos, estaba en contra de las aventuras amorosas y del uso de prostitutas. Pero su triste vida era que aún no había encontrado el amor.